Capitulo 7: De visita

270 14 2
                                    

Pasado dos días desde aquella salida con sus amigos y, los dos americanos nuestro protagonista se encontraba ahora tendido en su cama con los brazos bajo su cabeza. Miraba el techo con cansancio y pensativo miro a la ventana. Había tenido una mañana muy fuerte de entrenamiento debido a lo tarde que llegó el día anterior a casa, su padre lo obligó a hacer prácticas y no le dejo sus videojuegos (que en realidad ya casi ni los usa).

Volvió su vista al techo y soltó un fuerte suspiro, de verdad los momentos buenos son tan pocos que ni duran lo suficiente, su espalda dolía de tanta plancha y bíceps que hizo en el suelo frío; su padre no tuvo una pizca de familiaridad que lo levanto esa mañana con un balde de agua fría, para después sudar litros de tanto ejercitar por tres horas. Ni había cenado esa noche. Su madre bien o no había hablado con el por su tan insatisfacción con Cheng, pero este no le tomo mucha importancia a lo que fuera a opinar su esposa; si o si lo quería degollar con el karate.

– la vida si es pesada- dijo rascándose el pecho- más bien mi vida lo es..

Se reincorporo en la cama para agarrar el vaso que estaba en su mesita de noche, bebió el agua fresca y se quedó ahí sentado por unos minutos. Miro a su ventana una vez más, eran las 6:56 a.m. aún no se notaba lo suficiente el sol desde su punto de vista. Un recuerdo le llegó a la mente de su última salida, sin duda la paso bien gracias a la compañía que llevaba.

Pero... Una sonrisa femenina y blanca se hizo presente, con un ambiente cálido y acogedor. María a pesar de ser latina tenía una mejor vibra que la que llevo Dre cuando lo conoció, pues no se había metido con nada de su "propiedad" o buscarle pelea sin resultado bueno, claro que el cambio para bien. Algo le decía que era buena persona y debería juntarse más seguido con ella y Dre.

Recordó también una cuestión desde ya hace meses: Dre Parker. ¿Que tan difícil era ir hacía una persona y pedirle disculpas por algo? Un ejemplo de ello es Cheng. Ha intentado varias veces ir a dónde el y dialogarlo que, no se quedarían dormidos de enumerarlas. Ahora que estaban de vacaciones debía aprovechar para ir donde el y hablarlo y, si sucede un milagro de paso, ganarse su amistad; no por nada malo. Dre es alguien de buenas intenciones y, en casos torpe. Pero no quita el hecho de que agrada cuando lo conoces o te deja conocer.

¿Y, Por qué no visitarlos? Se pregunto. Si bien podía seguir siendo castigado con eso al menos pasaría un rato más junto a esos dos americanos que lo vuelven neutro. Su padre le diría que no o le dejaría ir solo por unos minutos; pero valdría la pena siempre que logrará su objetivo. La idea no era mala, ya hasta iba llegando al tercer día en esas cadenas.

De inmediato busco en su clóset algo que ponerse. Tomo una camisa blanca sin mangas, unos jeans azul oscuro y unas zapatillas negras. Se adentro al baño y se removió el mal olor a sudor, se perfumo y salió a vestirse. Se miro en el espejo pasándose un peine por el cabello, ya con su ropa puesta tomo un collar con un dige de Kun Fu; se acuerda cuando su padre se lo regaló en su primer torneo, ahí antes de pasar a nivel superior.

– bueno... No me veo tan mal- dijo dándose un último vistazo- será que voy a pedirle permiso?

Arqueo una ceja dudoso, lo que lo salvaría de eso es que su padre no se encontrará en casa. Pero conociendo lo sería una ilusión sin importancia.

– bueno..(suspiro) lo intentaré.

Salió de su cuarto y bajo las escaleras con discreción, volteo a la sala y no estaba su padre leyendo el periódico; le pareció raro y fue a la cocina. Su madre estaba lavando unos platos y se volteo al sentir unos pasos de cerca.

– cariño, que bueno que bajaste- dijo con una sonrisa.

– hola mamá, dónde está papá?- pregunto sintiendo se nervioso.

Bajo Tu Mirada // Karate kid Donde viven las historias. Descúbrelo ahora