Capitulo 1: después de ayer

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POV Cheng Lu

¿Sin debilidad, sin dolor, sin piedad? Eso resonaba en mi cabeza con un sabor amargo en todo el interior de mi cuerpo. Recordar esa especie de lema me hacía traer tantos recuerdos de cuando entré al Karate, tanto hasta el punto de querer ser el primero en ello.

Nunca me atreví a ver más allá de mis amigos y mi profesor. Al principio se veía como algo divertido desde temprana edad, fácil. Llegábamos al campo y nos ponían a practicar con movimientos normales, y al final a merendar. Cuando entramos a un nivel superior nos encontramos con el Maestro Li, al principio todo normal, hasta que nos castigaba por no obedecer sus instrucciones, no es que yo no hubiera recibido también una bofetada por parte suya. En casa mi padre también lo hace.

Desde que tengo memoria he Sido uno de los mejores artistas en karate, mi familia es reconocida por ser muy poderosa, razón por la que era obvio que debía entrenar Karate. Lo raro de todo esto, es que aún así no me sentía completo con nada, ni conmigo mismo. Siempre teniendo un oponente al frente con el cual entrenar para después verme arriba hostigando lo, sin saber que tanto dolor pasa en ese momento.

A menudo siempre me encontraba con Meiying, no siempre era en la escuela, nuestros padres son amigos desde secundaria y nos vemos desde que nacimos, creo yo. Me era una persona con la cual asegurar un futuro, en el cual solo estemos los dos nada más. También se unía con mis amigos de vez en cuando con la excusa de "no miden su fuerza" cada que jugábamos con los árboles.

Tenía una buena vista equilibrada al frente de mi vida, tal y como decía y todavía dice mi padre "un hombre debe tener buen éxito laboral, académico y una chica a su lado". La catálogo como la primera frase en mi vida antes que el de mi maestro. Sentía que al fin estaba dando con todo lo que me enseñaron en mi vida, ser una persona a seguir.

Todo eso fue hasta que llegó Dre y me derrotó en el torneo.

Desde que lo ví frente a Meiying, bailando una estupidez, no me dió buena espina, en especial cuando me reto a pelear y lo hize ver qué era imposible. Apartir de ahí tuve la misma meta desde hace años "dejar en claro cual es mi lugar en este mundo"; Cosa que no esperaba que se derrumbara con tan solo una patada giratoria en la mejilla.

Desde abajo veía como todo el mundo aludía a Dre, aún estando en el suelo. Sentí por primera vez lo que es ser derrotado, algo por lo que sin saber de donde saque fuerzas, me levanté y le entregué el trofeo en sus manos. Pude ver su rostro iluminado, algo que me recordaba a cuando ganaba torneos anteriores. No fueron muchos pero significaron algo.

Me acerque a mi grupo y vi como mi maestro me miraba con enojo por eso, y creo que más por sorpresa ya que sus ojos seguían abiertos. Pero mi grupo si fue más comprensivo, nos felicitamos a lo bajo para no ser escuchados por el señor Li. Cosa que terminó en darse cuenta.

Mientras todos estaban glorificando al ganador el se volteo para vernos. Alzaba la mano y me veía fijamente, eso era señal de ir a pegarme. Antes de que el hiciera contacto conmigo fue tomado por el señor Han, este le ordenó de que se fuera. Algo que desató una pelea entre ellos.

Creía que el señor Han no era más que un marrano en tuberías de apartamento, hasta ese torneo y la pelea que empezaba con el maestro Li. De verdad es profesional, pensé. Duraron así unos minutos hasta que fue acorralado por el señor Han, quedé estático cuando pronunció la misma frase que nos enseñó el maestro Li en nuestro entrenamiento de día a día.

Solo basto que Dre le negara el lema, algo que, me hizo sentir aliviado. Una vez que lo soltó y bajo Dre, nos colocamos al frente y nos inclinamos; yo fui uno de los primeros, por respeto y consideración. Sin duda alguna, lo mejor de ese torneo fue la cachetada que recibió de la madre de Dre.

Bajo Tu Mirada // Karate kid Donde viven las historias. Descúbrelo ahora