Pasado Un Tiempo[Pausada]

𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 𝑪𝒖𝒂𝒕𝒓𝒐

Cuando abrió los ojos, no lo entendía, seguía ahí de pie, soltó un suspiro y bajo la mirada, encontrándose con que realmente si ocurrió algo, estaba ahí, en el suelo, se estaba viendo a si mismo ¿como?.

- Nuestro novato si que le gusta ponerse en peligro -

Escucho una voz detrás de él, la misma que le advirtió sobre el sujeto la noche anterior. Volteo lentamente, no estaba solo, una chica, una anciana y un pequeño estaban ahí, de pie, observándolo.

- En mis tiempos los jóvenes pensaban mejor antes de actuar -

Esta ves fue la anciana quien hablo. Por alguna razón, podía sentir lágrimas recorrer sus mejillas ¿porque? ¿Quienes eran ellos?.

- ¡Eugene ha crecido mucho! ¡No es justo, Hayden sigue pequeño! -

No... Si sabía quienes eran.

- Joan... River... Ha-Hayden... -

Sollozo, si, por supuesto que los conocía, ellos lo ayudaron a ser mejor persona, a quererse a si mismo, Hayden fue su primer amigo ¿cómo pudo olvidarlo? Paso buenos momentos con River y Joan lo salvo de Charlie.

Entonces, el de ayer, quien lo salvo ayer, claro.

- Perdónenme - Sollozo intentando limpiar las lágrimas que no dejaban de fluir

No paso mucho tiempo, River y Hayden lo estaban abrazando mientras Joan observaba entre reprochando y nostálgica, extrañaba a la calabazita, pero no podía dejar de cuestión su acción reciente.

- ¿Por qué no están trabajando aún? -

- Oh, jefe, a que no adivina - Contestó River divertida.

Al mencionado no le costo mucho llegar a la respuesta correcta, era difícil no notar al único cuyos colores iban de blanco a rosa, el único mortal entre fantasmas.

- ... -

No dijo nada, solo desapareció pero a la chica le pareció ver, podría jurar que vio sorpresa en la mirada del fantasma oscuro, que curioso, recién lo salvo ayer, tal ves no esperaba tener que volver a ver al chico, al menos no aún.

- El, ¿está bien? - Pregunto tímido Eugene, aun estaba procesando todo.

River sonrio y lo llevo a la oficina con Hayden aún abrazado al castaño rosado, Joan solo los seguía en silencio.

- El jefe, te sorprenderá saber que no ha cambiado en lo absoluto, sigue siendo un amargado -

Eugene sonrío, nunca le pareció un amargado, pero si alguien misterioso, siempre le resultó atrayente con todo sus secretos y pocas palabras.

- Supongo... Yo.. de verdad lo siento mucho, todo este tiempo -

- Vamos Calabazita, sabemos y entendemos, eres un mortal. -

- Aun asi, yo, los olvidé, no debí hacerlo, ustedes hicieron tanto por mi -

- A Hayden no le importa! Esta muy feliz de que Eugene volvió! -

El mencionado finalmente logró secar sus lágrimas, estaba tan feliz, podía entender ahora, ellos siempre estuvieron con el, cuidándolo.