the man

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El día había comenzado bastante mal, para empezar su madre no podía llevarlos a la escuela, siguiendo por la repentina llamada de su padre avisándoles que no podría pasar el fin de semana con ellos y como broche final, la canilla del baño se había...

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El día había comenzado bastante mal, para empezar su madre no podía llevarlos a la escuela, siguiendo por la repentina llamada de su padre avisándoles que no podría pasar el fin de semana con ellos y como broche final, la canilla del baño se había roto y tanto Nick como ella tardaron horas en parar el agua. Al final había dormido fatal y las ojeras rodeaban sus ojos hasta el inicio de sus mejillas, como un mapache con mal olor.

─ ¿Tienes entrenamiento hoy? ─  Su hermano asintió con la cabeza mientras pateaba una piedra, ninguno de los dos estaba de buen humor ese día y se notaba a kilómetros ─ ¿Siguen buscando jugadores para la banca?

─ Sí, pero...─  Nick se detuvo cuando llegaron a la parada del autobús escolar, viendo cómo todos sus compañeros bajaban para correr a la escuela, ya habían llegado ─ creo que encontré un buen jugador.

Marianne siguió la mirada de su hermano, deteniéndose en una figura delgada y una alborotada melena de cabellos negros. Un chico de primer año, el mismo había estado en la boca de todos, el último año se había corrido el rumor de que era gay y aquello llamo la atención de todos.

─ Si el chico es bueno supongo que estaré animandolo, suerte convenciendo a Charlie Spring.

─ ¿Lo conoces?

La chica sonrió un poco, yendo entonces con el resto del grupo, con los amigos de su hermano.

─ Pero si son los Nelson, ¿no es una buena mañana hoy? ─ Ambos rodaron los ojos al mismo tiempo, Imogen sonrió al notar la similitudes entre ambos gemelos más no dijo nada, solo se acomodo mejor en aquella mesa de jardín.

Marianne dejo caer su morral sobre la mesa y luego tomo asiento, el teléfono dentro de su bolsillo vibró y al desbloquearlo pudo ver un mensaje de Darcy. Su amiga había pescando un resfriado nada más volver de las vacaciones, en su burbuja de aburrimiento la rubia no paraba de enviar fotos de su rostro rojo y afiebrado.

Debía admitir que su humor estaba siendo controlado de la mejor manera, al menos hasta que cierto chico decidió molestar.

─ ¡La lista fue publicada! ─ Nick arrugó la nariz cuando escucho aquello y sin comprender de que trataba decidió acercarse, cómo todos los demás del grupo.

Harry sostenía su teléfono y sonreía con cierta arrogancia, Imogen se mantuvo unos pasos detrás hasta que escucho su nombre. La realidad era que los chicos habían estado ocupados aquellas vacaciones, muchos de ellos pasaron gran parte puntuando la belleza de las chicas.

─ Tara Jones está en el puesto número uno, no es ninguna sorpresa ─ Harry dice y todos rien, menos tres personas en aquella ronda ─ Imogen, alégrate, estás en el puesto dos y por lo visto escalaste mucho desde tu primer año de secundaria.

La nombrada se remueve incomoda, aferrándose a su mochila como si aquella pudiera salvarla.

─ ¿Lo recuerdas? ─ Harry vuelve a hablar y para ese punto Marianne ya se encuentra de pie, acercándose sin que nadie ponga mayor atención ─ Siempre estabas detrás de Anne llorando porque las otras chicas te molestaban, los frenillos y los lentes hacen un verdadero cambio.

Tan rápido como esas palabras escapan de sus labios, un puño acaba en su rostro. Marianne se tambalea un poco y son las manos de Nick quien la sostienen para que no caiga, Imogen en cambio cubre su boca para ocultar la sorpresa mientras el resto se ríe.

Harry la observa desde el suelo con confusión, como si deseara una explicación por su repentina acción.

─ Solo mis amigos me dicen Anne, tú piérdete de una vez Harry.

Como un milagro, la campana suena y es Imogen quien la arrastra lejos del grupo de chicos, buscando dejar aquel malentendido ahí.

Marianne toma su mochila como puede y deja que la mano de Imogen se aferre a su muñeca sin poner ninguna queja, no recuerda cuando fue la última vez que la chica estuvo tan cerca de ella y sin poder contenerlo su corazón late con rapidez.

─ No deberías dejar que tipos como Harry te traten así.

La castaña asiente con la cabeza y se detiene al ver a Tara a la distancia, es ahí cuando suelta su mano y Marianne desea que no lo haga.

─ Lo tendré en cuenta, pero tú no deberías golpear a nadie.

Ambas se quedan en silencio, la rubia es la primera en alejarse ante los saludos de Tara a la distancia. Es así como su día parece mejorar, ¿quien diría que golpear a Harry podría mejorar su humor?

La clase de francés ha comenzado, Marianne se encuentra junto a la chica nueva, Tara está sola en aquella ocasión, aunque las tres están relativamente cerca como para trabajar en equipo.

─ Tao te amaría, romperle la cara a Harry Greene siempre fue su sueño.

La chica habla mientras Anne solo dibuja algunos garabatos en su cuaderno, pensar en Harry no le hace feliz y Tara lo sabe, por lo que su amiga busca la forma de cambiar el tema de conversación.

─ Entonces, ¿Sortez-vous souvent avec des amis? ─ Tara hablo en un francés decente, digno de una chica con sus calificaciones.

─Non, d'habitude ils me laissent tranquille parce que je suis la troisième roue.

Elle parpadeo con confusión, intentando traducir la respuesta tan fluida que la rubia había dado. Tara sonríe y marca la pregunta en la hoja de estudio.

─ Marianne es mitad francesa por parte de su padre.

─ Eso no es justo, aprobarias sin estudiar.

Marianne sonrie y cierra su cuaderno, acercando su rostro al de Elle, la chica retrocedió por los nervios.

─ ¿Es-tu jalouse chérie?─ Y con aquella frase la rubia acabo por reírse, Elle estaba tan roja como un tomate y Tara no paraba de regañarla.










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¡Hola! ¿Qué tal están?

Les dejo este capítulo nuevo para enviarles ánimos para la semana, como ven estoy emocionada por este proyecto nuevo.

AURORA Imogen HeaneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora