-- CAPITULO 15--

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ZAILA 🥀

Escucho su orden clara y precisa, ya sentada sobre él, pongo mi parte más íntima sobre su cara como él me lo pidió.

—Agárrate del cabecero— me dice antes de dar la primera lamida, me siento estremecer, pasa su lengua por mis labios, mil sanaciones crecen dentro de mi que se extienden por todo mi cuerpo , con sus dientes mordisquea mi clítoris y lo deja latente y con un poco de escozor, después calma estas sensaciones con sus labios, succiona ese punto de placer y me retuerzo sobre él, al hacerlo, rozo con su nariz queme causa una fricción placentera, no puedo evitar cerrar los ojos por toda la excitación que siento.

—Sigue moviendo así, demuéstrame como te gusta, busca tú placer.

—Ah, Adriano, me encanta.

Su lengua burla mi entrada y me muevo deseosa de que llegue a ese punto, estoy demasiado excitada, mis jugos resbalan por toda su cara, sus manos acarician mi culo, una de ellas se desliza entre la parte interna de mis muslos para llegar a mi centro, dos de sus dedos se introducen en mi y me sacan un gemido, todo es un trabajo en conjunto, me encanta lo dedicado que es para hacerme sentir bien, siento mis paredes vaginales apretar sus dedos, su ligera barba me hace sentir sensaciones inimaginables .

—Ah, joder, no pares, estoy cerca—le suplico y me toma por las caderas para poder intensificar sus movimientos, su lengua maestra se mueve con destreza dentro de mi haciéndome chorrear más, si eso es posible, arqueo mi espalada en señal de éxtasis, siento un enorme placer recorrer mi cuerpo, los dedos de mis pies se aprietan, no puedo evitar tomar su cabello entre mis manos, estoy por correrme y se detiene en el momento justo.

—Joder, ¿por que has hecho eso?

—Date la vuelta, vas a chupármela y hacerme sentir bien, para que los dos nos corramos ¿si?— obedezco y ahora mi cara se encuentra a centímetros de su dotada virilidad, puta madre, es como un caramelo que quiero probar y nada me lo impide.

Bajo mi cabeza y le doy un besito en la punta, chupo el liquido pre-seminal que sale de ella y con mi saliva le lubrico la polla, lamo desde la base hasta su glande sintiendo como tiempla un poco, con mi mano comienzo a masajear sus bolas, sintiéndolas pesadas en mi palma, es tan limpio que me resulta placentero darle una mamada, meto todo lo puedo a mi cavidad oral, y mi cabeza sube y baja tratando de llevarlo más lejos, con mi otra mano intercalo para darle placer al resto que mi boca no puede, siento sus gruesas venas en mi boca.

—Ah, Zaila, no pares coño— se la mamo con destreza y me siento poderosa de hacerlo perder la fortaleza con mis habilidades, sigo empeñada moviéndome con destreza, haciendo que de su deliciosa boca salgan bajos gemidos.

Siento una de sus manos recoger mis fluidos y llevarlos a mi ano, uno de sus dedos juega con la entrada, esta vez no me tenso, me siento con mas confianza y mas receptiva, su dedo sale y entra de mi estrecho agujero, luego pasa su lengua por ahí haciéndome sentir un inimaginable placer, su polla pulsa en mi boca, haciendo que mi temperatura suba más, sin avisar me corro con un fuerte gemido, y Adriano empuja sus caderas para buscar su ansiada liberación, después de unas embestidas logra su orgasmo, los dos estamos jadeando y sudorosos, cuando mi respiración se recupera, me quito de encima suyo.

—Joder, eres perfecta dando mamadas— me rio y me siento sobre mis pies.

—Gracias por esas poéticas palabras señor.

Se para de la cama y se mete al baño, tiempo después regresa con una pequeña toalla húmeda en su mano y se acerca a mi.

—Recuéstate, voy a limpiarte—me ordena y pone una mano sobre mi pecho tratando de acostarme—. No, que incómodo.

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