XII

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Pero comenteeeen ToT, comentan solo cuando les amenazo :c.

Comenteeen ToT

Porfis.

.

-Yo...- Sunoo era acechado por la penetrante mirada de Ni-ki. 

-¿Quieres?- preguntó de nuevo Ni-ki -Haré todo lo que tu me pidas- empezó a lamer y besar suavemente el cuello del menor.

-Y-yo no podría... p-pedirte que hagas algo- le daba pena hasta mirarlo.

-¿Porqué?- sujetó su cadera meneándola para provocarlo más, jugando carta trampa.

-Porque... decirte todo lo que quiero que hagas... me da vergüenza- se cubrió el rostro con sus manos.

-¿Entonces puedo hacer lo que yo quiera?- acomodó con una mano su cabello para atrás.

Sunoo no estaba del todo seguro del qué quería hacer Ni-ki, pero de todos modos asintió.

El cuerpo del príncipe fue dado la vuelta, sus caderas fueron levantadas, haciendo que su rostro choque con la cama de Ni-ki, iba a preguntar qué estaba pasando hasta que sintió dos manos separando sus nalgas y de pronto algo muy húmedo hundiéndose dentro de él, diferente a sus dedos.

-¡Oh!- Sunoo  pronto asimiló que Ni-ki acababa de meter su lengua en su interior, moviéndola de forma constante y no tan rápido ni tan lento, como si quisiera devorarlo. -¡Ah!- sus manos se sostuvieron de la sábanas debajo de él.

-Realmente eres dulce- dijo el híbrido cuando sacó su lengua -tu sabor me encanta- sostuvo sus caderas, bajando sus manos hasta sus piernas, cerrándolas -apreta tus piernas- y dicho esto metió su miembro en medio de sus muslos.

Sunoo pronto sintió esa intromisión, pero sin saber bien qué hacer solo se dejó llevar por las fuertes sensaciones que le brindaba Ni-ki.

-¡Ah!- sentía estimulación en todos lados, su entrada era rozada por la pelvis de Ni-ki y aunque era en medio de sus muslos, esa fricción era deliciosa. -¡Oh! ¡Ni-ki!

Pero seguía sintiendo que necesitaba algo más que eso.

Si reaccionas así ahora, como será cuando entre en ti.

-Sunoo- llamó el más alto.

-¿S-Si?- su cabeza era un desastre.

-Voy a entrar.

Al principio el príncipe no entendió a qué se refería Ni-ki con esas palabras, pero cuando sintió algo más grande y grueso arremetiéndose dentro de él, pudo entender.

-¡Ah!- dolía, dolía mucho, talvez porque estaba muy nervioso, o porque era su primera vez haciendo algo así, o talvez simplemente porque su cuerpo nunca lo habría esperado.

-¿Duele?- preguntó el más alto, viendo solamente la espalda de Sunoo en esa posición, pero viendo sus manos temblando tratando de agarrarse de algo.

-N-no...- ¿Debía decirle que sí? No sabía qué hacer, estaba tan confundido, pero a la vez tan perdido.

Sus ojos soltaban lágrimas del dolor, pero dolor mezclado con esa rara y placentera sensación de estimulación. 

-Sunoo- lo dio la vuelta,  encontrándose con sus ojos que derramaban lágrimas y sus mejillas tan sonrosadas como su lengua que buscaba oxígeno. -Esperaré un poco a que te acostumbres- se agachó para besar su mejilla.

El príncipe asintió, viendo de reojo ahí abajo, dándose cuenta que aún no estaba todo dentro, claro... es más largo que sus dedos.

-Sólo... continúa- estaban cara a cara y podía ver tan bien a Ni-ki, que tenía su pijama desabotonado y las mangas arremangadas, no estaba con su pantalón y podía verse muy bien la línea de su pelvis, era tan sexy.

-Sí- salió un poco para volver a entrar, esta vez más profundo que antes, viendo cómo el contrario trataba de relajarse, volvió a embestir dentro de Sunoo, acariciando sus muslos y su pecho.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que vio que Sunoo ya se había acostumbrado, dejando salir todos sus gemidos, apretando las sábanas debajo de él.

-¡Oh! ¡Ah!- su cabeza era un desastre, y sintió cuando el contrario levantó sus piernas para dejarlas en sus hombros, acomodándose más encima de él.

Y el próximo movimiento que sintió fue una fuerte y muy profunda embestida, Ni-ki acababa de entrar por completo.

-¡Ahh!- era un total desastre, había golpeado un punto que antes ya había tocado Ni-ki, pero era mucho más excitante que antes, eso era ese algo más que estaba esperando.

Solo con esa embestida, se corrió manchando ambos abdómenes.

-Estoy completamente dentro- dijo el mayor con una sonrisa, sin esperar respuesta, empezó a moverse aún más rápido y fuerte que antes. 

-¡Oh! ¡Dios mio!- sus manos se sostuvieron del cuello contrario, acariciando su espalda para enterrar sus uñas en esta, tratando de sostenerse de algo.

Su cabeza era un total lío, no podía pensar en nada más que no fuera Ni-ki,  quien abrazaba por fuerza su cintura con un brazo y con el otro apretaba de manera provocativa su muslo izquierdo.

-¡N-Ni-ki!- llamó el príncipe.

-¿Si?- respondió sin obtener más palabras, solo un dulce beso contrario, que rápidamente convirtió en uno húmedo y sediento, tan estimulante como lo eran ellos dos en ese momento,  sus lenguas encontrándose y juntando sus sabores para crear uno nuevo.

Solo cuatro embestidas más bastaron para que Ni-ki terminara, separándose del beso, mordiendo con algo de fuerza el hombro de Sunoo quien sintió totalmente bien aquel líquido espeso y blanquecino llenar su interior, esa era una sensación tan gratificante que quería sentirlo otra vez.

-No te canses- dijo Ni-ki acomodando a Sunoo ahora encima suyo -aún falta mucho tiempo hasta que el sol salga- acarició sus muslos en esa posición, con Sunoo encima de él, sentado sobre su miembro, con ese rostro tan bonito avergonzado pero exitado al mismo tiempo.

-Y-yo...- tomó aire y valor antes de decir lo siguiente -Yo no estoy cansado- colocó sus manos encima del torso contrario.

-La noche es larga, Sunoo.
















Cami~

MONGREL- Sunki♡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora