Capitulo 17. Previo

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POV Mar.

Estaba todo listo, lo esperaba ansiosamente con las sabanas extendidas y listas, dispuso una toalla sobre la cama para evitar manchar las sábanas con los aceites que planeaba utilizar, la luz del cuarto era tenue y acompañaban unas velas aromáticas sobre las mesas de noche, de fondo se reproducía música relajante en un tono muy bajo para evitar llamar la atención de toda la casa.

Ella se cambió de ropa, se quitó el vestido utilizado durante el cóctel y se puso un juego de lencería rosa pálido, encima se colocó su bata de seda blanca, así como el le organizó la noche especial en el hotel ella quería que quedara el ambiente muy especial para sorprenderlo. La puerta se abrió y ella estaba prendiendo la última vela que se había apagado, volteó al verlo.

Mar: Bienvenido Señor Torrenegro, soy Leona Bravo y hoy me tocará atenderte — le dijo en un tono sensual

Gael: Con que hoy regresó mi ex esposa.. Leona... me encanta, mucho gusto de volver a verte — siguiéndole el juego estirándole la mano como ya se había hecho costumbre cada vez que se presentaban "volviendo a empezar"—— no sabía que además de asesora eras masajista

Mar: Y tengo otras aptitudes mejores que aún no conoces de mi.... — le dijo acercándose seductoramente a él quedando bien cerquita de su boca

Gael: Es que mi ex esposa no me permitió conocerla más a fondo... espero que esta noche me lo permita

Mar: Creo que ya tiene una idea de lo que se perdió y se arrepiente, por eso está aquí ..... necesitaré que te retires la playera, los pants y tu ropa interior y te recuestes sobre la cama boca abajo, si necesitas ayuda no dudes en pedirla

Gael: Siempre tan atenta, creo que puedo solo —  hizo un puchero por no dejarla quitárselo y el rió divertido

Comenzó primero quitándose la playera, luego se bajó los pantalones, y caminó a recostarse boca abajo como ella le indicó.

Mar se dirigió a la mesa de noche donde tenía las cremas y aceites, antes de tomarlos se retiró la bata y la dejó caer frente a el, quedo solo con la lencería que traía puesta y pudo notar su mirada sobre ella.

Mar: ¿Te gusta?

Gael: Toda tú me gustas, me fascinas, en todas tus versiones — ella sonríe a su comentario tímidamente, en esa sonrisa claramente soltó su papel de Leona y salió Mar sin planearlo

Mar: Bueno vamos a comenzar... cierra los ojos.... relájate, espero que Leona sepa compensar todo lo que te hizo sufrir manteniéndote solo mirando —- Gael no pudo evitar soltar la carcajada por el comentario

Mar se subió a la cama y abriendo sus piernas se colocó montada sobre su espalda. Comenzó en sus hombros, masajeando suavemente con poca presión llevando movimientos circulares del cuello hacia los hombros, luego sus manos subieron a su nuca y su pelo rozando con la yema de sus dedos sus orejas, masajeaba con delicadeza el lóbulo y lo alternaba con delicados besos. Notó como Gael se relajaba de verdad gozando de esta primera etapa del masaje soltando todas las preocupaciones.

De ahí se dirigió a sus mejilla derecha que es la que quedaba a su alcance al estar boca abajo y con la cabeza ladeada, continuó hasta sus labios rozándolos con sus dedos y luego los sustituyó con su boca, su lengua jugueteó con el labio inferior y le soltó un pequeño mordisco. El entreabrió su boca buscándola de nuevo pero ella volvió a incorporarse, se puso de nuevo un poco de aceite en las manos y dejó caer un poco sobre su espalda, comenzó a masajear la espalda alta, ejerciendo un poco más de presión para liberar la tensión de la zona para luego ir descendiendo hacia al área lumbar.

Llegó a sus glúteos, le fascinaban tenían la forma y firmeza perfecta, decidió detenerse en ellos un rato disfrutando el momento, les dedicó un tiempo entre presión y caricias, escapando por momentos uno que otro dedo travieso hasta rozar con sus testiculos y volvía a subir, podía sentir la respiración de el acelerarse y también un bulto ya un poco incómodo por ser aplastado por la posición.. decidió continuar y bajar a las piernas con un poco de presión hasta llegar a los pies, les dió un suave masaje a cada uno en la planta y el talón para terminar masajeando cada uno de sus dedos con estiramientos suaves.

Un nuevo destino... GarenaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora