Capitulo Seis.

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-Stiles-

—¡No te quiero a ti, quiero a Derek! —me queje por decima vez mientras caminaba ofuscado hacia la puerta principal de mi casa.

—¿En serio, Stiles? —Scott me miró con los ojos enormes—. Estoy comenzando a creer que nos equivocamos con la Droxgea y que lo único que tienes son alucinaciones. Tal vez deba llevarte de nuevo con Deaton.

Puse mala cara, quedandome a un lado de la puerta mientras el moreno subia los escalones y sacaba mi llavero del bolsillo de sus jeans. Me habían quitado mis llaves para evitar que intentara conducir mi jeep, el problema era que las llaves de todo lo que tenia candado u cerradura en mi vida estaba en el pequeño arito de metal. Eso era una mierda.

En cuanto la puerta estuvo abierta, me meti dentro y fui directo al sofá de la sala, dejandome caer sobre el mismo. Scott apareció poco despues, rodeando el sofá y dejandose caer en el individual mientras me miraba.

—¿Sabes que turno hace tu padre? —preguntó mientras buscaba algo a su alrededor.

Me encogi de hombros de forma incomoda, mi voz se ahogo contra el asiento del sofá cuando hable—. Ni idea, seguramente dejó una nota en la heladera.

—Esta bien, voy a ir a hacer la cena y de paso me fijo —dijo, poniendose de pie y quitando el cojin de sus sofá—. ¿Donde esta el mando?

Movi mi cuerpo a lo babosa, intentando averiguar si me había acostado sobre el aparato. Cuando me aseguré de que no estaba debajo de mi cuerpo, miré a mi alrededor ubicandolo sobre el televisor.

—Allí. —apunté con mi mano.

Scott lo tomó y me lo cedió, dandome una cuidadosa mirada—. Busca algo para ver, haré palomitas. —me informó—. Portate bien mientras no estoy.

—No tengo cinco años, Scotty.

—No, pero luego de lo que sucedio con Derek temo lo que puedas hacer. —señalo—. Iré a la cocina, te estoy vigilando.

Rodé sobre mi cuerpo, quedando de espaldas y dandole una mirada fastidiada mientras se iba. Una vez que escuché sus pasos alejarse hacia la cocina, apunté con el mando a la televisión y la encendi. Hice zapping por un rato hasta que encontré una vieja pelicula sobre hombres lobo, reí ante la ironia pero preferi no cambiarla.

Las criaturas de la cinta no tenian nada que ver con la manada pero eran una forma de sentirme más cerca de mi lobo. No entendia que me sucedia con Derek pero tenia la extraña urgencia de estar cerca de él todo el tiempo, mi cuerpo parecia arder por él y no podia quitarme esa sensación.

—¿Estas de broma? —se quejo Scott cuando volvió, cediendome un bol de palomitas mientras se sentaba en el sofá individual. Me envio una mirada incredula—. ¿Hombre lobo? ¿En serio?

Me encogí de hombros—. A mi me gusta.

Scott rodó los ojos pero se mantuvo en silencio mientras la pelicula transcurria. Una hora y media despues, la pelicula y el bol de palomitas se habían terminado y yo estaba durmiendome acostado en el sofá. Escuché a Scott hablarme pero mi mente no podia concentrarse en ello, estaba perdiendo la consciencia y lo sabia. La bruma se hacia espesa a mi alrededor, logrando que me hundiera poco a poco en la oscuridad.

Sentí a Scott tocando mi rostro suavemente.

—Joder, tienes fiebre de nuevo —se quejo. Sentí como me tomaba en brazos y comenzaba a caminar—. Ponte bien, amigo, por favor.

El dolor comenzó a envolverme de nuevo, como si me hubiese golpeado el abdomen muy fuerte. Los sonidos comenzaron a alejarse hasta que no escuché nada y solo vi oscuridad. El miedo me invadio.

El obsequio de Stiles |Sterek|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora