Oscuridad

Capítulo 4

Una parte de mí quería voltearme y deshacer toda la trama de lobo herido. Pero en lugar de eso, me quedé inmóvil y completamente tensa mientras sentía  sus movimientos a mi espalda.

-¿Qué pasa?- preguntó él después de saludar a Iván con un amistoso toque en la cabeza.

Marly me señaló con la mirada.

-¿Quién es?- Preguntó al tiempo que se acercaba para mirarme de frente. Sus ojos a la luz del día eran mas desconcertantes, demasiado verdes. Su pelo negro seguía en un perfecto desorden que le daba un aire de despreocupado.

Yo le regresé la mirada, no con la carga intensa que solía usar con los desconocidos; simplemente lo miré con curiosidad. Era la primera vez que lo podía ver en persona sin esconderme

Sus cejas estaban alineadas sobre sus ojos verdes que brillaban con preocupación.

-Iván la encontró en la calle y la trajo aquí- Contestó Marly

-¿Estas herida?- Se dirigió a mí y buscó con la mirada alguna herida

Negué con la cabeza.

Él tenía gesto de estar pensando seriamente que hacer conmigo.

-¿Tienes una manada o algún lugar a donde ir?

Volví a negar.

Él me miró como esperando que yo le diera una solución. Pasaron unos segundos.

-¿Se puede quedar contigo?- Y con su mirada pidió la ayuda de Marly

Ella me miró seriamente, considerando si yo era un peligro para ella.

-Por favor, permite que se quede esta noche aquí, mañana encontraré una solución.

Suspiró, frunció los labios pero finalmente dijo que sí.

Me guiaron por la casa hasta una sala, no pude captar muchos detalles, la casa estaba oscura y afuera la lluvia había regresado.

-Puedes quedarte aquí- Me recosté sobre un sofá que me señaló Marly y apenas me acomodé, fingí que dormía profundamente.

Oí como los pasos de los tres se retiraban a la cocina.

-Daniel, llévate esta noche a Iván- dijo la voz angustiada de Marly

-¿Por qué?-Preguntó la voz de Iván

-Por favor-Insistió ella

-Yo me quiero quedar- Iván volvió a insistir

-No sabemos nada de ella. Daniel, mañana quiero que investigues quien es y que quiere, hasta entonces, Iván se quedará contigo.

Tenía razón, no sabían nada de mí. Pero yo no dañaría al pequeño. Aunque no hacían mal en dudar de mí.

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