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Sin pensarlo, ambos se unieron en inocente beso que torpemente paso a uno más mojado se separaron cuando sus respiraciones volvieron a ser irregulares.

— Te extrañe, tonto Alpha...

— Yo también, Omega — Ronroneó Izuku — Pero cabe destacar que fue nuestra culpa pudimos haber estado juntos pero...

—¡Ya sé, nuestro estúpido miedo y nuestras madres!¡Maldita sea no me recuerdes lo pendejo que era!

Deku sonrió suspirando, al fin podía dejar salir a su Alpha interno y que esté se uniera a los sentimientos de amor por el Omega cenizo, quien al parecer estaba de igual manera que él pero, más gruñón.

Cuando Izuku pudo salir de Katsuki ambos se acostaron a dormir, estaban muy cansados, el Alpha se enrolló con su Omega quien se había quedado dormido rápidamente, poniendo con cuidado en su pecho mientras los dos se quedan dormidos.

Al día siguiente, decidieron faltar a clases los dos, no querían levantarse ni separarse de ambos. Pero Izuku tuvo que hacerlo para buscar comida, el cenizo estaba pegado a él negándose a dejar incluso si estaba dormido. El pecoso tuvo que poner una almohada con su olor para que el rubio lo dejará ir.

Se puso ropa otra vez y se coloco buena colonia, a pesar que la gente no podía oler casi su aroma estaba la posibilidad que Omegas y Alphas pudieran percibir el olor a sexo. Al salir de la habitación, miro a los alrededores camino con sigilo para no tomarse con ningún Omega y ganarse un problema.

Bajo a la cafetería y busco comida para su Omega, a Kacchan siempre le a gustado un capuchino negro sin azúcar, un pan ultra picante y sandwich de huevos. ¿Cómo sabía esto? Bueno, Izuku siempre estuvo observando a Katsuki, sus gustos, costumbres, manías ya se las sabía todas.

Izuku no llamaría eso obsesión claro está.

Suspiró pesado al tener que invadir la torre de los Omegas de nuevo, de manera sigilosa, todo el mundo estaba en clases. Pero uno nunca sabe, el peliverde para su suerte había llegado al piso de Kacchan sin ningún problema.

— Entonces, me dijo que un Omega tan lindo como yo no debería tener la boca tan suelta ¿Puedes creerlo, Mina? — Indicó una Omega de cabello morado a su amiga Omega de cabello rosado.

— Ay, Kyoka date cuenta. Deja a ese estúpido tipo--- un segundo — Mencionó Mina entrecerrando sus ojos al ver a un hombre peliverde, alto y muy corpulento como para ser un Omega —¿Ese es un Alpha?

—¿Un Alpha?¿En los dormitorios de Omegas? — Dijo Kyoka mirando en la misma dirección de su amiga —¿Que hace en la habitación de Bakugou?

— ¿Bakugou?

— Es un Omega "salvaje" de mi clase, es muy gruñón y siempre está diciendo groserías, se lleva mal hasta consigo mismo. Me asombra que tenga Alpha — Mencionó ella con su amiga observando como Izuku saca unas llaves para abrir la puerta y entrar de manera rápida.

— Me pregunto porque estará aquí...¿Acaso ellos? — De repente Mina se sonrojo y Kyoka negó.

— ¡Por Dios, no me imagino al gruñón de Bakugou en esa posición! Él es demasiado... Dominante...

Las amigas pegaron sus oídos a la puerta del Omega a pesar que sabían que estaba mal, pero la curiosidad les ganó.

Izuku camino por la recamara dejando la comida en la mesita de noche que tenía Katsuki ahí, y se dispuso a organizar el desastre de ropa que tenía el Omega. Luego de un rato, el rubio empezó a moverse sacando su cabeza de las sábanas mientras mira a su Alpha.

— Kacchan, buenos días — Saludo  Deku con una hermosa sonrisa en su rostro mientras acaricia la mejilla de su Omega — Te traje el desayuno, ven a comer.

You Are Mine - [Dekubaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora