Flores de Papel ; YoonMin

Chapter 4 : A Love Like a Song

Narra YoonGi:

Estaba sentado en el piso, viendo un árbol del jardín de la escuela, sus hojas se movían de un lado a otro con ayuda del viento.

Escuché como alguien se acercaba, pero no vi a nadie alrededor, así que supuse que estaba en una banca que se encontraba detrás de donde yo permanecía sentado, estando solamente separados por un arbusto.

Seguramente la persona que se sentó en la banca no vio a nadie, porque yo estaba escondido detrás del arbusto, supongo que por eso empezó a cantar.

Su voz era suave y clara, me transmitía mucha paz, tranquilidad, y la verdad cantaba muy bien.

"I want you to be your light, baby

You should be your light"

De repente dejo de cantar, eso me desconcertó así que me levanté de donde estaba sentado para ver quien cantaba, me asomé por arriba del arbusto, y me topé con su mirada...

Sus bellos ojos avellana, con pestañas delgadas que caían levemente, su expresión era de sorpresa, y sus labios estaban ligeramente abiertos.

–Eres tú- Dijo mientras me veía, de pronto se tapó la cara con las manos – ¡Qué vergüenza! - Saltó en su lugar y movió sus manos a todos lados, de manera ansiosa.

– ¿Tú cantas? - Apenas y pude preguntar aquello, que él cantara parecía una coincidencia, a mí me encantaba la música, tanto que aprendí a tocar el piano.

Sus manos se deslizaron por su rostro, aun cubriendo su boca, asintió con la cabeza, él parecía muy tierno, tanto que me daban ganas de acariciar su cabello.

Me quedé parado un momento, solo viéndolo, él miraba el piso y se movía de un lado a otro, seguramente incómodo.

"¿Qué se supone que deberíamos hacer en estas situaciones?"

– ¿No dirás nada? - Preguntó dirigiéndome una mirada curiosa.

– ¿Qué debería decir? - Solté, no era como si necesitara mentirle o fingir, ni siquiera lo conocía, a pesar de verlo a diario, seguíamos siendo desconocidos.

Se acercó un poco y quitó las manos de su rostro, una sonrisa se formaba en sus labios – ¿Te gustó? - Sus ojos parecían que brillaban y mi corazón latía con fuerza, tal vez había conseguido sonrojarme.

Un silencio corto se quedó entre nosotros, la verdad me sentía algo sorprendido, él quería intentar hablar conmigo.

–Tu voz es hermosa- Dije aquello sin pensarlo mucho, y me maldije a mí mismo cuando me di cuenta de lo que había dicho.