the way i loved you

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Marianne sube el cierre de su vestido con un poco de dificultad, no es que odie las faldas o los pantalones cortos, pero el hecho de haber sido obligada a comprar esa prenda le genera fastidio.

Los días han pasado hasta que la fiesta de Harry está justo ahí, Nick le ha pedido que lo acompañe y ella se ve en una posición incomoda, dejar solo a su gemelo no suena como una buena opción, pero también sabe que Imogen estará ahí y que todos quieren emparejarla con su hermano. 

Al final ambos están ahí, en ese gran hotel que los padres de Harry han alquilado para el cumpleaños numero dieciséis del chico, como si fuese poco debe escucharlo decir puras boberias. ¿Invitarla a salir? Por favor, todos saben que Marianne metería su cabeza en su balde de excremento si le fuese posible.

─Creo que debes dejar de soñar.

─Y yo creo que deberías admitir que te gusto, esto de ser enemigos ya me está aburriendo ─Nick la observa y avanza dispuesto a defenderla, sin embargo ella eleva su mano para darle a entender que se detenga─. Es un desperdicio que sigas sin salir con nadie, la gente se va a aburrir de ti. 

─Hay muchas razones por las cuales jamás saldría contigo ─Los amigos del rubio comienzan a murmurar, una sonrisa burlona se pinta en su rostro cuando nota que el brazo de Harry cae de sus hombros─. La primera es tu personalidad; hombre, por Dios que eres desagradable. La segunda es que tu aliento huele a heces de perro, tengo uno y te aseguro que ella caga mejor que tu aliento. 

Para ese punto todos se están riendo, incluyendo a Charlie que se encuentra detrás de Nick. Imogen va llegando y cruza miradas con ella, de todas formas se prohíbe detenerse ahí, ella va a dejarle en claro las cosas a ese idiota. 

─Y tercero, soy lesbiana. Me gustan las mujeres y te aseguro que a ellas les gusto más yo que tú. 

Eso es todo, Harry se marcha y es seguido por sus amigos, esos con los que parece compartir neurona. Imogen la observa y luego baja la cabeza, sin embargo Marianne no repara en ella, no cuando Nick ya tiene  sus brazos al rededor de su cuerpo y Charlie se le suma. Se siente aceptada por las personas necesarias, por las que ella quiere.

─Eres increíble, estoy orgulloso de ti. 

Luego de eso las cosas pasan rápido, Imogen desaparece de su campo visual y ella se enfoca en sus amigas. En como Sahar la saca a bailar o el hecho de que Darcy y Tara al fin han decidido hacer publica su relación. Todo parece ir bien hasta que los ve; Imogen esta bailando con Nick, sus brazos están envueltos en su cuello y su hermano parece estar tenso, al final él corre lejos de la chica y ella hace lo mismo. 

─Lo siento. ─Sahar la suelta y ella se aleja, dirigiéndose a la salida de aquel horrible y glamuroso hotel, por primera vez en mucho tiempo se ve a si misma deseando estar sola en el mundo. Sola para poder calmar el dolor creciente de su pecho. Sola para escuchar los pensamientos de su corazón. Sola para poder conocer a su alma. 

Su madre va por ellos cerca de la medianoche, la mujer insiste en saber lo que le sucede, sin embargo Anne se refugia en la oscuridad del asiento trasero. Se hunde ahí y espera que la trague el universo. 

Los días siguientes no son muy diferentes, Nick parece más feliz y su madre obtiene un nuevo hobby; la jardinería japonesa.

Marianne se encuentra barriendo el salón de clases ese día, castigo de la maestra Davis por haber ensuciado de harina el suelo, claramente es culpa de Darcy. Pero su amiga le ha pagado diez libras por cubrirla y Anne no duda en aceptar. 

Sobre el escritorio está su teléfono, Karma suena en un volumen moderado, ella tararea mientras ordena las sillas empolvadas. Aún se pregunta como es que Darcy ha conseguido pasar un volcán de harina sin que nadie lo notara. 

─Hey, ¿sigues barriendo? ─esa voz familiar le pertenece a Sahar, la chica parece querer acercarse más a su grupo y Marianne encuentra lindo lo dulce que puede ser, así que ella le sonríe cuando la ve cruzar la puerta─ ¿Necesitas ayuda?

─Ya casi termino.

─Darcy se lucio está vez, pensé que bromeaba sobre lo del volcán.

─Recuerda que Darcy nunca, jamás, bromea. 

 Eso le arranca una risa a Sahar, pero por mucho que Anne quiere obligarse; esa no es la risa de la que está enamorada. ¿Enamorada? Sí, tal vez ella esta profunda y perdidamente enamorada de Imogen, hasta su nombre agita su pecho. 

─¿Puedo hacerte una pregunta?

─Claro, me encantan las preguntas ─ella toma asiento en una de las sillas y Anne deja la escoba para hacer lo mismo.

─ ¿Por qué Imogen y tú dejaron de ser amigas? Antes eran muy unidas. 

El silencio reina en el aula unos extensos y mortuorios minutos, Marianne esta a segundos de retractar su pregunta y disculparse, pero la respuesta llega primero. 

─Nos enamoramos de la misma persona,  ella me pidió que no me confesara, sin embargo jamás hizo nada para tener a esa persona.

─Entiendo, creo que ya no quiero seguir con está conversación...

─No ─Sahar la detiene, interrumpe su escape sobre una conversación que no desea tener─. Puede ser muy obvio para ti, pero Imogen no sabe lo que quiere, no sabe quien es...

─Imogen tiene derecho a decidir quien es y  para ello puede tomarse todo el tiempo que quiera. 

De esa forma la conversación acaba, Marianne deja la escoba en manos de Sahar antes de marcharse, sin saber que alguien más había estado escuchando esa charla.


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¡Hola! ¿Qué tal están? 

Vine a última hora con la actualización, pero vine. Espero que todos estén bien y tengan un buen inicio  de semana. 

AURORA Imogen HeaneyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora