🍃 ESPECIAL 🍃

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El sol ya se colaba por las cortinas, iluminando casi completamente la habitación, indicando que un nuevo día había llegado.

Genya empezó a removerse en su cama somnoliento.

Quería seguir durmiendo pero los rayos de luz que golpeaban en su rostro le molestaban, impidiendole por completo seguir soñando. Viéndose así, obligado a despertar.

Poco a poco empezó a abrir los ojos enfocando a una silueta negra frente él.

¿Que recórcholis era eso?

Ladeó la cabeza confundido intentando descifrar de que se trataba.

Cuando finalmente su mirada se aclaró, se encontró con Inosuke parado en su cama sosteniendo una almohada.

—¡BUENOS DIAS! —Gritó el niño eufórico para proceder a golpear al pequeño Shinazugawa con la almohada violentamente y sin darle oportunidad de defenderse.

Las plumas empezaron a volar por toda la cabaña y de un momento a otro, Inosuke ya no tenia una almohada, sino, una funda vacía en su mano.

Confundido la miro.

¿Pero que había pasado?

Frunció el ceño con molestia.

—¡Me debes una almohada, Grunda! —Espetó señalando al pelinegro batiendo al piso el pedazo de tela vacía.

Genya escupió las plumas que se le habían metido a la boca mientras que con desespero se quitaba las que le habían caído en los ojos.

—¡No me llamo así! —Reclamó sentándose en la cama— ¡Y no te debo nada! ¡¿Que rayos te pasa?!

—¿Gertudris? —Intentó recordar su nombre, ignorando por completo lo demás.

—¡TAMPOCO! —Gritó molesto.

—Inosuke, deja en paz a Genya... —Pidió Tanjiro desde su cama, frotandose los ojos para luego soltar un bostezo.

—¡No lo haré! ¡Dañó mi almohada! —Contestó desde su sitio viéndole, para luego girar su rostro y volverse a encontrar con su amigo— ¡Debes darme la tuya ahora!

Genya lo miro ofendido.

—¡JAMAS! —Gruñó— ¡Tu fuiste el que me golpeó como un loco con eso!

—¡Tienes que hacerlo, Grunda! ¡No seas malagradecido! ¡Hicimos trampa para que quedarás en nuestra cabaña!

—Ya Inosuke. —Volvió a regañar el Kamado— Hicimos eso porque somos amigos, no para que Genya nos debiera favores.

—Pfff, no entiendo esto de la amistad. —Refunfuñó cruzandose de brazos, aún sin bajarse de la cama del Shinazugawa.

—¡CALLENSE! ¡QUIERO DESCANSAR!—Se quitó la cobija de encima, Zenitsu. Lanzando un grito agudo, harto de todo el ruido que hacían. Ni los ronquidos de su abuelito eran tan molestos.

Senjuro dió vueltas en su cama, hacían mucho escándalo y el aún tenía sueñito.

Se tapo con su cobijita hasta la nariz e intentó dormir de nuevo. Debió imaginarse que quedar asignado en la misma cabaña con niños mayores que él sería un problema.

 Debió imaginarse que quedar asignado en la misma cabaña con niños mayores que él sería un problema

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Best Day | Sanemi ShinazugawaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora