One Shots [Enzo Fernández]

•Tinder 3•

Los días seguían pasando, hace poco más de un mes que hablábamos, nuestra relación iba creciendo, nos íbamos conociendo cada vez un poco más, como si nos conociéramos de toda la vida. Y hoy Enzo me iba a presentar a Olivia, su pequeña princesa, por fin había llegado ese momento. Esta noche era cena en casa de Enzo, él me pidió si podría ser en su casa para que Oli se sintiera cómoda y yo no tenía ningún problema.

Durante la tarde llovió muchísimo, y a la noche todavía más, cuando estaba en casa arreglándome para salir, me llegó un mensaje de Enzo.

Enzo F ✨❤️

Hermosa
19:37

No vengas con tu auto, está lloviendo mucho 😅
19:37

Te voy a mandar al chofer para que te busque 🤭
19:38

Chofer? 🤣
19:39✓✓

En serio?
19:39✓✓

Obvio 😎
19:40

Pero tenés que mandarme tu ubicación 🤭
19:40

Mmm... Que excusa 🤣
19:43✓✓

📍Ubicación
19:43✓✓

Perfecto 😍 en un rato sale para allá
19:45

Me sorprendió mucho que mandara a su chofer para buscarme de casa. Yo estaba muy emocionada, tenía muchas ganas de conocer a la pequeña.

Terminé de vestirme, un jean cómodo, una blusa color gris claro, un jersey color beige y zapatillas blancas, algo casual para una vena tranquila. Cuando estaba terminando de arreglar mi cabello escuché una bocina afuera, reconocí el auto de Enzo, agarre mi mochilita y salí de la casa.

—¿Usted es la señorita Maggie? –pregunto amablemente el señor que había bajado del auto–.

—Si, soy yo –sonreu acercándome–.

—El señor Fernández me pidió que la buscará –sonrió y me abrió la puerta de atrás del auto–. ¿Está lista?

—Si, gracias –me subí al auto y después el chofer subio–.

Decidí avisarle a Enzo que estábamos saliendo.

Enzo F ✨❤️

Ya estamos saliendo para allá 🤭
20:04✓✓

Estoy muy ansiosa de conocer a tu hija 😁🙈
20:04✓✓

Y yo estoy muy emocionado de que la conozcas 😍
20:06

Durante el camino volvió a llover con más intensidad, el camino se hizo difícil de ver. Tardamos 30 minutos llegar, una casa bastante grande, con mucho jardín y se notaba que tenía jardineros. El auto termino estacionado frente a la casa y el chofer me abrió la puerta. Enzo salió de la casa con un paraguas, vestido con un jean negro, una remera blanca y zapas rojas.

—¡Por fin! –se rió acercándose mientras yo me bajaba del auto. Él me acercó el paragua para que no me moje–.

—Ya llegué –me reí y me pare a su lado bajo el paraguas–.

—Bienvenida a casa –sonrió y dejo un beso en mi mejilla y después miro al chofer–. Gracias

—De nada señor –volvió a subirse al auto y meterlo en el garage–.