Día infernal.

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Narra: Renata.

Mis ojos se abrieron ligeramente al sentir el ruidoso sonido de mi alarma, eran las 6 A.M... Lo único que deseaba era seguir en los brazos de Morfeo.

-Maldita sea...- Murmure, quejándome y con múltiples dolores... No fue mi mejor noche de descanso.

Me levanté con pesar, yendo al baño para poder asearme de manera debida... Bueno, era lavarme la cara y los dientes, pero funciona, no podía meterme a bañar a las 6 de la mañana.

Volví a mi habitación bostezando. Me dirigí a mi closet y comencé a sacar un conjunto de ropa. Hacía frío, no me pondría una falda, elegí unos skinny jeans ajustados de tiro bajo con un top largo ajustado también. Finalmente me coloque mi chaqueta y mis zapatillas.

Baje a la cocina, mi estómago gruñía por mi apetito... Sin embargo, no había nada... Cómo siempre.

-Mierda... Se me olvidó ir a comprar- Dije y me senté en un sillón cercano.

Me independice hace tan solo 2 meses, ya que me salió un trabajo importante en esta ciudad, Raccoon city.

Prendí la televisión, con esperanza que hubiera algo entretenido o algo que me llamara la atención... No había absolutamente nada, suspiré ya agotada, no quería más y eso que solo han pasado 30 minutos que desperté.

Decidí irme ya a mi trabajo, que era en una oficina del departamento de la policía. Salí de mi casa y comencé a caminar, la brisa la sentía a través de mis poros, llenando mi piel, me relajaban demasiado.

Pronto llegue a mi trabajo, sonreí levemente y entre.

-Buenos días- Dije a todo el personal presente.

-Buenos días señorita Renata. ¿Eres la nueva no? - Dijo otra chica mirándome.

- Bueno... Nueva entre comillas, llegue hace 1 mes - Dije forzando una sonrisa.

-Oh, bueno, espero que te vaya bien! - Dijo la chica antes de irse.

Suspire pesadamente, otro día de laburo pesado. Soy 'secretaria' (a veces me excluyen de mi propio trabajo) y siempre debo estar al tanto de todos los casos para poder dárselos a los policías a cargo.

Iba caminando para llegar a mi oficina. Escuche una conversación por afuera de una puerta... Al parecer era el supervisor y el jefe.

-Se que esto está mal... Ya, no importa- Pensé, riéndome ligeramente.

Coloque mi cabeza de lado contra la puerta, de tal manera que mi oído quedará justo al lado de la puerta presionado.

-¿Aun no llega? - Pregunto al parecer el jefe

-¡No!, ¡Ese novato aun no llega! Y es su primer día de trabajo recién- Reconocí de inmediato esa voz anciana del supervisor

- Qué idiota, ¿quien llega tarde su primer día de trabajo? - Dije, soltando una leve risa.

Pronto la puerta se movió, dándome un gran susto.

-¿Eh? ¿¡Y tu que quieres!? - Parecía irritado...

¡Rápido! Una escusa.

-Y-yo... Quería saludar- Dije soltando una leve risa nerviosa.

Soy una grandísima idiota...

El supervisor rodeo los ojos, parecía aun más irritado.

-¿¡Y que!? ¡Ya vete a tu lugar de trabajo! - Demandó, dando una media vuelta y alejándose.

Suspire pesadamente, pero a la vez me sentía aliviada... Por lo menos no hizo muchas preguntas.

Fui directo a mi lugar de trabajo, me senté en mi escritorio y hice lo que debía.

Cuanto paso?... menos de 2 horas... Oh debí haber comido algo.

...

Estaba ya terminando de ordenar mi segundo caso a cargo, cuando escuche una fuerte explosión. Todos gritaron asustados, mirando hacia todos lados para descubrir de donde provenía ese agudo sonido.

-¿Qué demonios...? - Fue lo único que logre susurrar.

Pronto todas las personas que se encontraban en la calle comenzaron a correr y gritar.

¿¡Que sucede!?

Rápidamente fui a una ventana cercana, para ver que pasaba.

Nunca debí haber hecho eso.

La gente corría desesperadamente, mientras que... Otras cosas que no se pueden llamar humanos los perseguían. Presencié la muerte de muchas personas mientras miraba por la ventana. Mis lágrimas comenzaron a recorrer por todo mi rostro, humedeciéndolo.
Antes de darme cuenta, todos habían evacuado, solo estaba yo sola... Eso me hizo caer en pánico.
Pronto se fue la luz, las ventanas se comenzaron a romper, todo esto solo alimentaba mi pánico... Y ahí fue cuando los ví de cerca.

Eran un asco, olían extremadamente mal, estaban desgarrados llenos de sangre. No se cómo logré no vomitar.

Me alejaba de esas cosas en estado de shock, al parecer esas cosas aún no se daban cuenta de mi presencia. Un gran mueble cayó a mi lado, haciéndome gritar del susto... Oh no.

Esas cosas vinieron corriendo por mi, yo solo pude salir con todas mis fuerzas de esa sala. Sabía defenderme, pero no creo que taekwondo sirva mucho en estos casos.

Estaba acorralada, escuchaba los crujidos y gritos de esas cosas... Solo pude caer al suelo, llorando y arrastrándome por el.

Era mi final...

Escuché unos disparos en la otra habitación, dejándome completamente helada en el suelo. No iba ser la mejor opción gritar, esas cosas me escucharían.

Me levanté del suelo, algo aturdida y camine lentamente hacia el sonido de los disparos. Sin darme cuenta, había una de esas cosas detrás de mi... Solo escuche sus gruñido y se abalanzo a mi.

-¡HEY!- grito quien quiera que sea, me tomo por el cuello de mi camisa y me atrajo a sus brazos, y le disparo al caníbal que estaba detrás mío.

Me quedé quieta, en shock y temblando ligeramente por el miedo. Esa persona me atrajo más a sus brazos.

- ¡TENEMOS QUE CORRER!, ¡VAMOS! - Grito y me tomo la mano, corriendo a toda velocidad. Yo solo pude seguir su ritmo, no quería ser un estorbo...

Finalmente, salimos de la comisaría, pero al ver el exterior... Solo pude sollozar.

¿¡Que sucedió aquí!? ¡No han pasado ni 3 horas y la ciudad es un infierno!

Me quedé en shock, mirando como lo edificios se quemaban, algunos hasta explotaban y esas cosas corrían.

-¡Tenemos que buscar un lugar seguro!- G}rito esa persona, tomándome nuevamente de la mano y salimos corriendo.

Todo era un total caos, todo lo que alguna vez trabaje o desayuné en esos lugares... Estaban completamente destruidos.






¿Quien es este chico...?

Entre La Tierra Y El Infierno Donde viven las historias. Descúbrelo ahora