Capítulo 7

15 2 0
                                    


Había decidido hacer un buen trabajo para que me dejaran quedarme; pero no iba a enseñarles todo mi potencial para que se preguntaran de donde veía realmente.

Comencé a olisquear el aire impregnado con aromas. Podía incluso saber dónde estaban los demás miembros de la manada. Me alejé un poco mas el este, mientras sentía las suaves pisadas de Daniel detrás de mí. No tardé en distinguir un cervatillo escondido a unos 7km del punto de partida. No lo dude y me acerqué. Aunque no lo podía ver aun, yo sabía con certeza que él estaba ahí. Finalmente cuando estuve a unos 5 metros de él me agache escondiéndome entre unos arbustos, y cuando el momento preciso llegó salté sobre él.

Daniel no soltó ni media palabra cuando regresamos al punto donde se habían reunido todos antes. Ni hacía falta.

Deposité mi presa a un costado. No acostumbramos matar por matar, de hecho solo cazábamos para alimentarnos, pero dado que yo no era aún un miembro oficial de la manada, tenía que mostrar agradecimiento –o lo que sea que sienten- a la manda dándoles mi recompensa sin haberla probado.

-Creo que lo hiciste muy bien- Dijo Daniel

Aún en mi forma lupina me recosté en el suelo sin saber que contestar. No estaba acostumbrar a recibir elogios. No estaba acostumbrada a recibir nada. Así que solo me encogí en mi lugar.

Esperamos unos minutos en silencio hasta que escuché pisadas cercanas, poco a poco entre los arboles unas sombras. Las reconocí poco antes de ver los rostros de unos 4 chicos de la manda.

El mas alto de ellos de pelaje negro se acercó a nosotros con pasos arrogantes. Tras él 2 de sus compañeros llevaban arrastrando a su presa que depositaron en el piso.

-¡Wow! Parece que la chica nueva se ha cansado- Escuché la voz de uno- Puedo ayudarte- Añadió con tono ronco.

Los otros rieron.

Y a pesar de tener muchísimas ganas de saltar sobre él y retarlo a hacer alguna estupidez para demostrar que yo era mejor que él, pero me bastó con su cara de incredulidad cuando se acercó más y pudo notar mi presa en el suelo.

Así finalmente concluyó mi primera cacería en la manada. Yo sé que todos me miraban incrédulos por mi exitosa participación, pero ninguno dijo nada. Incluso Marly solo me dio una mirada y un breve asentimiento.

Al final todos regresamos a las casas lo suficientemente cansados para ir directo a la cama.

-Leo- Escuché que me llamó Daniel cuando la mayoría ya se había alejado.

Me detuve y esperé que se parara junto a mí. -¿Podemos hablar?- Preguntó suavemente como esperando a que yo me negara.

Pero yo no dije nada, en su lugar asentí. Y esperamos ahí de pie hasta que los demás desaparecieron de nuestra vista y indicó un par de troncos cercanos donde nos sentamos y finalmente habló:

-Realmente eres una gran cazadora-

Y no supe que quería decir con eso. Era completamente cierto, y aunque yo no lo había visto moverse en acción supuse que él también tendría habilidad haciendo lo suyo.

-Tú también debes ser bueno-Aventuré

Lo cierto era que mi nivel de furia se había disipado después de la cacería. Así que no sabía qué hacer o como actuar con Daniel. Y ambos nos quedamos en un silencio interrumpido por los ruidos lejanos.

-Hablé con mi padre en la tarde- Hizo un pausa- Él cree que no tendríamos que recogerte en la manda.

Eso me dejó sin habla. No pensé que Marcus se negara. ¿Qué razones tendría para negarse? A menos que sospechara algo. Pero si esa era la razón porque no había hecho algo directamente para evitar que me acercara.

-¿Por qué?-Pregunté mirándolo a los ojos. Y una vez más me sorprendió su color, así que mejor miré a otro lugar.

-No lo sé. Hace mucho que no integramos a nadie. Y supongo que se siente inseguro Se rascó la nuca como sintiendo pena por mi.

-Yo...yo haré lo que me ordenen. –Dije con una voz suplicante que no me conocía.

-Intenté convencerlo y te ha dado una oportunidad.

-¡Tu mismo has dicho que lo soy una gran cazadora!-Exclamé aun incapaz de pensar con claridad.

-¡Si! Y claro que se lo diré. Pero no es fácil persuadirlo, no lo conoces.

Bufé interiormente. Llevaba mi vida entera conociéndolo.

Nuevamente silencio.

-¿Hay algo que pueda hacer?-Pregunté insegura.

-No te preocupes. Me encargaré- Y Daniel me dio una pequeña sonrisa esperanzadora, pero no especialmente para mí. Las sonrisas que yo usaba eran burla. Yo no solía confiar mucho en extraños, pero por alguna razón él intentaba hacer algo para ayudarme.

¿Qué se suponía que debía hacer?

-Gracias- Medio articulé.

Y me quedé mirándolo, era tan extraño estar de frente a él. Tantos años había soñado con atravesarle la garanta y cuando finalmente lo tenía frente a mí, con la guardia baja él estaba siendo amable conmigo. Él era el que creía mí. Que me apoyaba para quedarme en la manada. Eso de alguna manera disminuía mis ganas de herirlo.

Me dí el privilegio de mirarlo detenindamente.

Y me pareció de alguna manera atractivo. Es cierto, en la manada Adán despertaba atracción en las mujeres, quiero decir: alto, de piel bronceada, ojos miel y con un increíble cabello marrón. Pero Daniel podría fácilmente opacarlo, con esos ojos inquietantemente verdes, sus negras cejas bien formadas, su fuerte mandíbula, su piel, su cabello oscuro...

Pero no tenía que pensar en él de esa forma.

¡No tenia que pensar en el de ninguna manera!


Gracias por sus votos! Me emocionan mucho. ^3^

Y también quiero hacer un anuncio pequeñito. Por favor en los comentarios me recomendarías historias aquí en Wattpad, de ustedes o alguna que les haya gustado, no importa si está terminada o no. (solo pls, no fanfics de 1D o 5SOS, etc)


OscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora