Capítulo 34○

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Unos días más tarde, ambos se habían recuperado del viaje y se preparaban para pasar un verano tan ociosos como les fuera posible. No había sido capaz de convencerle para que saliera, pero, como él había señalado, una piel tan pálida como la suya no podía broncearse físicamente y él no tenía muchas ganas de volver a sufrir quemaduras solares; en cualquier caso, ella era bastante feliz tomando el sol justo fuera de la caravana y hablando con él mientras él se entretenía cocinando o realizando pequeñas reparaciones.

"¿Algún plan para hoy?", le preguntó distraídamente durante el desayuno, y se sorprendió un poco cuando él asintió lentamente.

"La verdad es que sí. Me vendría bien algo de compañía, si puedes sacar tiempo de tu apretada agenda", añadió secamente.

Hermione le sonrió. "Quizá pueda arrancarme un rato, sí. ¿Qué vamos a hacer?"

Él sólo se encogió de hombros como respuesta, claramente no iba a decírselo. Estudiando su expresión cerrada, llegó a la conclusión de que no estaba muy contento con aquello, pero tampoco parecía precisamente infeliz; desesperadamente curiosa, fue a vestirse y poco después soportó la desorientación giratoria de la Aparición Lateral.

Su ubicación, cuando el mundo dejó de girar, la desconcertó. Estaban de pie en un sendero bordeado de árboles que discurría a lo largo de una valla; al mirar a través de la valla, frunció el ceño y se volvió para mirar a Severus. "¿Un cementerio?"

Él asintió. "Esto no llevará mucho tiempo", fue todo lo que dijo, caminando por el sendero hasta una puerta en el seto y dejándolos pasar a ambos. Estaba claro que tenía un destino concreto en mente mientras atravesaba el cementerio sin vacilar, y lo único que ella pudo hacer fue seguirle con curiosidad, preguntándose dónde estaban.

Su destino resultaron ser dos tumbas muy cubiertas de maleza en un rincón bastante cutre del cementerio, con las piedras medio ahogadas por una zarza y oscurecidas por musgo y líquenes. Agazapado en su habitual postura incómoda, con la pierna mala a un lado, Severus sacó la varita después de echar un vistazo superficial a su alrededor para asegurarse de que nadie podía verlos, y empezó a retirar lentamente los escombros.

Para cuando los nombres estuvieron visibles, ella ya lo había resuelto: la lista de personas cuyas tumbas le importarían de un modo u otro era muy corta, y sabía dónde estaban enterradas las demás. Él se levantó, se quitó el polvo de las manos y retrocedió un poco; ella se adelantó y se colocó a su lado, y contemplaron las tumbas en silencio.

TOBÍAS SNAPE
1932-1976
Debilitado por el tiempo y
el destino, pero fuerte de voluntad.

EILEEN PRINCE SNAPE
1935-1976
Esa copa ha sido repartida
en otra medida.

Al cabo de un rato, Hermione observó en voz baja: "Reconozco la cita de Alfred Lord Tennyson; es de Ulises. La otra no la conozco".

"Percy Shelley", respondió Severus distante. "Aunque no recuerdo de memoria qué poema".

"¿Los visitas a menudo?".

Sacudió la cabeza. "No la visité en absoluto hasta que terminó la primera guerra, luego pasé una vez al año hasta 1998, sólo para poner orden. Ésta es sólo la segunda vez que vuelvo desde que regresé a Gran Bretaña. No le veo mucho sentido, la verdad. No significa nada para mí. Pero si no lo hago yo, no lo hará nadie".

"¿Quieres un poco de intimidad?", preguntó ella con cautela, y él se rió sin humor.

"Si me pusiera a hablar con los muertos, no pararía nunca. En cualquier caso, no tengo nada que decirles a ninguno de los dos. Y si deseara estar aquí sola, no les habría pedido que vinieran".

𝑃𝑜𝑠𝑡 𝑇𝑒𝑛𝑒𝑏𝑟𝑎𝑠, 𝐿𝑢𝑥 [𝑆𝑒𝑣𝑚𝑖𝑜𝑛𝑒]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora