👨‍👩‍👧‍👦 Día del padre 👨‍👩‍👧‍👦

665 52 14
                                    

Lucero
No podía creer lo que acababa de pasar, nos habíamos dejado llevar de tal forma que se nos había olvidado, a ambos, dónde estábamos y con quien estábamos.

Si bien no era la primera vez que nos besábamos, siempre habíamos sido muy cuidadosos de que nadie nos viera, inclusive nuestros hijos.

Hacía unas semanas que había terminado mi relación de más de 10 años con mi novio. Desde hacía bastante tiempo las cosas entre nosotros no estaban bien, si es que alguna vez llegaron a estarlo...

Manuelito y yo siempre nos llevamos bien después del divorcio, hasta el punto de ser vecinos y convivir en fechas especiales como esta, por el bien de los chavos y hasta por nosotros mismos, porque todo y no ser más un matrimonio, nos admirábamos y nos teníamos un gran cariño.

En otras circunstancias, después de haber terminado de grabar la serie y siendo el aniversario de la relación con mi novio, nos hubiéramos ido de viaje y, justamente en ese momento, me di cuenta de que esto ya no tenía futuro.

Durante la primera mitad del año, me la pasé trabajando entre las grabaciones de la serie, los conciertos con Manuelito y algunas cosas de mi hija, que estaba a punto de debutar como artista. Ni siquiera me había visto con Michel y lo más sorprendente, es que no lo extrañaba para nada.

No nos veíamos ni tampoco hablábamos, yo no tenía iniciativa de buscarlo y él menos conmigo. Mientras estuve en locación, me había sentido muy sola en varios momentos, extrañaba mi casa, mis hijos e, inevitablemente, el papá de estos.

Desde la pandemia, se nos había hecho costumbre convivir los cuatro juntos, ya fuera para desayunar, comer o cenar, en mi casa o en la de Manuel, eso era lo bueno de ser vecinos.

A parte que, entre los ensayos para la gira, las entrevistas e incluso un programa de televisión que hicimos juntos y un sencillo navideño que grabamos, estábamos mas unidos que nunca. Era tan curioso como el mismo trabajo que un día nos separó, hoy se encargaba de unirnos de nuevo.

Todo esto lo reflexioné mucho mientras grababa la serie, que diferente hubiera sido si, en el 2011, en lugar de divorciarnos, hubiéramos buscado soluciones para poder pasar tiempo juntos. Sin duda trabajar juntos había sido un gran éxito y ambos nos sentíamos muy cómodos.

Los sets de grabación, inevitablemente, me recordaban a mi ex y todo lo que habíamos vivido, mientras yo grababa novelas por largos tiempos. Siempre que podía él estaba conmigo, en camerinos, en backstage, me venía a buscar a las tantas de la noche, inclusive había viajado a otros lugares por estar conmigo y, cuando nacieron los chavos, me los traía a ellos también.

Esta vez, todo era diferente, hacía más de 10 años que no grababa una novela como tal, y aunque me acompañaba mi mamá, como siempre había hecho, extrañaba a mi familia.

Era algo contradictorio porque, al mismo tiempo, sentía que no debería haberme alejado tanto tiempo de los sets, siempre había amado actuar, incluso más que cantar, y realmente echaba de menos todo esto.

Cada día hablaba con mis hijos y con Manuelito, ya fuera por llamada, mensaje e incluso videollamada, y siempre me despedía diciendo que los extrañaba mucho. No obstante, les explicaba que me sentía muy feliz con la serie y que les iba a encantar tanto como a mí, pero sabía que me faltaba algo para ser completamente feliz.

En marzo, teníamos un concierto en el Auditorio Nacional, por ende podría estar unos días en mi casa, con mis hijos. No eran muchos ya que el lugar de la locación estaba un poco alejado de CDMX y, como íbamos en auto, se tardaban bastantes horas.

Aquella semana nos tocaba grabaciones nocturnas, empezábamos al atardecer y nos quedábamos hasta altas horas de la madrugada. Regresamos al hotel, por aquello de las 4am del lunes, y ya estaba agotada, solo quería dormir.

Mi mundo spawler 💖Donde viven las historias. Descúbrelo ahora