Capítulo 8

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Taehyung condujo hasta casa solo. Solar y Namjoon querían que Yoongi y Jungkook estuvieran con ellos para darles unas últimas instrucciones. Así que, nada, una semana en casa de los Jeon. Sin problema. Podía lidiar con la situación. Yoongi tampoco era tan dificil de tratar; Jenni lo vería como una experiencia vital de la que aprender, una oportunidad para enfrentarse a sus miedos. No estaba seguro de qué puesto ocupaba "el miedo a los adolescentes" en la escala de "cosas de las que avergonzarse", pero imaginaba que sería un puesto alto. En fin, Jungkook lo necesitaba. Eso era lo importante. Ser capaz de cumplir con sus responsabilidades era importante para Jungkook, y quedándose con ellos Taehyung lo hacía posible. Ya en casa, preparó una bolsa con una muda y el pijama. Tenía intención de volver a casa durante el día para trabajar, por lo que podría llevarse más ropa entonces y ver lo que necesitaba día a día, ya que Solar y Namjoon no estaban seguros de cuando regresarían.

En el último momento decidió llevarse también la guitarra y la partitura de la canción en la que Jungkook y él estaban trabajando. Metió los papeles en una carpeta y la guitarra en su funda. Se colgó la bolsa con la ropa del hombro y salió. Llegó al porche de sus vecinos justo cuando Namjoon salía.

— Deja que te ayude —dijo alcanzando la maleta de Namjoon.

— No te preocupes, tú vienes cargado también. —Namjoon hizo gestos hacia su coche —. Aunque si me abrieras la puerta del coche...

— Claro. —Dejando la guitarra en el porche, volvió a bajar las escaleras. — ¿Todo bien con...?

— ¿Quieres decir si esos dos han terminado de insultarse? —Namjoon sonrió, aunque era una sonrisa tensa —. No les hagas caso.

Namjoon metió la maleta en la furgoneta y luego se apoyó en ella.

— Gracias por echarnos el cable Taehyung. Si hubiéramos tenido que llevárnoslos habría sido un martirio para todos. Necesitamos concentrarnos en la mejoría de la tía Amelia, y eso no sería posible con estos dos cerca discutiendo. Sé que no lo hacen adrede, pero... —Namjoon se frotó la frente apartando el flequillo a un lado —. Digamos que ninguno de los dos tiene la madurez mental para darse cuenta de que no son el ombligo del mundo.

— Creo que subestiman a Jungkook —dijo Taehyung, sorprendiéndose de lo rápido que había saltado en defensa de Jungkook.

Namjoon también pareció sorprendido. Asintió con cansancio.

— Cierto. Lo siento, ha sido un día muy largo. —Se irguió separándose de la furgoneta —. Gracias.

— ¿Por? —preguntó Taehyung.

— Por recordarme que no debo poner a los dos en un mismo saco. Jungkook es un joven con mucho amor por ofrecer. Siempre se da cuenta de cuando otras personas están alteradas. Simplemente es más difícil cuando también él está alterado, como ha ocurrido hoy, y desgraciadamente nadie lo altera más que Yoongi.

— Yo no sé nada sobre tener hermanos —dijo Taehyung —, pero por lo que he oído, así es como va la cosa.

Ya habían llegado al porche y recogió su guitarra. La bolsa con la ropa se la había dejado colgada del hombro al ir a abrir la puerta de la furgoneta.

— Bueno, yo sí tengo experiencia en tener hermanos y tienes razón —dijo Namjoon sonriendo con sinceridad. Luego lo agarró del cuello cariñosamente y lo guio dentro —. Pone cómodo, como si fuera tu casa.

— Gracias —dijo Taehyung soltando sus cosas al lado de las escaleras, pegándolas a la pared para que no estorbaran.

— ¿Has traído la guitarra? Yo solía tocar —dijo Namjoon con melancolía.

Starry NightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora