Capítulo 11: "¿Por qué usas calcetines distintos en cada pie?"

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Intenté con todas mis fuerzas cerrar la puerta pero él tenía una bota bloqueando la ranura que quedaba.

-¡Largo de aquí!-grité con más fuerza.

Estaba aterrada y mi móvil estaba lejos de mí. Las lágrimas ya comenzaban a rodar por mis mejillas.

-Solo quiero que hablemos-dijo sin mover su bota de allí.

-¡No!, ¡no tengo nada que hablar contigo, vete!-espeté asustada, él seguía ahí y yo estaba sola.

Nadie iba a poder ayudarme si no me movía de aquí y tomaba mi móvil.

-¡Oh vamos nena!, ¡lo siento!-gritó pero aún así no me moví.

-¡No!, ¡vete, ahora!-el miedo corría a través de mí.

No lo dejaría entrar, no, no, no, y no.

-Por favor, de verdad siento lo que hice-murmuró.

-Voy a llamar a la policía si no te vas-amenacé, esta vez sí llamaría a la policía.

Retiró lentamente su bota y cerré la puerta de golpe. Coloqué todos los seguros y me deslicé por la puerta hasta llegar al suelo y sollocé.

-¡Lo siento!-lo escuché gritar pero no me importó.

Luego oí el motor de su motocicleta alejarse...todo lo que ya se había arreglado hoy se hizo pedazos.

***Niall Horan***

Había estado buscando a Casandra pero no la había visto en las primeras cuatro horas.

-Niall, deja ya de perderte en el Olimpo y escucha-habló Bruce llegando con Rayan y Adam.

Los miré unos segundos y luego volví la mirada a los corredores.

-¡Escucha rubio!-gritó Rayan. -Ayer, los del otro equipo nos hicieron pedazos-comenzó a hablar.

El partido...lo había olvidado.

-Sí, tanto que les rogamos por una revancha este viernes-ahora hablaba Bruce. -Te juro que si faltas, yo mismo te haré pedazos-amenazó, no me daba miedo.

-Basta chicos-interrumpió Adam. -No pueden dejar de ser idiotas un momento, ¿verdad?-como siempre ya iba a empezar con sus reflexiones.

-No tengo tiempo ahora, y sí, allí estaré el mañana, ahora tengo que irme-me di la vuelta en cuanto terminé de hablar pero Rayan me detuvo.

Me giré para escuchar que estupidez tenía preparada para decir.

-Es en serio rubio, deja ya un lado la apuesta y mantén tu mente en el juego-dijo y me zafé de su agarre.

-Ya les dije que sí iré-les dije por último y busqué rápidamente a Harry con la mirada.

Él estaba sentado solo, leyendo algo.

-¿Harry?-él me miró.

-Aléjate Horan-dijo enseguida y levantándose de ahí.

Lo miré confundido, se supone que ya nos llevábamos bien.

-¿Qué te pasa?-pregunté de mala gana y negó.

-También aléjate de Casandra.

Y se siguió caminando, no iba a quedarme con la duda así que lo detuve.

-Alto rizos, ¿de qué hablas?-le dije en cuanto lo alcancé.

-Sé todo, deja de fingir-musitó y sentí como todo se arruinaba.

Solo fuiste una apuesta. «N.H.» Donde viven las historias. Descúbrelo ahora