𝐂𝐑𝐔𝐒𝐇 | HYUNSUNG

O9

Minho arroja la pelota con determinación. Con más fuerza de la necesaria. El proyectil se dirige directamente hacia Seungmin, quien hace parte del equipo azul, y apenas tiene tiempo para reaccionar.

Seungmin se da cuenta del lanzamiento agresivo y salta hacia un lado para esquivar la pelota. Sin embargo, la pelota logra colisionar con su brazo, causándole un doloroso impacto.

Los demás alrededor no podían evitar notar la agresiva consistencia de Minho, especialmente porque este nunca solía tomarse en serio los partidos de dodgeball. Parecía estarse desquitando. Pero nadie comentaba nada al respecto y solo se limitaban a continuar el juego. 

Minho retoma su posición ofensiva y lanza la pelota con fuerza. Hace un ademán de volver a atacar a Seungmin, pero esta vez la pelota viaja en dirección a Hyunjin. Este se da cuenta de la jugada y rápidamente se inclina hacia un lado, perdiendo el balance.  De inmediato le dirige a su agresor una mirada fulminante.

── ¿Qué demonios? ──Murmuró para sí mismo tras caer al suelo, logrando amortiguarse con sus manos. Minho le mostró una sonrisa victoriosa.

Jisung ignoraba la situación entre Hyunjin y Minho. Procuró dirigir sus ataques hacia los demás integrantes del equipo azul, pero no podía evitar darse cuenta de la furia con la que ambos muchachos se lanzaban la pelota y las miradas desafiantes que intercambiaban.

── ¡Jisung! ──Dirigió su mirada hacia Seungmin, quien le señaló una pelota viajar directo a su cabeza y se agachó instantáneamente.

Esta logró impactar en el suelo en lugar de su cabeza. Se puso de pie de nuevo y le ofreció una breve mirada de agradecimiento a Seungmin. Aunque estaba en el equipo contrario, parecía estarlo protegiendo de los ataques de su propio equipo.

Sin embargo no previó que una pelota golpearía fríamente la frente de Seungmin en unos segundos, provocando que este cayera al suelo. Volteó a ver al culpable de dicho ataque: Minho, quien sonrió satisfecho. Pero Jisung no tuvo mucho tiempo de sorprenderse por la brusquedad del mayor. 

── ¡Minho, cuid-...!

El abdomen de Minho recibió el brusco golpe de una pelota, que lo obligó a dar un paso hacia atrás haciendo presión con sus brazos en el área afectada mientras soltaba un gemido. Esta vez era Hyunjin quien sonreía con satisfacción.

El juego se había salido de control.

Un pitido por parte del profesor Oh interrumpió el caliente enfrentamiento. Todos dejaron caer las pelotas que sostenían y se permitieron descansar. Jisung agarró la botella de agua que había dejado en una esquina de la cancha y la bebió, luego se tomó un momento para recobrar el aliento.

Sintió una mano ser colocada en su hombro y se dio la vuelta. Hyunjin lo estaba viendo con un rostro serio, pero amigable.

── ¿Me das un poco? ──Le pidió, mirando a la botella que estaba sosteniendo.

Jisung asintió y se la entregó sin reprochar. El mayor bebió de ella durante un par de segundos. Jisung involuntariamente se fijó en cómo sus labios se pegaron de la boca de la botella, y sintió un sutil cosquilleo en las mejillas. Luego su mirada se trasladó por su mandíbula hasta alcanzar su cuello, donde contempló su manzana de Adán abultarse con el paso del agua. Sus pensamientos dispersos fueron interrumpidos cuando Hyunjin terminó de beber de la botella y comenzó a hablar con una voz refrescada.

── La carta que...

── Hey.

Seungmin se acercó a ellos con una amplia sonrisa en su rostro, apoyando uno de sus brazos en el hombro de Hyunjin, quien lo miró con una mueca incrédula.

── ¿Me darías un poco de agua, Jisung? ──Le preguntó en un tono amable al mismo tiempo que le extendía la mano para recibir la botella de agua.

── Es que... ──el menor inmediatamente se llevó la botella a la boca y bebió el agua sobrante dentro de esta. ──Tenía mucha sed, lo siento.

Seungmin solo lo miró con cierta decepción, pero no dejó de sonreír, lo cual logró fastidiar a Hyunjin, quien no le despegaba la mirada de encima. Aunque ciertamente el hecho de que Jisung le haya dado agua a él y a Seungmin no, se había sentido muy bien.

── Jugaste bien, Sung.

La mirada de Jisung ahora había saltado a un castaño que se unió a la pequeña reunión. Su corazón dio un pequeño salto y una sonrisa tímida se dibujó en su rostro.

── Gracias, Minho.

── No se puede decir lo mismo de ti, Lee ──Hyunjin habló esta vez con una expresión arrogante mientras dirigía su mirada a otro lado, a lo que el menor respondió con una risa amarga.

── Solo lo dices porque te golpeé varias veces, ¿no?

Esta vez fue Hyunjin quien soltó una risa bajo la mirada defensiva de Minho. Jisung no pudo pasar desapercibida el aura inquietante de este, pero Minho era una persona realmente difícil de leer, por lo cual prefirió ahorrarse sus comentarios y solo lo miró con  incomodidad.

El estridente sonido de la campana de la escuela rompió el silencio que se había formado entre los cuatro, y las miradas desafiantes que ciertas personas intercambiaban se desvanecieron al instante.

── Muy bien, muy bien... Se acabó el descanso. Vayan a su siguiente clase. Nos veremos la otra semana.

Todos tomaron caminos diferentes hacia el salón de clase al que ahora les correspondía llegar. Todos menos Jisung, quien decidió seguir a Hyunjin rápidamente.

── Espera... ──El menor agarró el hombro de Hyunjin con delicadeza, obligándolo a darse la vuelta. ──¿Qué es lo que ibas a decirme sobre la carta?

── Ah, eso... ──El mayor desvió la mirada. Pareció pensar en una respuesta adecuada, pero se sentía presionado ante el cuestionamiento del otro.

Hace unos cuantos minutos, estaba dispuesto a confesarle a Jisung lo que había sucedido en el Río Han, y que fue él quien escribió la carta, pero ahora no estaba tan seguro de hacerlo. Su cabeza reprodujo la imagen de Jisung sonriendo embobado y sonrojándose como por inercia al ver a Minho. Su mente estaba más clara; estaba más que seguro de que era una mejor idea olvidar el tema.

── Era solo una estupidez ──rió ──. Iba a decirte algo sobre la carta que vamos a escribirle a la encargada de la cafetería para el asunto de las inscripciones.

── Ah, eso...

── Sí. Cuando estemos arriba hablaré con Yeri para que te explique sobre eso, ¿de acuerdo?

Hyunjin se dio la vuelta tras mostrarle una amigable sonrisa y se dispuso a caminar hacia el salón de clase, dejando a Jisung estático y pensativo.