Nadie dijo que fuera fácil

El último esfuerzo

Solo falta una semana para acabar este infierno. Para dejar de escribir en las hojas Ashley Thomson y el nombre de la asignatura que me haya echo perder la tarde anterior.

Cierro los ojos y solo veo letras. Todo para ocultar lo rota que está mi familia. Todo por el qué dirán de mi madre si se enteran que tengo tan grave problema que me afecta a los estudios. Llevo 3 años ocultando en mi mirada las ojeras con maquillaje. Y todo, por lo débil que soy. Por los berrinches que me pego cada noche por la vida que me ha tocado. Me estoy hartando de enseñarle una falsa sonrisa a Keren, mi mejor amiga. Por eso quiero dejar de coger el bolígrafo y empezar el verano, para dejar de mentir.

Acabamos de empezar el examen de Tecnología. Me pasé toda la tarde estudiando los materiales, máquinas, todo tipo de funcionamiento, electricidad y cosas por el estilo para aprobar este examen. Contesto con facilidad a todas las preguntas y acabo en apenas media hora. Entonces, Keren se me queda mirando con la cara de cachorrillo que tanto conozco. Quiere que le chive las respuestas. Aprovecho el despiste del profesor Mauricio para escribirlo en un papel y pasárselo. Mierda. Al pasárselo he tirado la regla metálica de mi mochila y ha sonado un ruido horrendo que ha llamado su atención. Entonces escucho la voz de Mauricio decir mi asqueroso apellido:

- Señorita Thomson, ¿Me puede explicar que es esa hoja que acaba de caer de su mano hacia su querida amiga Keren?

- Yo... - intento decir antes de que hable mi enemiga

- Llevan haciendo gestitos desde el principio, lo he visto pro....- dice Anna con su tono de superioridad antes de que le interrumpa mi amiga Keren. Anna es mi enemiga, la idiota, pesada, odiosa y pelota que intenta hacerse la niña buena delante del profesor pero que por la noche bebe y se acuesta con 10 chicos diferentes.

- Cállate la puta boca, pija de mierda - Le espeta Keren con asco antes de que acabe.

- ¡Señorita Keren Milson!, salga de la sala ahora mismo junto con su amiga Ashley. Van a hablarle al director sobre su falta de respeto hacia mi por intentar copiarse en mi cara y hacia su compañera por decir la pura verdad. Y gracias señorita Anna por la información pero, no hace falta que me diga algo que ya era evidente.

En ese momento, todos se ríen de ella, cosa que me alegra y se escuchan palabras despectivas hacia ella relacionadas con chivata y cosas así y, escucho a alguien decir la típica frase puesta de moda "Corre, ves a por una escoba que tenemos que recogerte a ti y a tu dignidad"

Estamos en la sala de profesores, en unos pequeños asientos para los alumnos que son llamados a hablar con el director. Por Dios, espero que no me suspendan la asignatura por esto.

Cuando salimos nos quedamos con cara de "¿Ya está?". A mi nunca me han llamado para estas charlas pero, la verdad, me esperaba mucho más. A Keren le da igual todo porque ya le han llamado más de cien veces y, por cosas peores que copiar en un examen. Somos completamente diferentes físicamente, de forma de atuendo, de personalidad y de notas pero, compartimos el mismo corazón y el mismo pasado. Una infancia de mierda.

Por fin, son las 2:25. Estoy deseando salir de aquí ya. Hoy es el último día, el último esfuerzo del año. Los últimos 5 minutos se hacen eternos para mí, entre llantos y charlas de mis compañeros de clase. Me piden que hable pero me niego rotundamente porque, la verdad es que no echare de menos a nadie, ni si quiera a Keren. Es la hora. Suena el timbre y todo el mundo sale corriendo de la puerta de este pequeño colegio. El que me ha acogido entre sus brazos des de mis 3 años y en el que he llorado mi infancia en los pequeños lavabos mientras los demás jugaban en el patio.