Capitulo 7

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{NO CORREGIDO}

— ¡Chinga tu madre Sanzu, mi peluche!

Sanzu miraba con fastidio a la menor, que no dejaba de maldecirlo, empezaba a creer que su hermano había malcriado demasiado a está niña. Todo lo que quería, siempre, tarde o temprano lo obtenía.

— Tranquila Senju, te regalaré otro, ¿Sí?

Takemichi trataba de parar los lloriqueos de la menor, ¿Se preguntarán qué está sucediendo? Pues...

Ya habían pasado algunos días, desde los últimos sucesos, Takemichi había hecho caso a su madre y con un extremo cuidado, siendo casi una misión imposible, sacó a Senju y Sanzu del palacio principal, para llevarlos al de su madre. Había sido imposible, por el simple hecho de que los Haitani parecían estar por todo lados, hermanos tenían que ser.

Pero a pesar de todo, habían logrado llegar con éxito al palacio de su madre, pero ahora mismo, debía lidiar con el berrinche de la menor, debido a que Sanzu había quemado "por accidente" el peluche de la peli blanca.

— De igual forma, estaba feo y daba miedo

Senju fulminó a Sanzu con la mirada y se le tiro encima, dispuesta a todo, menos a dejarlo ir sin un golpe siquiera. Takemichi rápidamente se interpuso y aunque estaba de acuerdo con Sanzu, sabía que ese "accidente" no eran tan accidental.

Después de que su discusión se alargará más y más, Takemichi se resignó, no podía interponerse en la pelea de hermanos, así que resignado, dejó al dúo en la habitación y fue nuevamente al recibimiento principal, las personas que se encargaban de la limpieza del castillo de su madre, tenían miedo de que si el rey se diese cuenta, ellos se metieran en problemas, pero Takemichi prometió que sería sólo temporal, por lo que no tuvieron de otra, que acceder.

En estos días que habían pasado, Takemichi había descubierto varias cosas. Una de ellas, es que Sanzu era muy bueno con lo que respecta a la magia y ni hablar de su condición física, por otro lado, Senju era una gran hechicera a la par de su hermano, a pesar de que está, era menor que ambos.

Estaba admirando el gran patio que tenía el palacio de su madre, hasta que alguien tocó su hombro, Takemichi no se inmutó, por sus pasos, podía deducir quién era.

— ¿Si, Sanzu?— Cuestionó Takemichi girando su cabeza, hacía el recién mencionado.

— Hay algo de lo que eh querido hablar contigo desde hace tiempo Hanagaki.

Takemichi frunció el seño confundido y también algo fastidiado porque por más que lo había intentado, Sanzu sólo le llamaba por su apellido y en algunos casos, por insultos, a diferencia de Sanzu que ya hasta un apodo le había puesto. Pero sin mucho rodeo, cuestionó acerca de que quería hablar.

— Cuando ayudaste a Senju, usaste magia de curación, ¿No es así?

Takemichi asintió sin mucho problema, no entendía a qué venía todo esto, ni a dónde quería llegar con esa pregunta. Estaba enterado acerca de las creencias de que eran raras las personas que podían usar esa magia y que eran personas muy preciadas para el reino, pero era un príncipe, así que era algo normal, ¿No?

— En esté lugar, las personas como tú son apreciadas por su talento y su rareza, pero... Hanagaki, tú no eres hijo legitimo de la corona real, por lo que... Si de por sí, ex extraño que haya personas con ese don, todas han pertenecido a familias nobles o la realeza y tú-

Fue interrumpido por el grito de Senju, que buscaba a Takemichi para que le leyera algo de la biblioteca. Sanzu amaba a su hermana, pero llegaba a ser tan inoportuna, sólo calló una vez más y fue hasta ella, cargándola cómo costal de papas, y antes de llevársela, miró otra vez a Takemichi, con sólo la mica de su boca, diciendo un "Seguiremos más tarde con esta plática"

I'll be what you made me be (Allxtakemichi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora