EXTRA

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A la mañana siguiente, Jiang Cheng se despierta un cuarto de hora después que Lan XiChen y se queda recostado en la cama, observando en silencio como el mayor se prepara para un nuevo día.

Le gustan ese tipo de mañana tan tranquilas y silenciosas, algo muy diferente a la noche de ayer con todo el alboroto de su sobrino y hermano.

Pero volviendo a su prometido, el cual luce tan pulcro y hermoso como siempre, pero algo parece estar haciéndole falta.

- ¿Necesitas tu cinta de vuelta? - Le pregunta, llamando su atención - No me molestaría - Agrega.

- Buenos días, A-Cheng - El contrario le saluda, acercándose a la cama para depositar un beso en su frente - Y la cinta ahora es tuya, así que no hace falta que me la devuelvas - Le responde, acariciando su cabello.

- ¿Entonces debo usarla? - Inquiere, alzando una ceja mientras la observa atada a su muñeca.

- Sólo si quieres - Dice y es que para XiChen es más que suficiente que haya aceptado casarse con él.

- Bueno, estaba pensando - Comienza, levantándose para sentarse en su regazo - Que primero hablaría con tu tío, en su oficina - Le informa, arreglando cualquier imperfección en su túnica - Y luego iría con el consejo para comunicarles la buena noticia - Finaliza, besando los inertes labios de su prometido.

Jiang Cheng frunce el ceño al sentir que de pronto está besando una estatua.

- ¿Algo de lo que dije te pareció mal? - Pregunta, alejándose para mirarle.

- No, por supuesto que no, se escucha bien - XiChen se apresura a decir, negando con su cabeza también - Es sólo que me preguntaba el porque estás tan seguro de que mi tío estará de acuerdo y que el consejo no tendrá objeción alguna, nada más - Le comunica, sonriéndole suavemente.

- Pero que poca fé le tienes a tu prometido, Lan XiChen - El menor le recrimina, un poco ofendido.

- No es eso, A-Cheng - Le aclara, tragando saliva antes de continuar - Pero debes saber que puede haber la posibilidad de que ellos no estén de acuerdo y de que debamos de pensar en otras alternativas - Comenta, tratando de que su sonrisa no flaquee.

- ¿Cómo cuáles, Lan XiChen? - Le inquiere el menor con un tono serio.

- Bueno, ya sabes que está ese tema de la sucesión y que pues, tal vez yo deba renun...

- No - Le interrumpe.

- A-Cheng, esto es un tema serio y yo de verdad quiero ca...

- Dije no - Le vuelve a interrumpir.

XiChen en esos momentos se encuentra un poco confundido y no sabe si debería de seguir hablando o no. Puede que la posibilidad de seguir teniendo un prometido dependa de ello.

- A mí no me importaría dejar mi título y permitir que otra rama se haga cargo si con eso tengo garantizado estar contigo por toda mi vida - Concluye, habiéndose arriesgado con ese movimiento, pero la expresión contraria no le comunica nada.

Pasaron unos segundos y él ahora piensa que de seguro tendrá esa cinta de nuevo en su frente más rápido de lo esperado.

- A-Cheng, sé que... - Es interrumpido, no, mejor dicho, es callado por los labios contrarios en un beso arrasador y voraz, tal y como es el hombre que lo está besando de dicha manera.

- Se hará a mi manera - Murmura contra su boca agitada - Nos vamos a casar, tú no renunciarás a nada y yo seguiré siendo el Líder Jiang porque ni loco seré Madame Lan, ¿Entendido? - Dice, sujetando sus mejillas en un agarre firme y el contrario solo puede asentir - De acuerdo, continuemos con esto - Sugiere o demanda, la verdad eso a XiChen ya no le importa, sigue teniendo a su prometido con él después de todo.

Angustia (XiCheng)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora