Un poco común triángulo amoroso ♡ vhopekook ❀ omegaverse

CAPÍTULO ONCE: RECHAZO

Luego de que vaciara su estómago, JungKook abrió el grifo para dejar que el agua se llevara todo lo que su cuerpo había creído prudente descartar después del mar de emociones que lo revolvieron. La pareja de inmediato fue a ver cómo estaba, pero él no quería acercarse a TaeHyung, evitando el contacto y soltándose de las manos que el rubio ofrecía para levantarlo del suelo luego de perder la fuerza en sus piernas. El alfa mayor pareció ofenderse por esto, ya que no pudo evitar bufar con fastidio antes de ir a sentarse en la mesa después de haber sido rechazado, y JungKook dejó que HoSeok se hiciera cargo de él, ayudándolo a sentarse en la mesa igualmente.

Así que ahora, aquella tarde de sábado luego de haber sido casi besado por otro alfa, JungKook miraba con ojos cansados el vaso lleno de agua que le dejaron enfrente, respirando lentamente y tratando de ignorar la mirada fija que le estaba dedicando el alfa al otro lado de la mesa porque estaba seguro de que si se la devolvía, este podría hacer algo, o peor, JungKook podría lanzarse encima para golpearlo.

JungKook prefería concentrarse en el dolor de cabeza y de costillas que sentía, tratando al mismo tiempo de superar la vergüenza que había sido vomitar en una casa ajena como si fuera una especie de borracho sin futuro. HoSeok había sido lindo con él sin embargo, repitiéndole que no pasaba nada y buscando una pastilla entre el sinfín de medicamentos que aparentemente tenían en el baño, pero lo había dejado a solas con TaeHyung durante ese breve período de tiempo, así que se encontraba un poco incómodo.

TaeHyung no dijo nada, simplemente lo miraba como si siquiera ahorcarlo y JungKook no estaba lejos de sentir lo mismo porque era humillante haberse dejado vencer por otro alfa y que este haya tenido la oportunidad de acercarse mucho más de lo que debería ser legal.

Casi sintió un escalofrío por el recuerdo fresco de sus labios rozándose, su lobo caminando en círculos por la ansiedad.

—¡La encontré! —avisó el omega, bajando las escaleras y acercándose al alfa pelinegro aún sentado en la mesa, JungKook inmediatamente levantó la mirada, recibiendo el medicamento del otro con una expresión agradecida en su cara—. Eso te hará sentir mejor, lo prometo.

La voz de HoSeok era una de consuelo y su mirada tanto preocupada como de disculpa llenaban el corazón del alfa más joven de una sensación burbujeante de felicidad, como un niño que estaba siendo mimado o un cachorro que estaba siendo acariciado en la cabeza. Sin dudar, metió la pastilla en su boca, suspirando luego de tomar un gran trago de agua. Ya no tenía náuseas, mucho menos ganas de volver a ensuciar el lavaplatos, la pastilla quizás estaba de más, pero él no iba a arriesgarse.

—Gracias... —murmuró apenado, tímido en gran medida porque estaba justo enfrente de HoSeok y el omega seguía representando la debilidad para su propio lobo. Además, la última vez que lo había visto este se encontraba completamente desnudo, y su cabeza consideraba que aquel era el momento justo para recordar la escena.

—Oye —la voz de TaeHyung llamó su atención y decidió mirarlo por primera vez luego de lo que había sucedido en el sofá. El rubio lucía un rostro serio, manteniendo el aire ofendido que había cargado consigo desde hacía un rato. Sus labios fruncidos a la par que sus cejas le daban una pista a JungKook de que el alfa no tenía paciencia para tonterías en ese momento—, ¿en serio vomitaste porque rocé tus labios? No me jodas.

Antes de que JungKook pudiera decir algo en su defensa, la mano de HoSeok se posó sobre la mesa, llamando la atención de ambos alfas. La mirada del omega había cambiado a una seria, una completamente dedicada a su pareja y, como si hubiera tomado grandes dosis de penicilina, JungKook se sintió atontado frente al aroma a girasoles que arremetió contra su nariz por la cercanía ajena, uno que ahora se sentía suavemente picante.