Flores de Papel ; YoonMin

Chapter 7 : People

Narra YoonGi:

Hay muchos tipos de personas en este mundo.

Me había estado preguntando constantemente, qué tipo de persona era yo.

En este mundo hay personas malas y personas buenas, la pregunta era; ¿estaba más cerca del mal que del bien?

Bien sabía que era "raro" estar enamorado de un hombre, siendo yo, un hombre.

"¿Pero era malo estar enamorado, realmente?"

Estaba en mi cama recostado, mirando aquel techo blanco con la mano sobre mi frente.

Desde que desperté, me había puesto a pensar en tantas cosas, recordaba todo lo que me había dicho Jin-hyung el otro día, y de repente me sentí vacío, me daba miedo tener que hablar de esto con NamJoon y HoSeok.

"¿Qué tal si no me aceptaban?"

Sinceramente, NamJoon siempre era muy estricto conmigo, a veces me daba miedo lo que pudiera decirme, sabía que él me quería mucho y que solo buscaba protegerme pero... a veces me sentía abrumado por su forma de demostrar afecto.

Solté un suspiro pesado y me senté en la cama.

El otro día SeokJin-hyung y yo charlamos acerca de muchas cosas, llegamos a varias conclusiones, y por primera vez, se sintió tan bien ser tan querido y aceptado, apoyado.

Era una manera distinta de amor.

Fruncí el ceño antes de decidirme a tomar el teléfono para llamar a NamJoon.

Timbro unas veces antes de que él contestara – ¿Hola? - Su voz sonó de pronto, parecía distraído, tal vez desinteresado, igual que siempre.

–NamJoon- Pronuncie su nombre tan despacio como si no quisiera decirlo, en realidad yo me estaba obligando a hablarle sobre el tema, solo porque sabía que no podría hablarlo con nadie más y que él también podría ayudarme.

– ¿YoonGi?, ¿Qué sucede hyung? - Escuché en su voz algo de preocupación.

Me apresure a decir cualquier cosa, sin pensarlo demasiado –Tenemos que hablar, trae a HoSeok contigo- Corte la llamada tan rápido como quité mi celular de mi oreja.

Deje mis manos sobre mis piernas por un momento y mire al frente, me quedé callado, en blanco.

(...)

Ahora me encontraba sentado frente a mis amigos, ambos me miraban fijamente esperando a que yo hablara.

HoSeok se veía preocupado y ansioso y NamJoon se veía serio con una expresión de tristeza.

Sentía que me temblaban levemente las piernas por la ansiedad que me causaban sus miradas y que yo tuviera que hablar, durante un largo rato.

–Yo...- Sé me corto la voz en cuanto quise empezar a hablar.

Sentí un nudo en la garganta y me quise cubrir los ojos con mis manos, pero tuve que aguantar.

Agaché la cabeza y traté de hablar de nuevo –Tengo que contarles algo- Mi voz sonó firme esta vez, realmente me estaba esforzando por hacer todo esto.

–Me... Me empezó a gustar alguien- Mire por un momento con curiosidad a mis amigos, ellos estaban esperando a que dijera algo más, así que eso me hizo sentir más confiado.

–Quisiera decirles que... esta persona no tiene la culpa de nada, yo... solo me enamore de alguien... ¿Un poco difícil? - Miraba el piso y movía mis manos de manera ansiosa, no quería decirles pero tenía que hacerlo.

–Me gusta un chico- Frene todas las palabras que se me podían ocurrir, ¿sería eso suficiente? ¿O necesitaría explicarles más cosas?

Me quedé por un gran rato mirando el piso, no podía reunir el valor para levantar la mirada y verlos.

– ¿Y? Eso qué más da- Escuché la gruesa voz de NamJoon, aquel comentario me hizo levantar la cabeza.

Lo miré a los ojos y tenía esa mirada que ya conocía bien, la misma que tenía cuando peleó con sus padres porque les había dicho que quería estudiar música.

La mirada de decisión.

Estaba tan sorprendido que no podía hablar.

–Eso... - Voltee a ver a HoSeok quien ahora estaba hablando –No tiene nada de malo.

Me sonrió mientras me veía con unos ojos que reflejaban dolor.

¿Yo les causaba ese dolor? O más bien, se los estaba transmitiendo.

Sentí como mis ojos picaban, fruncí el ceño levemente y sentí como iban resbalando algunas lágrimas.

Estaba aliviado y adolorido al mismo tiempo.

Cerré los ojos y me dejé llevar por el momento, me cubrí la cara con las manos mientras soltaba sollozos.

Sentí un cálido abrazo de mi lado izquierdo y unas palmaditas en la espalda por mi lado derecho, y entonces supe que estaba bien.

No me había equivocado al enamorarme así.

Y estaba agradecido de haberlo hecho, sino hubiera pasado,jamás me hubiera enterado de que esta era mi verdadera casa, mi gente.