El fue mi perdición y también mi tentación.
- No te dejes engañar amor, soy el diablo disfrazado.
"Al final siempre caemos en lo que más deseamos"
[1er libro]
[Editando]
James es descrito como un hombre intimidante. Era alto, tenía una espalda ancha y brazos fuertes llenos de tatuajes, hermosos ojos azules y una mirada que te provoca tantos deseos. Siempre se vestía elegante, con trajes de miles de dolares.
Quien diría que ese hombre que parece que no le tiene miedo a nada ni a nadie, tendría un lado amable.
Después de la ducha, me puse una de las camisas de James, me senté en la cama a procesar todo lo que había pasado. Se sintió tan bien que ni siquiera la culpa me molestaba, aunque una parte de mi de sentía mal por Alex, dios me iré al infierno.
[...]
Había pasado ya una semana desde que yo y James...bueno no hace falta explicarlo. Esta noche sería la gran fiesta de la familia Santoro, James me había advertido que tuviera cuidado ya que no todos sus familiares estaban completamente cuerdos.
Toda la semana había tenido mucha ansiedad, por lo que había escuchado el asunto con Fredrick Meyer se complicado demasiado, pero nadie me decía nada.
- Lista para conocer a todo el clan Santoro??- dijo Jason sentándose a mi lado en la sala.
- Dios no, si apenas puedo con ustedes dos.
- En el fondo nos quieres.
- Solo un poco. Ya dime, ¿quien es el peor de toda tu familia?
- Bien, hay uno que si que es un hijo de puta, sicario, mata a sangre fría y un auténtico narcisista, hablo enserió, hasta esta diagnosticado y todo.
- Perfecto otro loco, como es que se llama?
- Hagamos una apuesta, adivina hoy en la fiesta quien es entre todos, si ganas convencere a mi hermano de que traiga a Amelia o a quien tu quieras, si pierdes, tendrás que ser tu quien acompañe a James a las malditas reuniones de negocios y créeme son MUY aburridas.
- Trato hecho.
Después de mi charla con Jason fui a mi dormitorio a arreglarme. Saqué el vestido que me había regalado James, era bastante hermoso. Me comencé a arreglar, quería algo sencillo y a la vez llamativo.
Unas cuantas horas después llame a Mary para que me pudiera tomar unas fotos, la verdad es que me sentía muy hermosa.
- Por dios, mi niña te ves muy linda.
- Gracias Mary- dije sonrojada.
- Te tomaré una foto, acomódate linda.
- Justo te iba a pedir eso.
Hoy sería una gran noche, o ese esperaba. Admito que estaba nerviosa, conocer a tres de la familia Santoro daba miedo, no quiero imaginar lo que sería conocer a toda la familia.
- Ten linda- dijo Mary dándome las fotos.
- Gracias- suspire- Mary, ¿que es lo que me espera esta noche?
- Ay querida, esta fiesta es como una auténtica reunión de lobos- dijo ella para después salir de mi dormitorio.
Al ver mis fotos pensé en Amelia, en como me gustaría que estuviera conmigo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.