5: Balrog

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Cada día que pasaba, se volvían más pesados y agotadores para la comunidad del anillo, la ausencia de luz hacia que a todos les entrará sueño o simplemente quisieran dormir cuando no debían.

—Eva, Eva, vamos Eva arriba. -la nombrada refrego sus ojos tratando de despertar mejor.

—Que ocurre? -observo a su hermano quien le tendió la mano ayudandola a levantarse.

—Debemos continuar.

La castaña asintió y ya volvieron a emprender viaje esta vez ya más renovados y con más ánimos para terminar de cruzar lo antes posible las oscuras y siniestras minas.

•~•~•

—Noo! -gimli se arrodillo frente a una pequeña tumba en el centro de la sala mientras se lamentaba.

—Aquí yace Balin, hijo de Fundin, señor de Moría. -todos allí guardaron silencio en señal de respeto hacia Gimli quien no dejaba de llorar.

—Debamos seguir, no podemos quedarnos. -el susurro de legolas fue lo suficientemente alto para que Eva y Aragorn lo escucharan.

Gandalf leia un libro que encontró entre las manos de un cadáver a un costado de la tumba mientras todos lo miraban y prestaban atención a él.

Un gran ruido hizo que todos se sobresaltaran y miraran con reproche a Pippin quien había hecho caer un esqueleto a un pozo. Todos guardaron silencio esperando lo peor.

—Pero que tonto eres. -cerró fuertemente el libro que tenía en sus manos. —Porque no te arrojas tu mismo y nos libras de tu estupidez. -pippin solo bajo la cabeza en señal de arrepentimiento.

Pero, un ruido, tambores, cada vez se hacían más frecuentes y se oían más cerca de donde se encontraban.  Rápidamente todos empezaron a buscar cosas para sellar las puertas.

Boromir al salir a observar si algo se acercaba casi recibe una flecha en el cráneo si no hubiese sido por Eva quien lo jalo hacia atrás evitando su muerte.

—Me debes una. -entre ambos cerraron las puertas y empezaron a sellarlar con lo que sea que encontrarán.

—Te lo agradezco. -le dedico una corta sonría para luego seguir con su trabajo. —Pero lamento informar que viene un maldito troll.

—Ah! Déjenlos entrar, aun queda un enano con vida en moria -Gimli se encontraba sobre la tumba mientras se preparaba para recibir a los queridos invitados.

—A que te gano, rubio. -Eva se posiciono al lado del oji-azul mientras preparaba su arco.

—Te atrevez a competir con un elfo? -Legolas saco tres flechas y las preparo.

—La pregunta es, a que no me atrevo? -miro de reojo a su rival quien solo rió por lo bajo y se concentro en las cabezas que empezaban a aparecer en los orificios de la puerta.

8,9,10 y así seguían hasta que la puerta ya no resistió y con ella entraron todas esas asquerosas bestias. Eva guardo el arco y desenvaino su espada que con gran destreza hizo volar cabezas en un abrir y cerrar de ojos. Vio a los hobbits en aprietos así que corrió hacia ellos lo más rápido que pudo y se posiciono delante de ellos.

—Tranquilos, sera como preparar una sabrosa sopa. -y así empezó a decapitar a cualquier orco que tratase de acercarse a los hobbits o a ella sin perder de vista a los nombrados puesto que con uno que se moviera de su lugar ya estaría muerto.

Sin embargo tuvo que separarse de ellos ya que los orcos lograron acorrarla y tenía que deshacerse de ellos si no quería terminar sin cabeza.

Al terminar no encontraba a los hobbits pero si vio algo que hizo que por unos segundos su corazón se paralizará.

𝘓𝘜𝘡 𝘋𝘌 𝘔𝘐 𝘝𝘐𝘋𝘈  ~  𝘓𝘦𝘨𝘰𝘭𝘢𝘴 𝘎𝘳𝘦𝘦𝘯𝘭𝘦𝘢𝘧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora