~remember you forever~ [Ishigami Senku]

I

Una chica se encontraba dibujando como siempre en la habitación del hospital.
Dibujar era su única pasatiempo y el único que podía hacer ya que no podía moverse mucho que digamos, día y noche se la pasaba en la camilla dibujando.

Escucho como alguien toco la puerta y entro una mujer de unos 40 años a la habitación.

—ya regrese, ¿como te sientes? —la mujer se acercó a la camilla y se sentó en una esquina para tocar la frente de su hija.

Si, ella era su madre. Quien ha dado todo para que su hija algún día logre sanarse.

— después de la pastilla que me tome me siento un poco mejor, la fiebre a disminuido. — dijo regalandole una sonrisa a su madre.

La mujer le devolvió la sonrisa.

— me alegro mucho—el teléfono de la madre empezó a vibrar —voy a contestar esta llamada.

La madre se levantó de la cama y se puso cerca de una ventana qué estaba por ahí.

Después de unos minutos colgó.

—me tengo que ir, mañana vendrá Byakuya-san con senku y taiju.

—Ah... Que bien. —dijo _____ desviando la mirada.

—¿sigues enojada con senku?

—Eso no importa, se te está haciendo tarde, debes irte ya.

—oh, tienes razón.
¿quieres que te compre algo?

—¿lo que yo quiera? —pregunto ella.

—lo que tu quieras.

— entonces un cuaderno nuevo, este ya se me está acabando —dijo riéndose un poco.

—de acuerdo, duerme bien, si necesitas algo puedes decirle a kaiko. —la madre le dio un beso en la frente a la chica y salió de la habitación.

Cuando la puerta se cerró la chica se dejó caer hacia atrás suspirando.

Llevaba en esa habitación desde que era niña. Sabía que sus padres gastaban una fortuna ya qué el hospital era uno de los mejores de Japón.

Enfrente de ella tenía una estantería con libros de ciencia qué su amigo le llevaba.

Cerro sus ojos y a los minutos quedo dormida.

...

— creo que aún sigue dormida. —unas voces se escuchaban afuera de la habitación.

— ¡oh, entonces podemos esperar a que despierte aquí afuera — hablo un hombre.

—no tengo tiempo de sobra para esperar a que despierte, vendré otro día, me voy. —su padre lo agarro de la oreja.

—vamos a esperar que despierte.

—¡eso! —hablo otro chico energético.

— pueden esperar a que despierte aquí adentro, pasen. — la madre de la chica abrió la puerta y los tres pasaron.

se sentaron en un sofá qué había ahí y la mamá en una silla cerca de su hija.

Uno de los chicos se le quedó viendo a la adolescente mientras dormía.

— ¿el medicamento esta haciendo efecto? — pregunto el hombre mayor, la madre suspiro.

—No... Los doctores dicen que quizás este sea su último año de vida... — la madre empezó a sollozar.

El chico dirigió su mirada de nuevo a la cara de la chica quien seguida dormida.

— lo siento, voy a ir al baño. — la madre salio de la habitación.