24. Todas las verdades de mi mentiras

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(Narra Isabella)

Supongo que ahora todo vuelve a la normalidad, en la que no conocía a los waltons y era la chica amargada que vivía sin hablar a nadie más de tres palabras. Y más ahora que tengo que ir devuelta al médico de revisión del mes, luego iré a visitar a Leonor y al llegar a casa me meteré en mi habitación para no salir hasta el día siguiente.

-Despierta dormilona.- Rodé los ojos, odio tanta alegría por la mañana.
-Ya estaba despierta-Dije con voz de dormida mientras me estiraba.
-Pues venga arréglate, que tienes planes- mamá me tiro un par de ropa doblada a la cama para que lo guardara más tarde y se quedó mirando como me levantaba lentamente, y hacerme caso, lentamente quiere decir que me levante muyyy lentor de mi cama.
-Sí, casi se me olvida, la cita del mes con un señor de 50 años que me pregunta siempre lo mismo y me hace querer potar con tanto positivismo- rodé los ojos y me fui al almario a elegir cualquier prenda que se me ponga en medio.
-Isabella...- se quejó mi madre y después salió de la habitación.

***

Me senté en la tumba y deje los tulipanes rosas donde siempre, mire su nombre bordado en la piedra y le di una sonrisa aunque no pueda verme, le he dado muchas sonrisas a esa piedra y la mayoría gritaba un ''vuelve conmigo, no puedo más sin ti'' y ahora me doy cuenta de que no era un no puedo si no un no quiero.

Me limpié las lágrimas ya derramadas y me senté en forma de indio saque mi libreta, más bien mi diario, el cual me recomendó mi psicóloga que lo hiciera, busque las páginas donde empezó a escribir para recordar, pero al leer esa felicidad, esa compañía... lo cerré de golpe e improvise por una vez en mi vida.

-Hola Leo, sabes te acuerdas del chico que conocí en la cafetería, luego nos hicimos amigos, luego lo cague diciendo mierdas de las mías y por último empezamos a medio salir. Mhm, bueno, sé que si estuvieras aquí me estarías matando, pero le he tenido que alejar, sé que pensaras que soy idiota, pero no le merezco, no puedo dejar que la gente sufra por mi muerte, llevo mucho tiempo sufriendo yo por la tuya y la mía, porque la mía en realidad siempre estuvo más cerca que la tuya... Sé lo que es llorar por una muerte, sé lo que es echar de menos y a veces echar de más, por eso les alejó Leo, nunca te lo he contado, pero siento miedo, mucho miedo a mi muerte y no es porque sea mi final, sino el de ellos, le quiero demasiado como para hacerles daño aun sin querer, aun sin estar en mis manos, les quiero mucho Leo, y a ti también.

De pequeña siempre soñé con ir a una estrella, quedarme allí sin miedos a la oscuridad y brillar tanto que hasta se me viera en la tierra, y mirarme ahora con más miedo a la oscuridad que nunca y sin brillar para que luego cuando me vaya la gente no me busque en el cielo. Yo aún quiero ser la estrella Leo, aún anhelo brillas sin miedo, pero no puedo... - Mire mi alrededor con los ojos llenos de lágrimas y vi las otras lápidas, tan significativas para otros y tan nada para mí.

***

Llegue a casa con bolsas de chocolates para ahogar las penas en calorías y con dos manzanas porque me dieron pena verlas tan solas en ese pasillo y ver que las chocolatinas tenían tanto niños deseando hincarle el diente.

No había nadie por lo que deje la compra en la nevera y subí a mi cuarto, el chocolate que había cogido antes se me cayó de las manos al estar en mi habitación.

-Largo de aquí- fui a mi tocador, para nada porque no tenía nada que hacer ahí, pero me servía de excusa para darle la espalda y hacer mi mayor interpretación.

(Narra Jaden)

-Te he dado dos días para que pensaras tranquila, ahora debemos de hablar.- me levante de su cama y me acerque a ella.
-No hay nada de lo que hablar.- Mentía, le veía por el espejo y sus rasgos se tensaban cada paso que yo daba.
-Isabella no voy a dejar de vencerme por nosotros.- le hice dar la vuelta para qué me mirará cara a cara, pero ella miró abajo.
-¿Por qué?- subió la vista con los ojos rojos y un poco hinchados de haber llorado antes. Yo ya sabía muy bien cuál era esa respuesta y ya estaba listo para decírsela.
-Porque te quiero- me miro a los ojos ahora permitiéndose dejar caer las lágrimas y negó con la cabeza.
-No, no me quieres. - me dolía que pensara eso, me dolía que pensara que todo lo que hemos hecho juntos lo he hecho col cualquiera, el contarle todo mis miedos, esperanzas, traumas, recuerdo de pequeño...
-Si te quiero - reafirme agarrándole suavemente de las mejillas mientras le limpiaba las lágrimas.
-¿Como vas a quererme? Soy... Soy un desastre, no tengo nada que ofrecer Jaden, solo sé dañar a las personas, y... Y... -le corté, no podía dejar que siguiera hablando así de ella.
-Bella, si intentas que te deje de querer así no vas a poder, hace mucho tiempo que lo intente y con eso solo me di cuenta de que empecé a querer hasta tus defectos, que te hacen tú, y acepte cada parte de ti, pero creo que ese es tu problema, que tú no lo has hecho...- mi miro esta vez con la boca abierta retirando por ella dio unos pasos para atrás ajándose de mí...
-No es eso. - se dio la vuelta otra vez y pude ver como sus manos empezaban a temblar.
-¿Y por qué no me lo cuentas?- baje el tono de voz para que ella se sintiera más segura.
-No es tan fácil... - Mi cabeza hizo clip, llevaba mucho tiempo esperando que ella confiara en mí, esperando la misma confianza que yo le tengo ella, pero eso no va a ser posible, ella no confía en mí.
-O no lo quieres hacer- me empecé a alejar yo también y ella al escuchar mis pasos se giró.
-Jaden, para, no puedo... - susurro casi suplicando .
-Bella, te he contado todo de mí, te he dado toda mi confianza y he esperado a que tú me des la tuya, pero estoy alto de espera, alto de tirar del coche, yo solo... Si no confías en mí para contarme tan solo el porqué tienes miedo de los nuestro, creo que es mejor que todo acabe aquí, porque no me merezco esto bella, no me lo merezco... - Sentí las lágrimas también amenazando con salir.

(Narra Isabella)

-¿Estás.. Estás acabando con esto?- "con lo nuestro"quería decir, pero no fui lo suficientemente valiente nunca para dejar que lo fuéramos.
-No creo que llegáramos muy lejos con la desconfianza... - no quiero perderlo así, no quiero que nuestra última vez sea discutiendo. Jaden no espero más palabras y se dio la vuelta y fue abrir la puerta para irse, pero le interrumpí con mi voz entrecortada.
-Jaden, soy una bomba de relojería, te lo he dicho, y tengo la mecha muy corta...-Espero que entienda la metáfora.
-Sé qué piensa puedes dañar a las personas, pero sé cómo eres y es una idea muy equivocada que tienes. -Dice aún con la mano en la manilla de la puerta


Me quedo callada un rato, debatiendo entre sí dejarle ir y a la vez perderme a mí más o el consejo que siempre me dan y nunca me atrevo a utilizarlo.

Mi abuelo fue un hombre muy listo, él me decía siempre que los consejos te hacen más, en todo los sentidos y que debías de utilizarlos si tu corazón también decía los mismos...

-No es eso... -Me escuecen los ojos y él se gira para verme al escuchar mi susurro, no estoy lista, pero lo haré, me arriesgare. Niego con la cabeza al ver su confusión y las lágrimas se deslizan por mi cara sin control.
-¿Entonces el que es?- Confundido, confundido y con muestra ya de miedo en su cara.
-Estoy... Estoy enferma Jaden- su mano suelta la manilla, sus ojos me miran incrédulos y luego se acerca y me pone la mano en la frente.
-¿Te...te duele barriga? ¿La cabeza?- Pregunta con un poco esperanza que se la quito de enseguida al negar con la cabeza. Casi veo como su mundo se derrumba al verme negar y veo por lo que tanto he está huyendo desde que lo conocí, la culpa, la pena, la tristeza...
-Enferma de muerte Jaden.- me aseguré que lo tuviera claro por si quería huir ya. Las lágrimas salían de sus ojos y negaba con la cabeza como si no se lo creyera, se abalanzó a mi dándome un abrazo muy fuerte, desde esa posición podía escuchar su corazón acelerado, su respiración entrecortada... Desde allí podía asegurar que había sido valiente.

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Se aproximan tormentas, pónganse paraguas, hijos míos.

Adelanto: Va a ver dos finales en A y el B, dependiendo de cuál elijáis puede haber una segunda parte :)

 Salva a Isabella (Jaden Walton) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora