Entre La Tierra Y El Infierno

Incomodidad..

Narra Leon

No entiendo absolutamente nada... Se supone que hoy sería un gran día, mi primer día como oficial.

Bueno, parece qué el mundo tiene otros planes...

Entre casi desesperado a la comisaría, todo lo que pude ver fue los estantes tirados en el piso y miles de papeles en el suelo. Mire a mis alrededores, en busca de alguna hostilidad.

El que busca siempre encuentra, no?

Pose mis ojos en... Esa monstruosidad, era asqueroso, estaba lleno de sangre y con el rostro deforme, su piel desgarrada. No lo dude ni un momento y dispare a esa cosa en el pecho, pero no le hizo ni cosquillas. Mientras seguía apuntando iba avanzando en reversa, sin darle la espalda a esa cosa.

Mala idea.

Sentí un fuerte gruñido a mi espalda, y sentí esas manos asquerosas por mi espalda y estaba apunto de morderme. Lo patee, haciéndolo retroceder y le dispare en el pecho. Nada, no le hizo absolutamente nada.

- Que son estás mierdas!? - maldije y comencé a correr contra su dirección. A la suficiente distancia, comencé a dispararles, gaste más de 5 balas en cada uno...

Escuché un pequeño grito desde la otra habitación, mi instinto solo me dijo sálvalo.

Corrí en dirección a ese sonido, y vi a una chica corriendo, pero con una de esas cosas detrás de ella. Ni siquiera me preocupe de ser gentil con mi agarre y la tome del cuello de su camisa y la jale hacia mi cuerpo, le dispare en la cabeza a esa cosa.

- TENEMOS QUE CORRER! VAMOS! - exclamé. Tome la mano de la chica y salí corriendo de la estación policial.

Que paso!?

La ciudad, absolutamente toda la ciudad estaba envuelta en llamas, todo lo que alguna vez mire y disfrute... Se había desvanecido en unas horas.

- Hay que buscar refugio! Ven! - volví a gritar, tomando la mano de la chica y corriendo por las calles. Era un desastre, esas cosas gruñían y corrían por todos lados buscando humanos.

A lo lejos, Vi una pequeña casa que parecía abandonada. Rápidamente la señale.

-mira! Ahí estaremos bien!- volví a decir, mirando a la chica. La chica estaba en shock, solo podía correr a mi velocidad. Sus ojos estaban sin ningún tipo de señal de vida y su rostro completamente pálido.

-No te preocupes, te cuidare y protegeré!- dije confiado y volví a mirar al frente.

Narra Renata

NO NO NO! QUE PASA AQUI!? QUE SUCEDE!?

No podía respirar correctamente, me dolían los músculos, mis pulmones ardían... sentía todos mis huesos crujir. Mis pulmones no daban mas, solo mi instinto me decía que debía correr a su velocidad.

Era todo un desastre, solo quería llegar rápidamente a la casa abandonada...

Por fin llegamos, mis pulmones dolían y mi pecho estaba torturándome

Al llegar, el chico cerro la puerta con fuerza y yo caí al suelo.

- Oye! Que sucede!? - dijo bastante preocupado. No lo escuchaba correctamente, veía un poco borroso y mi pecho cada vez dolía más.

El chico me miraba con miedo y se agachó a mi lado, mirándome con preocupación.

Finalmente, cerré mis ojos y trate de estabilizar mi respiración, pero estaba agotada.

- Oye, mírame, que te paso? - dijo preocupado por mi salud.

Yo apenas podía armar mis palabras, me costaba un mundo.

- S-si... Estoy bien - tartamudee, sentándome y agarrando mi cabeza, me comenzó a doler levemente.

- tienes alguna idea de lo que sucede en esta ciudad!? - pregunto muy desesperadamente.

- No lo se - respondí suspirando.

Narra hablante lírico.

Los dos estaban igual de confundidos por lo que sucedía, y más aquel chico que no paraba de temblar.

- Bien, mi nombre es...- las palabras de chico se cortaron cuando un fuerte ruido se escuchó en las calles.

Se acercó con sigilo a la ventana, y observó detenidamente mientras procesaba el infierno que veía.

- Que mierda son esas cosas...? - pregunto el chico.

Por otro lado, Renata estaba aún sentada en el suelo con la cabeza entre las manos, no quería saber más de aquellas cosas que ahora la perturbaban.

-Q-que? No lo se... Son caníbales... Pero asquerosos... Mutados- dijo, saltando un gran suspiro de cansancio y miro al chico.

-Yo me llamo Renata...- murmuró, levantándose del sueño.

Narra León

Al por fin escuchar el nombre de la misteriosa chica con poca resistencia, voltee a verla, analizándola más a detalle.

Era linda...

- Ya veo... Un gusto, Renata... Yo soy León - respondí, con la esperanza de estrechar nuestras manos, y así fue.

Sin embargo, otra vez escuchamos una muy fuerte explosión, rápidamente me coloque en el ventana y mire la escena tan devastadora.

Habían sobrevivientes!

-Renata! Mira! Hay gente viva!- exclamé, y rápidamente la mire.

Ella parecía asustada y agotada. No quise forzarla a seguirme, ya que yo quería salvarlos.

-espérame aquí s- mis palabras fueron cortadas por las de ellas

-No me dejes sola! Por favor!-

En su mirada se veía el miedo profundo, me partió en corazón...

En ese momento prometí... Protegerla y nunca dejarla sola.

La mire impresionado, pero luego eso se transformo a una sonrisa amable.

-Entonces, acompáñame- dije y tome su mano para ayudarla a levantarse.

Narra Renata

Ay no! Que acabo de decir!? Ah!

Sentí como mis mejillas se volvieron de un tono más rosado, a la vez con calor.

-C-claro- tartamudee, algo avergonzada por el comentario que acabo de decir.

Me levanté con pesadez del suelo, tambalee ligeramente y sonreí forzadamente.

-Me duelen las pier- ahora, fue el quien me cortó las palabras.

-Ah? Oh! Claro, sube- dijo el chico dándose la media vuelta y agachándose, dándome su espalda.

Dios! Que vergüenza!

Dude un poco, pero rápidamente me subí a su espalda y me aferre a sus hombros.

-Listo? No te preocupes, no te dejare caer por nada- hablo con su tono de voz tan amable.

Di un largo suspiro, esperando que no fuera mucho peso para el.

-Cualquier cosa me dices... No quiero ser un estorbo realmente- dije soltando una risita nerviosa.

-Oh, no te preocupes! Está bien- respondió.

Y con eso, salimos de aquella casa abandonada conmigo en su espalda...

Esto será largo...