Mi mundo spawler 💖

🇪🇸 Segovia 🇪🇸

Lucero

Escucho a mi Lucerito llorar y de seguida me preocupo, estábamos en la playa de Acapulco con mi marido y nuestra niñita de 4 años, rápidamente me levanto de la hamaca donde estaba tomando el sol junto a mi esposo y no logro verla, miro todo el lugar pero simplemente no está.

El llanto cada vez se hace más fuerte y la imagen de mi marido a mi lado en la playa cada vez se hace más difusa, no consigo ver bien, hasta que me despierto asustada y desorientada. Miro a mi alrededor y, entonces, recuerdo: Madrid, Manuel, el anillo y la actuación de nuestra hija.

Me calmó por un instante, porque de seguida escucho el llanto de nuestra hija, pero no es el lloro de una niña de 4 añitos como en mi sueño, si no que es la voz actual de Lucerito con sus 19 años.

Me levanto rápidamente de la cama, envolviendo mi cuerpo desnudo con la sábana blanca que medio me cubría en la cama y camino hacia donde escucho las voces. En la mesita de la sala contigua, Lucerito estaba llorando mientras su padre la abrazaba.

Tan pronto como Manuelito me ve, con una mirada me dice que no entiende qué le pasa. Me acerco y me siento en la silla de al lado de nuestra hija, acaricio levemente su brazo y ella levanta su vista y me observa.

Su mirada me intimida y cómo no si solo una fina sábana cubría mi cuerpo desnudo, entonces cae la ficha en mi cabeza: nuestra hija había visto todo el desmadre que habíamos hecho anoche y la traumamos.

Llevo mi mano a mi cabeza, lamentándome por tal acontecimiento, y como si mi hija supiera exactamente lo que me estaba pasando, comienza a hablar haciendo que todas mis teorías y miedos se disiparan.

- Han tenido alguna vez esa sensación de que estoy ya lo vivieron? Un déjà vu así muy heavy? - Nos pregunta mientras alterna la mirada entre ambos. Asentimos sin entender muy bien el porqué de la pregunta.

- Se acuerdan el viaje aquel que hicimos a Acapulco cuando Jos se fue de campamento con sus amigos de la escuela y yo quería ir pero no me dejaron? - Asentimos y una lágrima cae por mi mejilla al pensar que mi hija va a hablar justo del sueño que acababa de tener.

- Yo tenía cuatro años y quería mucho ir con ellos, entonces ustedes dijeron que íbamos a tener nuestro propio campamento y me llevaron a acampar en la playa de Acapulco. Ese recuerdo, aunque faltó Jos, es de los pocos que tengo de ustedes como pareja. - Hace una pausa nuestra hija, procesando lo que va a decir.

No puedo dejar de sentirme nostálgica y, al mismo tiempo, con pena por tantos momentos que perdimos, consecuencia de  tomar malas decisiones. Miro a Manuel y, por sus ojitos brillosos y su carita de perro mojado, sé que le está pasando exactamente lo mismo que a mí.

- Cuando entre al cuarto y vi todo el desmadre y a ti má - Me mira y me muero de vergüenza. - Pues así, ya sabes, me vino un déjà vu con ese viaje. - Suspira.

- Me desperté en el campamento y estaba solita, subí las escaleras desde la playa hasta la casa y los llamé pero nadie me contestó, así que fui hasta su habitación y cuando abrí la puerta estaba todo tirado, así mismo como ahora. - Dice mientras mira hacía donde estaba la cama.

- Ustedes dos dormían plácidamente, era verano y solo los cubría una sábana blanca. Me subí a la cama y me puse a saltar para despertarlos, luego les reclamé por haber hecho una guerra de almohadas sin mí y ustedes me recompensaron con una guerra de cosquillas. - Termina el relato nuestra hija.

-Esa parte del viaje no la recordaba así hasta hoy, en mi mente de niña todo lo que vi era fruto del clima y sus altas temperaturas y de una pijamada. - Añade mientras con los dedos hace el signo de entre comillas.