Hoseok estaba sentado en la esquina más oscura de su celda. Tenía la mirada fija en la pared grisácea y húmeda, mientras pensamientos múltiples nacían y morían en su mente.
Las mazmorras era la prisión donde dejaban a los delincuentes más peligrosos de la manada, un lugar hostil que tenía la capacidad de enloquecer mentes, trastornar ideas y debilitar cuerpos, hasta que los huesos se quebraran uno a uno de forma lenta y dolorosa.
Hoseok sabía la capacidad que ese lugar tenía para perder a las personas; llevaba dos días ahí y ya había perdido la capacidad de diferenciar el día de la noche, así como su olfato dejó de avisarle cuando existía alguien más acechándole.
Sin embargo, nada de eso le importaba, pues su mente estaba tan lúcida como antes.
Hubo un golpe fuerte dado a los barrotes de su celda que le hizo salir de interminables pensamientos. El beta miró de reojo al guardia, era un hombre de aspecto sucio, alto y lleno de cadenas, con más cicatrices que piel sana.
Sonrió, otro detalle interesante de las mazmorras era que los carceleros eran alfas adiestrados, aunque muy sucios e ignorantes.
—Tienes visita —avisó el alfa.
El interés brilló en los ojos del beta cuando notó como el carcelero hacía una inclinación en extremo respetuosa. Segundos después, sus sospechas fueron aclaradas cuando el mismo líder del clan se presentó ante él.
—Luces fatal, Jung —dijo YoonWoo, dándole una mirada inexpresiva.
—Me disculpará por no hacer la reverencia que espera, pero, como puede ver, tengo cadenas que me lo impiden —habló Hoseok, decidiendo concentrarse en la pared.
—No me interesan tus reverencias, hay asuntos más importantes —aseguró el omega.
—Lo sé, aún así, no pienso hablar hasta que ese perro se haya marchado —advirtió Hoseok, dándole una mirada amarga al carcelero que no se había movido de su lugar.
YoonWoo miró al alfa, y sólo bastó con un movimiento de cabeza para que el corpulento hombre se marchara, dejando al líder y al beta completamente solos.
Esperaron un par de minutos, y cuando el silencio otorgó más seguridad, el líder preguntó:
—¿Las razones son las mismas?
—Sí —respondió el beta—. Nada ha cambiado, señor. Aunque, sí soy sincero, no me esperaba tanta crueldad de parte de mi ex prometido.
—Conoces a mi hijo desde que ambos eran cachorros, el hecho que te sorprenda es una burla para mí.
—¿Qué va a pasar con mi madre? —preguntó Hoseok—. Necesito seguridad para ella, señor.
—La tendrá, las condiciones no han cambiado. En este momento SeokJin la está moviendo de distrito —tranquilizó YoonWoo—. Ahora, hablemos de lo importante.
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Alpha's owner ⛓ YM
DiversosEn la cima absoluta del poder, los omegas son la supremacía en el dominio sobre las demás razas. En un mundo adaptado a la imposición del más dominante, la obediencia y demanda son requisitos en la supervivencia; sin embargo, la excepción puede ser...