La voz del todo

2- Rovia: Ecos de la Naturaleza

En los vastos dominios de la naturaleza,

donde se entrelazan la belleza y grandeza,

se revelan secretos en cada sutileza,

y los paisajes se tornan epopeyas mansas.

En valles verdes y montañas altivas,

despliegan panoramas de encanto supremo,

donde el sol acaricia praderas esquivas,

y el viento susurra sus versos en el remo.

El canto melodioso de aves en vuelo,

envuelve el aire con su dulce armonía,

mientras mariposas danzan con desvelo,

pintando el horizonte de alegría.

En ríos caudalosos y transparentes,

la vida bulle en su danza sin fin,

peces y nenúfares, seres diferentes,

componen una sinfonía en su devenir.

El rugir majestuoso del mar embravecido,

rompe en la costa con fuerza y poderío,

mientras las olas, con su vaivén incesante,

susurran historias de un pasado remoto.

Las montañas se alzan, imponentes y eternas,

testigos silenciosos del paso del tiempo,

sus picos nevados, señales sempiternas,

de la grandeza que se oculta en su portento.

La aurora tiñe el cielo con pinceles dorados,

y las estrellas danzan en la noche serena,

mientras la luna brilla con destellos plateados,

y el firmamento se despliega como escena.

Oh, naturaleza, musa de lo divino,

en tu vasto reino encuentro la plenitud,

en cada brisa, en cada rayo matutino,

descubro la esencia que llena mi inquietud.

La naturaleza es un libro abierto,

donde el conocimiento se despliega sin cesar,

en cada hoja, una lección de experto,

que nos enseña a amar y a respetar.

Celebremos la grandeza de este universo,

descubramos la belleza en cada detalle,

contemplemos el vuelo del ave en su verso,

y abracemos el misterio en cada paisaje.

Así, en la sinfonía de la naturaleza,

me sumerjo en su esencia filosófica,

celebrando su belleza con delicadeza,

y aprendiendo de su grandeza única.