𝑃𝑜𝑠𝑡 𝑇𝑒𝑛𝑒𝑏𝑟𝑎𝑠, 𝐿𝑢𝑥 [𝑆𝑒𝑣𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒]

Capítulo 20○

Tardó otros tres días en recuperarse del todo; Hermione aprovechó el intervalo para preguntar a algunos de sus amigos del Ministerio sobre las apariciones a larga distancia y llegó a la conclusión de que debería haber tardado mucho más y que había sido un idiota por hacer tantos viajes como había hecho en tan poco tiempo. Ella lo regañó por eso, por usar el sexo como distracción, por casi hacer que Minerva los atrapara a los dos y por irse a enfurruñarse en medio de una ventisca; él aguantó la reprimenda con una extraña sonrisa que ella ni siquiera empezó a entender, antes de desarmarla eficazmente durante una pausa para respirar comentando en un tono casi cariñoso: "Pequeña gata infernal", y acomodándole suavemente un rizo suelto detrás de la oreja, lo que la despojó limpiamente de su enojo; a juzgar por su sonrisa burlona, probablemente ése había sido el objetivo. La conversación había degenerado en insultos hasta que ella se dio por vencida y se marchó, seguida por la risa de él.

El incidente parecía haber marcado otro cambio en su relación; Severus parecía estar de un humor mucho más tranquilo a medida que avanzaba diciembre, menos malhumorado. Incluso cuando lo arrastraban a algo cercano a ser sociable, ahora tendía a desvanecerse en un segundo plano en lugar de acechar en un rincón con el ceño fruncido, y su mal genio era menos evidente. Hermione sospechaba que simplemente se sentía un poco más seguro de sí mismo; una vez más se había arriesgado, se había salido un poco de sí mismo, y nada malo había sucedido como resultado, así que podía relajarse un poco y acostumbrarse a esta nueva posición antes de empezar a prepararse para el siguiente paso.

"A este paso, sólo debería pasar otra década más o menos antes de que sea un ser humano normal y funcional", le dijo irónicamente a Luna la siguiente vez que quedó con su amiga para hacer unas compras de última hora, tres días antes de Navidad. Ginny estaba con ellas, y aunque la más joven estaba un poco distraída, su presencia obligaba a Hermione a tener cuidado con lo que decía.

"Bueno, ya sabías que esto no iba a ser fácil", respondió Luna alegremente.

"Supongo que nunca iba a elegir a nadie convencional, ¿verdad?".

"No." Luna echó un vistazo a su bolso, repasando lo que había comprado. "¿Ya le has comprado algo para Navidad?".

"No", dijo Hermione preocupada. "Ya es casi demasiado tarde, de verdad. Tengo que comprarle algo. No tiene que ser nada lujoso, pero quiero que al menos signifique algo. Sobre todo desde que localizó a mis padres para mi regalo; al menos, supongo que por eso lo hizo en esta época del año."

"¿Espera algo?" Preguntó Ginny.

"Conociéndole, no, no lo está", respondió ella con un suspiro, "lo que hace aún más importante que sí le compre algo. Voy a enseñarle a no ser un completo pesimista aunque me mate".

"Por lo que me has contado de él, bien podría servir", dijo Luna con suavidad. "Podemos ir al Londres muggle a buscar ideas si quieres".

"¿Vas mucho al mundo muggle?".

"A veces. No solía hacerlo, pero la verdad es que es bastante interesante", respondió con serenidad. Hermione intentó imaginarse a la vaga y sobrenatural Luna vagando por el caos del Londres muggle y decidió no hacerlo. Nunca estaba completamente segura de lo consciente que era su amiga del mundo que la rodeaba.

"¿Por qué no comprar algo para las dos?". Sugirió Ginny, sonriendo.

"¿Como qué?" Preguntó Hermione con recelo.

"¿La lencería?"

Hermione lo consideró, haciendo lo posible por verlo como una sugerencia seria. A decir verdad, nunca le había visto el atractivo. Podría ser divertido vestirse con algo elegante sólo para ver la expresión de la cara de Severus, pero tampoco estaba segura de que él entendiera el sentido; apreciaría que le quedara bien, pero el único interés que había mostrado alguna vez por su ropa interior era generalmente lo rápido -o lento, si estaba de humor burlón- que podía quitársela, y claramente la prefería sin nada de ropa. Se lo dijo ahora, entre risitas.