180, DESPUÉS DE

XIV

Sakura tocó el timbre temblorosa, había luz en el interior de la casa, así que esperó a que él no estuviera dormido o sería bastante incómodo.

-Sakura – dijo él sorprendido –

-Hola Sasuke – dijo Sakura con una sonrisa incomoda - ¿Ya cenaste? Traje vino – dijo enseñando la botella con una sonrisa culpable–

Una pequeña sonrisa se dibujó en el rostro de Sasuke, asintió y se hizo a un lado de la puerta para que la pelirosa pudiera entrar. Los pensamientos de Sasuke ahora se sentían confusos, no podía ignorar lo ardiente que se veía Sakura, se veía sexy, se notaba y él podía notar, que ella se había arreglado así apropósito, pero ¿a propósito de qué?

Sakura entró a la casa del Uchiha y de inmediato fue hasta la cocina, sonrió mientras veía como en la cocina había una licuadora llena de tomates.

-¿Sopa de tomates? – preguntó la pelirosa con una sonrisa nostálgica –

-Sí, no tenía ganas de preparar algo más elaborado pero podemos pedir lo que sea que quieras comer o prepararlo –

Sakura sonrió mordiendo su labio, le deseaba, le deseaba tanto que se volvería loca si no volvía a ser suya esa noche.

-La sopa de tomates está perfecta, recuerdo cuando me preparaste una cuando enferme, no creo que lo recuerdes solo teníamos...-Sakura no pudo finalizar la frase –

-Quince – Sasuke la observó con intensidad – lo recuerdo todo muy bien –

Sakura volvió a morder su labio.

-¿Dónde tienes las copas? – Preguntó Sakura – para servir el vino, espero te guste el vino blanco-

Sasuke sacó un par de copas y Sakura sirvió el vino en las dos copas.

-¿Brindamos por algo? – preguntó Sasuke –

-Por esta noche – Sakura lo observó fijamente, con intensidad –

-Por esta noche – repitió Sasuke chocando su copa con la de Sakura antes de comenzar a beber-

Sasuke comenzó a preparar la sopa de tomates, que más bien era una crema, mientras Sakura comenzó a hacer los crutones de pan para acompañarla. El silencio reinaba en el lugar, Sasuke tenía su ceño levemente fruncido y no podía dejar de pensar, mientras colocaba la mezcla de la licuadora en la olla para que hirviera, en que hacía Sakura allí, tan jodidamente sexy, en su casa.

-¿Todo bien? – le preguntó Sakura con una sonrisa –

-Sí – dijo Sasuke – lo siento, estaba distraído –

-Sí – dijo Sakura un poco incomoda – quizá no debí venir, puedo irme si lo deseas –

Sasuke observó a Sakura un instante en silencio, tenía muchas dudas en ese momento, pero si de una cosa estaba seguro, era de que no quería que Sakura se fuera de allí, ojalá nunca.

La distancia que los separaba era mínima y en el terror de la posibilidad de que Sasuke le fuera a pedir que se fuera Sakura acortó la distancia que los separaba y colocó sus labios sobre los del Uchiha.

El beso era intenso, casi desesperado, se separaron un instante y Sasuke apagó la cocina, a la mierda la sopa y la cena, esto era mucho más importante.

Sakura colocó sus brazos alrededor de su cuello y volvió a besarlo mordiendo su labio, quería y necesitaba ser de Sasuke de nuevo. Las manos de Sasuke iban desde la cintura de Sakura, hasta sus piernas, sus pechos y por todo su cuerpo, necesitaba tocarla, esa era la única prueba de que no estaba soñando.