Primera vez

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Apenas cruzaron el umbral de la puerta del hogar del moreno los labios del castaño fueron tomados con fuerza, a penas y podía seguir el ritmo al corresponderle. Hacía mucho que no besaba a nadie y jamás tan duro como en ese momento, se quejaba por momentos cuando sus labios eran lastimados por los colmillos de Miguel. A tropezones avanzaron por el lugar sin dejar de besarse, mientras se despojaban de la parte superior de sus trajes. Cuando llegaron a la habitación Peter fue empujado contra la cama mientras O'Hara se ponía de rodillas entre sus piernas para acariciar cada centímetros de sus muslos.


Miguel se encontraba extasiado al poder tocar a Peter, poder besarle, recorrer cada parte de la piel expuesta de su pecho y abdomen con sus labios y lengua, escuchar suspirar y jadear al otro era música para sus oídos. Sin mucha paciencia rasgó la parte inferior del traje de Peter para eliminar la molesta tela que le mantenía alejado de su piel y no pudo evitar sonreír satisfecho al notar la erección del otro.


— No mires. – Pidió sonrojado mientras cubría su rostro con su antebrazo, no terminaba de creer lo que estaba sucediendo.


— Pero quiero verlo todo, saborearlo todo. – Al estar acostado Peter en la cama, Miguel sujetó sus piernas para apoyar las rodillas del castaño sobre su hombros mientras lo sujetaba de la cadera para alzarla lo suficiente para alcanzar su entrepierna y así deslizar su lengua por toda la extensión de Peter el cual gimió.


En algún punto Peter dejó de cubrir su rostro para mirar con atención como el moreno lamía su pene, pero aunque aquello resultaba demasiado excitante, también temía que le hiciera daño con sus colmillos, quizá Miguel podía leer la mente porque retrajo sus colmillos antes de engullir la erección de quien dejaba caer su cabeza hacía atrás gimiendo por la fuerza de la succión. Su pene era tragado una y otra vez dejando su mente en blanco en cada succión así como logrando que sus piernas temblaran de puro placer, no pudo evitar dejarse llevar descargando en la boca de Miguel. Este sacó el pene de Peter de su boca y sacó la lengua para que parte del viscoso liquido blanco cayera en la entrepierna de su dueño hasta deslizarse por su trasero. El moreno frotó uno de sus dedos en la entrada de quien jadeaba nervioso ante lo que pasaría, se tensó cuando uno de los dígitos entró en él causándole incomodidad.


Miguel se detuvo por un momento, solo para bajar las piernas de Peter de sus hombros y darle la vuelta con cuidado dejándole boca abajo en la cama tras sacar su dedo del castaño. Admiró con éxtasis la vista que le proporcionaba el mayor. Acarició su espalda con una de sus garras sin llegar a cortarlo, notando como el otro arqueaba levemente su espalda mientras gemía bajo. Con ambas manos apretó su trasero con fuerza un par de veces antes de regresar a su labor frotando la entrada de Parker antes de invadirla de nuevo, tras unos minutos introdujo otro dedo mientras se inclinaba para repartir besos y leves mordidas sobre la espalda de quien se estaba entregando a él. Quería tomarlo de una, adentrarse tan adentro como pudiera, pero no quería lastimarlo, no era un omega que pudiera lubricar por si mismo, así que tenía que prepararlo apropiadamente. Siguió hundiendo sus dedos hasta encontrar el punto que logró que Peter gimiera con fuerza y olvidara la incomodidad de tener tres dedos dentro suyo.


No podía evitar tener leves espasmos cada vez que aquel dulce punto era presionado una y otra vez por los dedos del alfa, sus piernas temblaron cuando el vacío llegó a su interior al ser retirados los dígitos, pero no pasó demasiado tiempo antes de que su entrara fuera presionada por algo más grande.


Le asustaba lo que podría pasar si aquello entraba en él, pero el calor que inundaba su cuerpo por seguir siendo acariciado con tanta atención por Miguel lograba darle valor de no alejarse, de aferrarse con fuerza a las sabanas cuando el moreno comenzó a hundirse en su interior lenta y tortuosamente. Creyó que lo disfrutaría de principio a fin, pero dolía como el demonio, estaba casi seguro que sería desgarrado si continuaban.

InsensibleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora