Y hay estaba de nuevo, siendo arrinconado mientras tenía los ojos cerrados con fuerza tratando de seguir con aquel beso tan salvaje de ese pecoso quien examinaba cada una de sus facciones, quería ver las reacciones exactas que tenía el rubio cada que lo toca o lo maltrata, sabía que sea cual sea él las disfrutaría, pues es un masoquista de primera o puede que sin querer lo haya vuelto así.
--Abre tu boca, maldita zorra.
--Quién te cree-
Katsuki abrió los ojos a más no poder cuando Izuku metió su lengua para examinar el interior de su boca, provocándole cosas que comenzaban a salirse de control en sus pantalones mientras la excitación recorría su cuerpo al igual que las rasposas manos del pecoso se metían debajo de su polera para apretar con fuerza sus pectorales haciendo que arqueé la espalda y eleve un poco su pecho.
Las risas del pecoso se escucharon mientras susurraba en su oído.
--¿Quieres saber la diferencia de por qué te soporto más que a la inútil de Toga?
La mirada molesta de Katsuki se hizo presente, pues solo escuchar ese nombre le hacía hervir la sangre.
--Primeramente, porque tú me entiendes en cada maldita cosa que haga, sabes la verdad de lo que soy y en vez de salir corriendo como cualquier persona normal lo haría, te quedas y hasta te dejas dominar por mí y sé que no es por miedo, pues siempre que me observas tus lindos cachetitos se tiñen de rojo y una bella sonrisa maniática aparece en tu rostro. Eres alguien muy especial Katsuki Bakugo, sin máscara te agrado más, estamos igual de locos y eso te da un toque especial. Además, tu cuerpo ya es mío y pienso sacarle provecho hasta el día de tu muerte -Katsuki sonreía, le agradaba mucho lo que escuchaba, al menos la muerte de Toga se retrasó un poco, le daría horas de vida mientras que él se quedaba al lado de ese pecoso disfrutando tanto como su cuerpo quisiera.
--Ahh~ Mierda... -sus pezones fueron apretados, podía ver como eran torturados por esas manos- Izu-ku~
Descendió hasta bajar los pantalones solo para comenzar a jugar en la entrada del cenizo escuchando sus jadeos de satisfacción.
--Dime preciosa, sé que quieres algo, tu ano está impaciente al igual que tu linda expresión.
Sí que todo era un castigo para Katsuki quien solo quería ser penetrado salvajemente por aquel asesino serial que de a pocos le está enseñando a ver la vida desde otro punto de vista.
--¿Dime que es lo que quieres? -susurro en su oreja.
Ni de coña le diría eso.
--Uno... -odiaba las malditas cuentas regresivas- Responde rápido -jamás- Dos...
--Joder... -le estaba jodiendo las malditas pelotas, tanto lo odia la vida como para humillarlo de esta manera.
--Y tr-
--¡Quiero tu maldita polla dentro de mí! FELIZ -gritó avergonzado.
Izuku no hizo nada más que tumbar al rubio en uno de los sofás de la casa porque sí, después de la pequeña “Discusión” por casi matar a la maldita perra fueron a la casa del rubio, quien no se esperó aquella reacción del pecoso.
--Me sorprende que quieres esto cuando la última vez quedaste jadeando y un poco pálido, princesa.
--Me importa una mierda el cómo quedé... No sales de mi puta cabeza ni dejas de causar estragos en mi cuerpo, así que si piensas follarme solo hazlo de una maldita vez. De esa manera más rápido acabará. -dijo mientras cubría sus ojos con su antebrazo y apretaba los dientes por la vergüenza de sentir como su miembro comenzaba a despertar.
El peliverde sabía que lo último lo dijo para no verse urgido. Pero quien pensaría que el hombre que se cogió a media ciudad ahora estaría rogando como una vil ramera por tener un poco de su polla.
Quería ver más, lograr entrar en su mente para luego controlarlo a su antojó. Ese chico iría cayendo de a poco en sus garras.
Le entusiasmaba la idea de verlo llorar mientras rogaba clemencia.
--No creo que quieras que esto acabe rápido -dijo mientras tocaba el miembro ajeno- Ruega primero, se una buena puta.
--Ja, no le ruego a nadie, idiota, jamás lo he hecho y no lo voy a hacer, así que saca esa mierda de tu cabeza.
La sonrisa de Katsuki desapareció al sentir como la piel de su muslo fue ligeramente cortada.
--Agh-
--Yo que tú tendría más cuidado al hablar -sus ojos sombríos no se apartaron ni cuando alzó las piernas del otro para ponerlas sobre sus hombros y limpiar aquel caminito de sangre que salía de la herida recién hecha- Parece que tendré que comenzar a castigarte, tengo que mantenerte a raya. Y ni creas que podrás disfrutar esto.
Si la entrada cachonda de Katsuki quería algo, eso iba a tener.
Metió el mango de su cuchillo ahí dentro haciendo gritar al otro, sabía que si no se apuraba el rubio iba a amoldar su interior a la forma de lo que tenía en su culo, pero eso solo lo quería para estirar el pequeño agujero, pues sin sacarlo también metió de una estocada su polla.
--¡¡¡AAAHHHH!!! IDIO- ¡AH-! D-Due-le. Maldito DESQUISIAD- ¡¡AHHH!! -el líquido rojo comenzó a salir a montones, pues el mango que el pecoso metió lo estaba lastimando- ¡Detente!
--Jódete -fue lo único que dijo antes de comenzar a dar rápidas embestidas.
--¡OHH! ¡AHH! ¡AHHIAHAH! ¡PAARAAA! -las lágrimas bajaron de sus ojos y a cada estocada su culo dolía como el infierno, no estaba acostumbrado a esa clase de dolor- MIERDA YA-...
Su cuello estaba siendo apretado por ese monstruo, pero en vez de causarle temor hizo todo lo contrario, esa acción lo volvió a excitar, ¿Razón? Eso era una de sus tantas fantasías, sentir las manos del pecoso en su cuello cortándole el aire.
Pronto dejo de sentir dolor e Izuku se dio cuenta al mirar el lindo ahegao que tenía en su cara.
--Pensé haber dicho que no tenías que disfrutar esto.
Katsuki no podía hablar, pero si le saco el dedo medio en señal que le valieron verga sus palabras.
La sonrisa que el pecoso tenía era entre molesta y divertida, ya que ese chico superó todas sus expectativas.
--Eres una jodida perra masoquista -saco el cuchillo del interior que se iba contrayendo solo para clavarlo en el hombro de Katsuki quien cerro los ojos por el gran dolor y apretó su ano antes de venirse a chorros manchándolo todo con su semen.
El dolor ya no existía en su cuerpo, al menos no ahora.
ESTÁS LEYENDO
Locura artificial (DekuKatsu)
FanfictionLa vida no es como uno piensa. Puede ser buena o mala según como la veas. Para un pequeño peliverde era maravillosa, o eso, hasta que todo se va a la mierda y su vida comienza a ser un tremendo caos. Su locura es lo único bueno, solo puede contar co...