Capitulo 7: "Look After You".

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***Niall Horan***

Salimos de ese aburrido lugar, más bien, salí y la obligué a salir.

La llevaría a uno de mis lugares favoritos de la universidad, quizá es lo único que me gusta de esta cárcel.

Llegamos a los pasillos de un "área prohibida", no está permitido circular por aquí pero ya lo he hecho miles de veces y es lo mejor.

-Niall no-dijo en voz baja y caminando de espaldas, tomé su brazo.

-Tranquila Cassi, no pasará nada-afirmé mirándola unos segundos a los ojos, ella asintió.

Seguimos caminando hasta toparnos con unas escaleras, faltaban tres pisos más para llegar hasta donde yo quería.

-¿Por qué estoy haciendo esto?-la escuché hablar, quizá se está hablando a ella misma, loca.

Seguimos subiendo hasta que por fin llegamos, la puerta tenía llave, como siempre.

-Está cerrado, lástima, mejor vámonos-dijo jalando mi brazo, la detuve.

-No seas miedosa Casandra, subimos muchas escaleras como para que te quieras ir ahora-ella me fulminó con la mirada.

Le sonreí, no sabía que más hacer.

Deslicé mi mano por el marco de la puerta en la parte más alta y...¡bingo!, la llave.

La metí en la cerradura y giré la perilla, un aire fresco me pegó directo a la cara, se sentía como libertad.

Le cedí el paso a Casandra, me miró raro pero pasó primero, es por eso que con ella no se puede ser caballeroso.

-Vaya, te luciste Horan-murmuró mirando la vista, gran parte de la ciudad se podía apreciar.

Sonreí para mis adentros, veinte puntos más para mí.

-¿Te gusta?-pregunté sentándome en una de las cajas llenas de azulejos.

Ella se acercó a la punta de una segura caída mortal y me levanté rápidamente para apartarla.

-¡Niall!, no me abraces-se quejó mientras apartaba mis manos de ella.

-No te estaba abrazando, si te caes remorderás mi conciencia, no te dejaría caer-dije señalando todos los metros de caída libre que experimentaría.

La sentí tensarse, entonces miré mi brazo que había chocado con el suyo.

-¿Por qué me trajiste aquí?-preguntó haciéndose un cabello para atrás, sonreí y me encogí en hombros.

Era algo fácil de contestar, nadie más sabe que vengo aquí, solo ella.

-¿Por qué no?-le respondí apreciando la vista, sentía su mirada.

-Quiero decir...¿por qué yo?, ¿por qué de tantas chicas tuve que ser yo?-volvió a preguntar.

Mierda...¿qué le digo?, no puedo decirle que es por una apuesta porque me jode todo.

-¡Dile algo bonito imbécil!

-Porque tú eres...diferente a las demás chicas-la miré, ella bajó la mirada.

Sinceramente ella era muy distinta, ella es...original.

-No sé qué decir, tú eres muy raro...eres un chico popular, es por eso que no entiendo que haces hablándome o buscándome cada segundo desde hace una semana y media, simplemente no lo entiendo-dijo con una leve risada, su risa era linda.

Solo fuiste una apuesta. «N.H.» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora