Falsa sonrisa

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--Ya sabes cariño -Dijo la mujer- Mamá te ama.

Al salir de esa habitación el menor se quedó conteniendo sus lágrimas mientras miraba la sábana y formaba un puño con su mano para comenzar a votar todo lo que estuviera a su alrededor.

(NOTA: Cabe aclarar que la madre de Izuku en este fic es una persona X, no es Inko, vale.)

Quería gritar cuanto odiaba a esa mujer a la que estaba obligado a decirle "Madre"
La odiaba con todo su ser y se lo quería decir a la cara, pero si lo hacía solo le iría peor.

Mañana era su cumpleaños número 17. Cada vez está más cerca de poder largarse de esa casa de mierda y no ver más a esa perra.

Al menos consiguió que lo dejarán salir por unas cuantas horas a cambio de ser tratado como su maldito perro.

Luego de dejar caer lágrimas de enojo se limpió la cara y agarro su ropa para vestirse después de darse un baño, quería quitarse esa horrible sensación de su cuerpo.

Estaba un poco descuidado por la mala alimentación que llevaba y las noches de insomnio que pasaba cada que las voces de su cabeza no se callaban.

Al estar listo se puso una chamarra negra y con lentitud abrió la puerta bajo la atenta mirada de la mayor.

--No vuelvas tarde hijo, mamá se pondrá muy triste si no llegas y tú no quieres eso, ¿Verdad?

El pecoso suspiro antes de responder sin ánimos un "No"

No estaba seguro a donde iría, pero cualquier lugar es mejor que su casa, así que camino por la avenida principal, tal vez iría a visitar a su única amiga, aunque eso signifique tener que encontrarse con Katsuki y su pandilla.

Ellos no tenían una buena relación por eso trataba de toparse lo menos posible con él.

Ya estaba cerca y pudo distinguir una cabellera rubia saliendo de una tienda de comestibles, cuando la mujer volteó y lo vio no pudo evitar gritar su nombre mientras corría a su encuentro.

--Zuzu~ qué milagro verte por aquí ¿Por qué no me avisaste que venías? -Dijo la chica con un aire infantil mientras era apartada por el pecoso ya que no le gustaba que se le pegara demasiado..

--Sé me olvidó Toga -Dijo con una voz áspera mientras se topaba con la mirada roja del cenizo quien le hacía señas a uno de sus compañeros para irle a dar el encuentro- Tenemos que irnos.

Avisó para tomar a la chica del brazo y comenzar a caminar por el lado contrario, pero fue en vano.

--¿Qué acaso no piensas saludar a un buen amigo? Maldita alimaña -hablo mientras dos chicos se pusieron en frente del pecoso para cerrarle el paso- Cuántas veces tengo que repetírtelo para que te entre en esa cabeza hueca. No-te-quiero-aquí -su tono se mantenía calmado ya que Toga se encontraba con ellos.

--Katsuki ya déjalo, él nada te ha hecho -defendió la fémina mientras se ponía delante del peliverde.

--Querida Toga, tanta pena te da este pobre muerto de hambre -eso molesto a la chica- Y tú escoria, ¿No te avergüenza que está dulce e ingenua chica te defienda? Eres patético.

--YA PARA CON ES-

--Sí, sí, ya lo sé, no quiero perder mi tiempo con este tipo que no tiene ni donde caerse muerto -con una seña indico a los otros dos chicos que los dejaran en paz.

Toga seguía con la mirada a ese grupo sin percatarse que el peliverde comenzaba a alejarse. No parecía importarle las amenazas del cenizo ya que vivía cosas peores cada día y agradecía que Toga lo defendiera, aunque no tenía por qué hacerlo.

--¡Zuku, espera! -dijo la rubia mientras corría hasta lograr alcanzar al pecoso- Ey, no te molestes sabes que solo lo hace por despecho ya que no acepte salir con él.

--No quiero meterte en problemas así que vete a tu casa -Dijo mirándola a los ojos y dándole una cálida sonrisa- La próxima vez te avisaré.

Pero la chica lo tomo de la mano haciéndolo incomodar por el contacto físico y sabía lo que diría, ya se lo ha estado diciendo cada que se encuentran.

--Izuku... Ya sé que te lo he dicho antes, pero por favor acepta ser mi novio -Dijo mientras se acercaba un poco al rostro del pecoso quien tuvo que retroceder un paso.

Tuvo que hacer un gran esfuerzo para no mostrar una cara de asco por tener tan cerca a la chica y mostrar una sonrisa en su lugar.

--Lo siento, pero no puedo.

La rubia entristeció porque tenía la vaga esperanza de que esta vez logré que el pecoso saliera con ella, lástima que no fue así.

--Entiendo, solo espero que nuestra amistad no se rompa por esto.

“Amistad”, “Amor” esas palabras solo son una vil excusa para poder amarrar a alguien a su lado y hacer su vida un infierno como la de él. No quiere nada de eso si implica recibir azotes con látigos hasta dejar su espalda ensangrentada o hacer cosas que no esté de acuerdo por complacer a la otra persona... algunas de esas cosas que erizan su piel y no lo dejan dormir por las noches ya que se siente sucio.

Esas palabras dañan y él más que nadie sabe eso, el cariño no existe, todos buscan algo que obtener de los demás, todos son esclavos de este escenario de la vida.

Una vida llena de dolor y sufrimiento, una vida muerta.

Locura artificial (DekuKatsu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora