treinta y uno.

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Eunwoo había sido otro quien no pudo pegar un ojo en las noches desde el incidente, no porque penara por Jungkook; sabía que era un hombre fuerte y que saldría de esta, sino por el pensamiento de haber sido reemplazado en el corazón de su amado. Su afligido corazón no hallo consuelo ni en luna llena, solo pensaba en la posibilidad de Jimin amando a alguien más, se amargaba recordando la gran preocupación y aprecio que el omega emanaba por el alfa herido.

La vida en su rostro se desvanecía, las ojeras las tenía marcadas, los labios secos y los ojos apagados, era solo un fantasma que rondaba por la hacienda encargándose de lo que Jungkook no podía.

Suspiraba melancólico viendo el horizonte, veía la silueta de Jimin entrando y saliendo de la casa, siempre con algo entre los brazos para el cuidado de su esposo. Eunwoo deseaba tanto que de aquella forma Jimin le hubiera cuidado cuando estuvo a punto de morir en un calabozo. Pero la vida de Eunwoo siempre había sido injusta, desde empeñarse en enamorar a un omega imposible para él, hasta el no haber muerto en aquella celda.

"Es imposible que no se de cuenta que le estás mirando." Dijo Soobin a su lado.

"No, está muy lejos, no nota que lo miro." En realidad, ni aunque estuviera cerca Jimin notaría que le mira, ahora solo tenía ojos para su esposo.

"¿Y cuando se va?"

"No lo sé, Jungkook ya está bien, no creo que haya más riesgo de infección y su hermana ya vino por él."

"¿Y se irá? ¿O se quedará porque ya le gustó vivir con el hacendado?"

"Basta, Soobin, Jimin se irá y luego nos iremos nosotros."

"Te lo vuelvo a decir, yo veo difícil que el omega se vaya contigo, para mí que ya le tiene cariño a su don Juan."

"A su comprador, querrás decir." Frotó su rostro con la palma de su mano, para así de alguna forma desvanecer la frustración que sentía.

Mientras observaba y se amargaba, Eunwoo recordó aquel atardecer que tuvo a Jimin en sus brazos, recordó la piel suave de su omega y los suspiros que había soltado, aquello lo recordaba con amargura pues le atormentaba no haber sentido el cálido amor que siempre sintió en los brazos de Jimin. Se aferró cuando no vio el brillo en los ojos del omega, solo eran carne que se había molido un momento, como un desliz que pasa por la lujuria porque de amor no tenía nada.

Eunwoo estaba celoso, estaba enojado y triste, no era posible que le hayan desplazado tan rápido de su sagrado lugar en el corazón de Jimin. Así que sin importarle nada, corrió montado en su caballo hasta interceptar al omega en los costados de la casa.

"Buen día." Saludo Jimin, fingiendo no conocerlo, queriendo bordearlo para llevar las flores que había recogido a la cocina.

"¿Cuando te irás?"

Jimin miro a todos lados para asegurarse que nadie le viera, pero siempre hay ojos que pueden ver através de las paredes. Aún así, se acercó a Eunwoo para susurrarle. "No me iré."

"¿¡Qué!?" Se bajó del caballo para encarar a Jimin, no era posible.

"Baja la voz." Susurró mirando a todos lados.

"¿No te vas?"

"No." Negó con la cabeza. "Este es mi lugar y debo quedarme aquí, al lado de mi esposo."

Eunwoo no pudo soportar la desilusión, soltó el aire que contenía en sus pulmones formulando un 'ah' y se tomó del pelo, estaba desesperado.

"¿Tu lugar? Ni siquiera lo amas."

"No, pero-"

"Pero, ¿qué? No me digas que ya te has enamorado de él."

"No, no." Negó repetidas veces con la cabeza, la pareja se creyó las negaciones porque así conservaban su paz interna.

"Entonces vámonos." Se acercó a Jimin para tomarlo de los brazos y bajar su rostro hasta su altura, el omega creyó que lo besaría por lo que corrió la cabeza rápidamente, acción que hirió aún más al desesperado alfa. "Jimin, estoy desesperado, estoy celoso me arde en el alma verte así por él."

"¿Así?"

"Tan preocupado, te echaste a llorar mares cuando lo trajimos, no te despegaste de él en ningún momento, hasta le juraste...¿es por eso?" Recordó. "¿Te quedas por lo que le juraste?"

"No, solo que no quiero darle más problemas a mi papá."

"¡Y ahí el mártir!" Lo soltó de su agarre, elevó sus manos al cielo en signo de frustración. "Ya deja de pensar en gente que no pensó en ti, ya basta de sacrificarte."

"Yo no me estoy sacrificando, yo quiero quedarme aquí." Elevó la voz frunciendo el ceño. "Además, lo nuestro terminó, no hay nada más entre tu y yo, tienes que entenderlo e irte."

"No me iré."

"Entonces quédate, yo también lo haré." Cansado se alejó de Eunwoo y comenzó su trayecto hacia la cocina donde dejaría los tulipanes que había sacado para Jungkook.

"Te amo, Jimin, no me hagas esto." Dijo claro para que le escuchará.

El omega detuvo sus pasos, suspiro pesadamente y siguió con su camino.

"Te amo, no te enamores de nadie más." Susurró solo.

Su amor se consumía en desesperación, no quería abandonar el corazón que tanto había ardido en su pecho y por el que venció a la misma muerte. Lo más sensato era darse por vencido e irse, pero no lo haría hasta que vea con sus ojos el amor que nacía de Jimin por su esposo, no se iría hasta que Jimin le diga que se había enamorado de Jungkook, solo así se alejaría dejando atrás aquel maldito e injusto amor. Pero mientras no pasará aún seguiria luchando por lo que le habían arrebatado con sangre, aún rondaría el cadáver de su intenso amor.

Aún se quedaría por Jimin y la esperanza de su amor que dejó de arder en el pecho del omega.

Capricho o no, Eunwoo permanecería firme a su primer propósito, irse con Jimin para vivir juntos y lejos de los que les echaron piedras cuando sus manos se sostenían en la pradera.



























Holi mis amores, ya volvimos con las actualizaciones así q no las abandonaré más :3

Llorando se fue ; km omegaverseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora