Capitulo Veintinueve.

2.6K 251 3
                                    

-Stiles-

—Derek, me estas ahogando, idiota —me queje, intentando escapar del capullo de mantas donde el lobo me había envuelto—. Dios, hace más calor aquí que en la axila del diablo.

—Quedate quieto o te vas a caer. —el chucho idiota apreto más los brazos a mi alrededor, volviendome a colocar sobre sus piernas con cuidado.

—Donde no me sueltes, lo que va a caer va a ser un golpe en tu hocico. —me volvi a revolver, luchando con las malditas mantas—. ¿Acaso cosieron estas cosas a mi alrededor o que?

—¡Stiles! —Derek gruño usando su jodida voz de alpha y logrando que me congelara en mis movimientos—. Quedate quieto, ahora.

—Tengo calor. —volvi a quejarme pero sin revolverme.

—Prefiero que tengas calor —aseguró, apretandome contra su pecho.

Su corazón golpeo acelerado bajo mi oreja. Sabia que el chucho se había asustado a morir cuando había desaparecido pero eso no le daba el permiso para envolverme en plastico burbuja como si fuese un niño. Porque sabia que lo haria, podia ver en su rostro la determinación de mantenerme a salvo así tuviese que recurrir a atarme a la cama. Pensandolo bien, eso no era tan malo si ambos estabamos desnudos y duros.

Okeeey, culpo a las hormonas por ese último pensamiento.

—No es necesario que encadenes la maldita escalera —miré sobre mi hombro, observando a los demás enredando una cadena en la escalera de caracol y colocandole candados—. No soy tan tonto para volver a subir por allí y perderme nuevamente.

—Aún no entiendo como te perdiste —comentó—. Solo hay tres pisos hacia arriba, Stiles, es imposible que no supieras donde estabas.

Parpadee hacia él, intentando comprenderlo antes de encogerme de hombros—. No lo sé —acepté—. Yo solo queria alejarme de las chicas y corri sin dirección. Cuando me detuve, estaba en una habitación muy oscura y sin ventanas, lo único que podia ver era la puerta hacia la azotea por eso fui en esa dirección.

Él fruncio el ceño, como si estuviese pensando algo—. ¿Estas seguro de que no había ventanas?

—No —negué—. No había ninguna, todo estaba muy oscuro.

—Stiles, el ultimo piso esta repleto y la mayoria tienen el vidrio roto.

Sacudí la cabeza con fuerza—. No, no había ninguna, lo juro.

—Bebé, he estado allí muchas veces —aseguro—. Yo mismo he tenido que cubrir las ventanas cuando las tormentas son muy fuertes.

—No... no entiendo —musite—. Cuando estuve allí todo estaba oscuro, Derek. Si hubiese habido luz, nunca habria salido fuera.

—Estoy comenzando a pensar que hay más pasando a nuestro alrededor de lo que nos percatamos. —reflexionó.

—¿De que hablas?

—Antes de desmayarte, dijiste que alguien había cerrado la puerta —me miró—. ¿Recuerdas eso?

Fruncí el ceño, esforzandome por recordar eso en particular. Solo recordar el frío calando mi ropa y congelando mi piel logró que temblara como una gelatina. Había sido horrible estar allí arriba, con la lluvia azotando mi cuerpo con furia y sin poder cubrirme con nada. Había intentando abrir la puerta varias veces pero esta no cedia.

—Yo... intenté abrir la puerta —musité—. Pero el pestillo se quedo en mi mano.

—¿Solo se zafo?

—No lo sé —lo miré—. Fue como si hubiesen quitado el del lado contrario, no lo escuché caer, no hizo ruido.

—Bebé, Scott e Isaac fueron a fijarse mientras dormias —me informó—. La puerta esta sana, los pestillos estan bien colocados y no se salen con facilidad.

—Yo no me quede allí arriba por gusto, Derek —gruñi con el ceño fruncido—. La maldita cosa estaba rota, lo juro.

—Te creo —aseguró—. Es solo que es demasiado extraño, Stiles.

—Estoy diciendo la verdad. —asegure.

—Lo sé —asintió, dejando un pequeño beso en mis labios—. Te creo pero sigue siendo extraño, como si alguien hubiese hecho que te quedaras atrapado en la azotea.

—¿Quien haria algo así? —fruncí el ceño. Intentando procesar lo que me había dicho antes de volver a mirarlo—. ¿Crees que alguien quiere hacerme daño?

—No lo creo, cariño, estoy seguro —musito.

—Dios, al fin logré escapar —Gea aparecio, dejandose caer en una silla cercana—. ¿Como estas, Stiles?

—Bien —musite—. ¿De donde escapaste?

—De mi casa —hizo un gesto con la mano—. Nada importante. ¿Realmente estas bien? Nos asustaste cuando desapareciste.

—¿Como es que no supiste lo que estaba sucediendo con él, Gea? —Derek elevó una ceja hacia él—. Dijiste que podias sentir todo lo que Stiles sentia, ¿como no sentiste que estaba congelandose en la azotea?

Gea se encogio de hombros con naturalidad—. No lo sé —acepto—. Tal vez... hubo algun tipo de interferencia.

—¿Que tipo de interferecia? —interrogo.

Los ojos grises de Gea se estrecharon en su dirección—. ¿Estas insinuando algo, lobo?

—No confio en ti, Gea —Derek lo miró directamente, sus ojos cambiando por un segundo—. Y no dudare en destrozarte si descubro que tuviste algo que ver con todo esto.

—Y esta es la razón porque no me gusta tu raza, lobo —Gea se enderezo, sus ojos brillaron con furia cuando miró a Derek—. Demasiado traicioneros e idiotas.

—Desaparece de mi casa antes de que tenga que matarte, imbecil.

Gea rodó los ojos con fastidio antes de desaparecer de la silla. Miré a Derek—. ¿Que fue todo eso?

—Eso fui yo, cuidando de ustedes —soltó—. No me agrada él y no voy a permitir que este cerca de ti.

—No creo que enojarlo sea inteligente, Derek —musité, inseguro de que pensar—. Recuerda que él tiene magia. No sé si es bueno o malo, pero no creo que enojarlo sea buena idea.

Derek parecio pensarlo por un segundo antes de asentir—. Estoy de acuerdo contigo —acepto—. Pero si aparece quiero que me avises inmediatamente, ¿si? No te quedes solo con él.

—Gea no me haria daño. —aseguré.

—No lo sabemos, cariño, no voy a arriesgarlos ante nada.

—¿Que hay de mi amigo anonimo? —pregunté—. ¿Si puedo hablar con él?

—No lo sé, Stiles —beso mi cabello—. Esto es demasiado confuso, prefiero que te mantengas alejado de todo.

—No puedes meterme en una burbuja para protegerme.

—No, pero puedo envolverte en mantas y cargarte. —bromeo.

—Oh por dios. Derek Hale bromeando es algo que nunca esperé ver —musite realmente asombrado.

—Tu me cambiaste —me apreto fuerte, hundiendo mi rostro en mi cuello—. Tu me haces mejor, cariño, y no hay una jodida manera de que permita que nadie te lastime. Nadie.

Derek no había dicho la palabra con "A" aún pero cada vez que me hablaba de esa manera, podia sentir los sentimientos impresos en ellas. ¿Era demasiado apresurado admitir que amaba al lobo amargado? Porque lo hacia, era solo que temia decirselo y no recibir lo mismo a cambio. Derek me queria, me lo había dicho... ¿pero me amaba?

El obsequio de Stiles |Sterek|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora