Un nuevo destino... Garena

Capitulo 40. Secuestro

POV Mar.

Haber compartido ese momento juntos había generado más lazos y conexiones emocionales entre ambos, sobretodo por haberlo hecho en ese lugar tan especial, donde habían pasado su primera noche juntos, donde se habían entregado en cuerpo y alma por primera vez como adultos llenos de amor y deseo por estar juntos por fin y para siempre.

Quemar esas cartas en la chimenea, ver consumirse el papel y hacerse cenizas se llevaba mucho más que letras... se quemaban sentimientos atorados y resentimientos guardados por años, liberaba cadenas, limpiaba y sanaba el corazón y el alma por completo, se sentía esa paz en ambos, esa tranquilidad de haber logrado maduramente ese análisis interno y esa sanacion profunda y verdadera..... Los monstruos y los miedos se quemaban en esa chimenea.

Gael: Gracias Mar

Mar: ¿Gracias porque amor?

Gael: Por todo... por esto.. porque que me conoces tanto para saber que era importante sanar esto juntos

Mar: Mi Amor... como te escribí en la carta, compartimos más que amor e hijos... también nuestra penumbra y nuestro dolor es compartido.. y sé que juntos es el único camino a la verdadera sanación y liberación - siente como la mano de Gael la acaricia tiernamente en la mejilla en respuesta a sus palabras y después le besa la mano que aún sostenía

Gael: ¿Y la carta que falta es la de Adrián? - la mirada de Gael se desvía hacia el sobre que aún estaba asentado a un costado de su esposa y su voz salió en un tono suave, podía notar que trataba de no ser invasivo

Mar: Si... esa también quiero que la leas conmigo y.... si tú también sientes la necesidad, que escribas algo...- suspira llenándose de aire para lograr aclarar su mente antes de continuar hablando- con Adrián me pasa algo distinto amor... si, nos ha hecho daño, pero no lo considero un monstruo como a Ramses, Columba o Calixto, lo considero una persona enferma, perdida.... se obsesionó y eso lo llevo a tomar malas decisiones hasta perderse, en el fondo me duele ser la causante de su obsesión, aunque ya entendí que no soy la culpable.... - pausó antes de continuar su reflexión y Gael no la interrumpió, entendiendo que aún no terminaba- pero ser el motivo es algo que me pesaba

Gael: Amor.... - la sonrisa que Gael le ofrecía la reconfortaba y sentir de de nuevo como vuelve a llevar su mano a su mejilla para acariciarla al ver que sus ojos se pusieron tristes la estremeció provocando que cerrara sus ojos para disfrutar la caricia- Entiendo a lo que te refieres y yo tampoco lo considero un ser malo por naturaleza ni despreciable como mi padre... David cometió errores a causa de la obsesión de Adrián por Marena, alimentó por años una ilusión que se le fue de las manos... si nos hizo daño y por eso es importante esta carta amor, para que también cierres esa herida- al escucharlo y sentir todo su apoyo le regresa la seguridad que por un momento flaqueo y se voltea a tomar la carta para entregársela de una vez y que el comenzará a leerla, necesitaba escuchar su opinión y también sacar todo lo que ya había analizado y escrito, Gael la tomó y abrió el sobre con cuidado, desdobló la carta y se aclaró un poco la voz para comenzar a leer, pero al voltear a verla la notó nerviosa, ella sabía que lo estaba, quería compartir todo con el pero no dejaba de ser un tema sensible por todo lo que ocurrió en el pasado, el le estiró la mano y ella la aceptó para acercarse a él, se acomodó entre sus piernas, apoyada y acurrucada en su pecho, el volvió a estirar la carta colocándola delante de ambos y comenzó a leer.

Adrián - David:

Quisiera poder estar escribiéndole estas letras a mi amigo, al chavo de puerto Palma que vivía día a día con entusiasmo, que me ofrecía una amistad sincera y siempre me apoyaba sin esperar nada a cambio... o mínimo eso sentía.

Recuerdo nuestra amistad y los sentimientos que me invaden son lindos... duele saber que ya no existe ni existirá... todo cambió el día en que yo me enamoré, no supiste entender ni aceptar que no fuiste tú el que ocupó ese lugar en mi corazón... sentimientos de competencia aparecieron en ti desde aquella ocasión y mi inocencia y cariño hacia ti no me permitió verlo claro desde ese entonces.