O7

346 42 37
                                    

Eran las 2:55 p.m. El paisaje se encuentra impregnado de una serena belleza y tranquilidad. El lugar está flanqueado por hermosos parques y áreas verdes.

Caminó a lo largo de la orilla con la cabeza baja, impaciente, pero más que nada nervioso. No podía parar de observar la nota que se encontraba en el interior del ramo. ¿Había sido mucho? Sacudió un poco su cabeza y decidió esconder la nota más al fondo.

Habían pasado alrededor de 20 minutos ya. Hyunjin miró su reloj e hizo una mueca de decepción. Sin embargo, decidió esperar un rato más. Se sentó en una banca y puso el ramo en el asiento a su lado. Ambas manos entrelazadas sobre sus rodillas, sin levantar su mirada.

Media hora. Quiso convencerse a sí mismo de que no valdría la pena seguir esperando. Volteó a ver el ramo puesto a su lado y lo pensó por segunda vez, finalmente poniéndose de pie.

── ¿Esperabas a alguien?

Seungmin sonrió mientras se quitaba uno de sus audífonos. Hyunjin sonrió devuelta, con una expresión desanimada, pero amigable, y asintió ante la pregunta.

Hyunjin se quedó a hablar durante un rato con su compañero de clases. Fue un momento bastante oportuno para hacer un nuevo amigo. Lo que había sucedido más temprano no lo molestó. Decidió que ya iba a encontrar la oportunidad perfecta para reunirse nuevamente con Jisung.

A la mañana siguiente, el despertador sonó a la hora programada, rompiendo el silencio de la habitación. Hyunjin sintió cierta resistencia para abandonar la calidez de sus sábanas y levantarse de la cama. Sin embargo, se armó de voluntad y se estiró para despertarse completamente.

Salió de su cuarto con el propósito de desayunar antes de comenzar a prepararse para salir. En la cocina se encontró con sus padres sentados en el comedor. Sus rostros se mostraban más serios de lo normal.

── Buenos días.

No les dio importancia y abrió su refrigerador, en busca de algo liviano para comer. Ambos sonrieron, y su madre se levantó de la mesa para darle un abrazo.

── Buenos días, mi amor. Ya iba de salida. Nos veremos más tarde, ¿de acuerdo?

Hyunjin asintió sintiendo un cálido beso de su madre ser plantado en su sien, mientras su padre se ponía de pie y le daba una palmada en el hombro, para luego abandonar el lugar.

Todas las mañanas de Hyunjin solían ser solidarias. Contaba con el afecto de su madre, y, bueno, su padre siempre había sido un poco más duro. Ambos tenían vidas laborales apretadas, y emocionalmente los tres estaban distantes desde hace años. Esto ya no lograba afectarlo. Pasó mucho tiempo acostumbrándose a ello.

Se sirvió un tazón de cereales y se sentó solo en el pequeño comedor a comer. Se tomó su tiempo, después de todo siempre había sido alguien puntual. A las 7:45 a.m. salió de casa. Justo a tiempo.

A medida que el sol terminaba de salir, el edificio del instituto se veía más brillante y el ambiente se sentía fresco. Hyunjin pudo ver desde la distancia a Jisung abriendo su casillero como era habitual todas las mañanas.

Una sonrisa se dibujó en su rostro. Había comenzado a caminar en dirección al chico, viéndose repentinamente interrumpido por un tercero.

Se frenó en seco observando a Kim Seungmin abrazar por el hombro a Jisung mientras ambos sonreían. No entendía en qué momento ambos se habían hecho amigos.

De la nada sintió la presencia de alguien más pararse a su lado, mirando también la escena en frente. Volteó su rostro, encontrándose con la expresión seria de Minho. Luego volvió su vista al frente.

── ¿Celoso? ──Hyunjin le preguntó aún sin mirarlo, con un tono divertido.

── ¿De qué hablas? ──Minho resopló incrédulo, como era de costumbre últimamente. ── El que parece celoso aquí es otro.

── ¿Qué? ──Hyunjin finalmente lo miró a los ojos. ── ¿Celoso? ¿Yo?

── ¿Entonces qué haces viendo a Jisung hablar con alguien más como un acosador?

── Yo solo... ──Intentó buscar una justificación apropiada, pero terminó por desviar la mirada nuevamente, concentrándose otra vez en Jisung.

Parece que su charla con Seungmin ya había acabado, pues este se había ido por fin. Ambos se acercaron a Jisung, que ahora estaba solo.

── Buenos días. ──Hyunjin le sonrió. Sus ojos se veían expectantes.

── Buenos días, Hyunjin.

── Buenos días. ──Sin embargo, Minho solo le dedicó un seco saludo y se fue, como solía hacerlo siempre.

Jisung volvió su mirada a Hyunjin, quien se veía más animado de lo normal. No pudo evitar dejarse contagiar de su amplia sonrisa.

── ¿Pasa algo?

Las palabras de Jisung congelaron a Hyunjin. Ahora su sonrisa ya no se mostraba tan emocionada.

Pero antes de que pudiera decir algo más, el timbre de la primera clase sonó. Jisung no le prestó mucha atención a la actitud de Hyunjin y caminó hacia el salón de clase, dejando al mayor confundido.

── Buenos días a todos.

Mientras la maestra de esa hora entraba al salón y acomodaba sus cosas en su escritorio, Hyunjin se inclinó hacia la silla de adelante, en la que se encontraba sentado Kim Seungmin.

── Hey... ──Le susurró, provocando que este se recostara sobre el espaldar para poder escucharlo mejor. ── ¿Qué pasó ayer?

Seungmin se enfrió ante la pregunta. Se quedó quieto durante un segundo.

── Te pedí que le entregaras las rosas a Jisung, por mí. ¿Lo hiciste? ¿Jisung llegó al final?

Seungmin negó con la cabeza.

── Al final nunca llegó.

Se sintió terrible al tener que mentirle a Hyunjin. Pero no estaba dispuesto a echarse a un enemigo encima. Además, era una oportunidad perfecta que cualquier otro había tomado. Hyunjin tenía la culpa por no pensar más rápido.

Hyunjin volvió a echarse para atrás en su silla. Su mano agitando su lápiz y su pie golpeando el suelo repetitivamente. Volteó a ver a Jisung discretamente. ¿Cuál sería el siguiente paso ahora?

𝐂𝐑𝐔𝐒𝐇 | HYUNSUNGDonde viven las historias. Descúbrelo ahora