El fin de semana fue un verdadero caos, al menos para las emociones de Marianne y también para los oídos de Nick. Escuchar música en un alto sonido durante dos días seguidos lo estaba poniendo en riesgo de perder la cordura, tal vez también podía incluir el hecho de que su hermana había acabado con el helado que tenían en la heladera.
Imogen era una chica dulce pero poco segura de si misma, aquello era lo único que Nick podía encontrar similar entre la ella y Charlie, ¿por qué estaba pensando en eso? La razón era medianamente obvia, su hermana llevaba encerrada en su habitación desde el viernes, el mismo día que él la había encontrado hablando con Imogen.
─Anne...─ dos golpes a la puerta y ninguna respuesta de su parte, él recostó su frente en la madera, suspirando antes de seguir tocando de forma insistente ─ Por favor, ya es domingo, tienes que salir de ahí.
Los minutos pasaron en silencio, la música se detuvo y por primera vez Nicholas estuvo agradecido de que Taylor no se escuchara en su casa.
─¿Tuviste una pelea con Imogen? Puedo hablar con ella si quieres.
Cuando creyó que al fin podría ver la puerta abierta, la música volvió a escucharse, él se regaño mentalmente por haber nombrado a Imogen muy rápido.
Por mucho que Nick lo intento, sacar a Marianne de su habitación no fue tarea sencilla, pero al menos la chica había tomado un baño y luego de muchas suplicas bajo a cenar. Su madre la observaba como si quisiera bombardearla de preguntas, pero si algo sabía Sarah, era que ambos gemelos podían ser testarudos y cerrados cuando se trataba de sus problemas.
A la mañana siguiente las clases comenzaron de forma habitual, Marianne había recogido su cabello en un moño alto y luego de su primera clase partió junto con sus amigas al gimnasio de la escuela. Baloncesto no era su deporte favorito, pero gracias a su altura y su buena condición física, la mayoría de los deportes se le daba bien.
Darcy estaba sentada en el suelo del gimnasio, su respiración estaba acelerada y su cabello empapado, seguir el ritmo de su mejor amiga no era algo sencillo, sin embargo Anne estaba actuando de forma aún más competitiva ese día.
─¿Crees que algo le este molestando?─ Elle fue la primera en preguntar, las tres chicas se encontraban sentadas juntas mientras bebían agua, en cambio Marianne aún seguía rebotando la pelota en la cancha.
─¿Molestarle? Está furiosa, me bloqueo tres veces un tiro y rodó los ojos con mis mejores chistes─ Darcy gruñe como si hubiese sido insultada por la otra chica, sin importar cuanto lo intente no había conseguido sacarle una risa.
Tara, quien se había mantenido en silencio durante la extensa charla, fue quien nota lo que podía estar afectando a la rubia. Aquel problema tenía nombre y rostro, Imogen Heaney.
Marianne era una persona sencilla de descifrar, solo bastaba observar sus miradas y acciones para entenderla, el como parecía buscar a la castaña entre el tumulto de gente o el hecho de que enrojecía cuando escuchaba su nombre en una conversación.
─Creo que estamos en medio de una crisis gay, pero una muy gay.
─Eso suena jodido, ¿deberíamos ignorarlo o convocar una asamblea?─ Darcy pregunta con seriedad y fue Elle quien se cuestiona como funcionaria una asamblea con un problema de adolescentes promedio.
─Creo que sé lo que podemos hacer─ La pareja volteo a verla y ella sonrió un poco, como si fuese un genio por su magnifica idea ─ Ninguna de nosotras ha pasado por una crisis gay, al menos no una tan compleja, creo que deberíamos conseguir a alguien que si lo haya hecho.
─¿Donde conseguiríamos a alguien así?
La de rulos cuestiona mientras deja su botella en las manos de su inquieta novia, acercándose un poco más a su nueva amiga.
─¿Conoces a Charlie Spring?
Cuando la última campana del día suena, Tara toma la mano de su amiga y Darcy hace lo mismo, atrapando a la rubia en una emboscada. Su humor no parece haber mejorado y por mucho que les gustaría ir a casa, ambas saben que si no lo solucionan rápido, al día siguiente la situación podría ser peor, porque lidiar con un amor no correspondido no era cosa sencilla.
─¿Qué hacen? ¿Piensan raptarme y vender mis órganos al mercado negro? Les advierto que mis riñones ya están dañados por tanta coca cola, no deberían ni siquiera perder su tiempo.
La chica pelea un poco mientras se ve a si misma arrastrada fuera del colegio, más precisamente a la entrada de Truham, definitivamente no era su lugar favorito. Imogen estaba ahí, justo al lado de su hermano y del resto de idiotas con pésimo sentido del humor.
─Ustedes me odian─ Ella vuelve a hablar, sus manos se aprietan al rededor de las ajenas y es entonces cuando nota que Elle también está ahí. No parece la persona alegre de siempre, como si encontrarse en aquel lugar la regresara al pasado y es entonces cuando Marianne deja de pelear.
Junto con su reciente amiga, Anne consigue notar la presencia de Charlie, el chico del cual su hermano no ha parado de hablar y por el cual ella puede jurar ha desarrollado una obsesión poco sana. Pareciera casi que Charlie viviera en su casa.
─Hey...─ Él habla en un tono bajo, casi como si le incomodara hablar con extraños, ella no lo entiende pero aún así le devuelve el saludo con una diminuta sonrisa ─ parece ser que mi amiga ahora también es tu amiga, espero que Elle no te este dando muchos dolores de cabeza.
La mencionada le enseña una sonrisa desbordante de sarcasmo y luego se despide de ambos, yéndose junto con Darcy y Tara.
─Lo siento, ellas suelen ser un poco raras─ Ella cruza sus brazos y él le sonríe gracias al comentario, al parecer le resulta chistoso ─ ¿Ellas te pidieron que hablaras conmigo?
El pelinegro mueve su cabeza de lado a lado, como si pensara de que forma seria bueno abarcar la conversación, porque incomodar a la hermana de Nick no está dentro de sus planes, no cuando él la quiere como su futura cuñada.
─ Algo así, no me explicaron mucho, pero creen que estás pasando por un corazón roto y Elle creyó que yo podría darte la bienvenida al club.
─ ¿Me aseguraras el puesto de vicepresidenta?
─Sera todo tuyo.
.
.
.¡Hola! ¿Qué tal están?
Este fin de semana ha sido bastante movido para mí, así que recién hoy pude acabar el capítulo. Seguramente vuelva a actualizar en la semana, no desesperen que falta poco para ver más de Imogen y su perspectiva.
Espero que sigan apoyando este proyecto tan bonito y también que esperen con ansías la segunda temporada de Heartstopper como yo.
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AURORA Imogen Heaney
Fanfiction──── cuando nuestros corazones han hablado solo queda espacio para escucharlos, ignorarlo es el veneno que provoca el miedo. 𝒐𝒐. donde marianne siempre ha estado silenciosamente enamorada de un par de ojos celestes y una risa contagiosa. 𝒐𝒐. do...