Taehyung estaba preocupado, nervioso, y si era sincero, temeroso.
Se había encerrado en su habitación y ahí llevaba cerca de dos horas, los pensamientos en su mente se mezclaban durante cada minuto que pasaba, impidiéndole poner sus ideas en orden.
La audiencia le dejó en claro muchas cosas: la primera era que Jimin estaba dispuesto a hacer valer sus derechos y a imponer su poder, la segunda era que su padre y su tía tenían una visión diferente ahora, y la tercera era que la familia Jung, más concretamente Hoseok, estaba hundida en el fango.
Se dejó caer en el sillón y respiró hondo. Para él fue sumamente difícil permanecer sereno en esa audiencia, fue angustiante escuchar la sentencia dada al hombre que amaba; sin embargo, muy en el fondo Taehyung sabía que era lo justo.
Hoseok se equivocó terriblemente, y ahora debía pagar por ello.
Salió de sus pensamientos gracias al ruido estridente que se creó de forma repentina. La puerta de su habitación fue abierta con brusquedad, revelando con ello la presencia de su rebelde juguete.
—Aquí estás —dijo Jungkook, mientras ingresaba a la habitación.
—¿Quién te sacó de la jaula? —preguntó el omega, sin molestarse en darle una mirada.
—No lo sé, de un momento a otro fueron y abrieron la puerta —respondió con un encogimiento de hombros.
Taehyung sonrió sin gracia, seguramente fue su padre quien dio la orden. SeokJin sabía como se estaba sintiendo con toda la situación de su mejor amigo y Hoseok, así que quizá pensó que la compañía de su juguete le ayudaría al menor de los Kim.
Si tan sólo supiera que Jungkook no hacía más que sacarlo de sus casillas.
—Te sugiero que regreses a la jaula, quiero estar solo —comentó, bastante concentrado en mirar la pared de su habitación como para prestarle atención a algo más.
El alfa lo miró detalladamente de pies a cabeza.
—¿Es una orden? Es que no sonó como una —dijo, animándose a dar algunos pasos más para acercarse al omega.
—No estoy de humor —advirtió Taehyung.
—Lo noté, y es una lástima. —la respuesta del alfa hizo que Taehyung lo mirara por primera vez en ese rato. Jungkook sonrió ladino y continuó hablando—. Eres más sexy cuando estás enojado.
—¿Extrañas el bozal? Porque te juro que es lo que tendrás si sueltas más estupideces.
—¿Lo ves? Así luces mucho más sexy —dijo el alfa, provocando que el peliazul rodara los ojos.
—¿Por qué estás tan comunicativo? Según recuerdo, tú odiabas la idea de estar aquí.
Jungkook soltó un suspiro que por esos segundos ganó la atención de Taehyung. El alfa se sentó en el suelo, quedando justo al frente del omega, mientras sus ojos no hacían más que contacto visual prolongado.
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Alpha's owner ⛓ YM
Ngẫu nhiênEn la cima absoluta del poder, los omegas son la supremacía en el dominio sobre las demás razas. En un mundo adaptado a la imposición del más dominante, la obediencia y demanda son requisitos en la supervivencia; sin embargo, la excepción puede ser...