Capitulo 9.

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No he dormido nada a pesar de encontrarme cómodamente en mi cama. Después de colarme como un ladrón profesional en mi casa, subí la escalera de puntillas, sorteando todos los tablones que crujen, y recorrí el descansillo a hurtadillas hasta hallarme seguro en mi propia habitación. Luego me quedé aquí tumbado, en la oscuridad de lo que quedaba de noche, con la mirada perdida en el techo.

Ahora que los pájaros cantan, oigo a mi abuela trajinando por la cocina, y no me apetece nada enfrentarme al día de hoy. Tengo la mente plagada de imágenes, de pensamientos y de conclusiones, y no quiero malgastar espacio en mi cerebro con ellas. Sin embargo, por más que me esfuerzo no consigo quitármelo de la cabeza.

Me inclino sobre la mesilla de noche, desconecto el teléfono del cargador y me aventuro a encenderlo. Tengo otras cinco llamadas perdidas de Gregory, una de Louis y un mensaje en el buzón de voz. No quiero oír lo que ninguno de los dos tenga que decir, pero me torturo igualmente escuchando el puto mensaje. Es de mi preocupado amigo, no de Louis.

Harry Edward Styles, tú y yo vamos a tener unas palabritas cuando consiga dar contigo. ¿En qué estás pensando, cariño? ¡Por Dios! Creía que tú eras el más sensato de los dos. ¡Haz el favor de llamarme, o iré a ver a tu abuela y le contaré todos tus pecados! ¡Podría ser un violador, o un asesino con un hacha! ¿Cómo eres tan estúpido? ¡Estoy muy cabreado!

Suena totalmente exasperado. ¡Será dramático! Y sé que no va a decirle nada a mi abuela porque, como yo, sabe que, en lugar de poner el grito en el cielo, ella se alegrará. Su mensaje no son más que amenazas vacías. En parte tiene razón, pero es un exagerado y no lo ve con perspectiva.

En parte. Un poco.

En absoluto.

Vale, tiene toda la razón, y no sabe de la misa la media. Soy un idiota. Lo llamo antes de que le dé un ataque, y me responde inmediatamente. Por su voz diría que ya estaba al borde del infarto.

-¿Harry?

-Estoy vivo. -Me dejo caer sobre la almohada-. Respira hondo, Gregory.

-¡No te burles de mí! Llevo toda la noche intentando averiguar dónde vive.

-Estás exagerando.

-¡Pues yo creo que no!

-Entonces ¿no lo has encontrado? -pregunto, tapándome un poco más con el edredón y acurrucándome en la cama.

-Bueno, no me diste muchos datos, ¿no? He buscado «Louis» en Google, pero lo único interesante que he encontrado es que es variante del francés, y no creo que sea parte de la marca.

Me río para mis adentros.

-No sé a qué se dedica.

-Bueno, pues da igual, porque no vas a volver a verlo. ¿Qué ha pasado? ¿Te has acostado con él? ¿Dónde estás? ¡¿Es que te has vuelto loco?!

Dejo de reírme.

-No es asunto tuyo. No es asunto tuyo. Estoy en casa. Y, sí, me he vuelto loco.

-¡¿Que no es asunto mío?! -chilla-. Harry, llevo años rompiéndome la cabeza para intentar sacarte de esa burbuja en la que te has metido. Te he presentado a miles de hombres decentes, todos loquitos por ti, pero tú rechazabas de plano hasta considerar tomarte algo con ellos, o salir a cenar. Salir a cenar y a tomar algo con un hombre no te convierte en tu madre.

-¡Cállate! -silbo. La mención de mi madre hace que me hierva la sangre, y mi tono lo refleja.

-Lo siento, pero ¿qué tiene ese gilipollas que te ha transformado en un idiota irresponsable e imprudente?

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⏰ Última actualización: Jun 20, 2023 ⏰

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