tres

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-es una bolita de amor- susurró carre viendo a ollie dormir en los brazos de spreen.

el día siguiente después de encontrarlo, robleis y carrera fueron a visitarlos, tomás porque era pediatra y podría ver si el pequeño tenia alguna enfermedad y rodrigo porque simplemente quería conocer al menor.

-cierto- juan sonrió a lado de su amigo, tomó en brazos a ollie y fue a dejarlo en cama para que descansara, finalmente bajó de nuevo para escuchar lo que rob le diría.

-tiene desnutrición, con que lo alimenten con esta dieta se recuperará- tomás paso una hoja con varias recetas ligeras para un niño -tiene una infección en sus riñones por aguantar tanto tiempo sin ir al baño pero este medicamento le ayudara y en siete días estará bien, no necesitas receta de doctor ya que puede ser una enfermedad común así que en cualquier farmacia puedes encontrar el medicamento-

el lugar quedó en silencio cuando su amigo terminó de hablar, el pecho de juan y spreen dolió hasta cierto punto, ¿qué hubiera sucedido si spreen no decidía entrar al callejón?, seguramente ollie no hubiera soportado mucho o alguna persona con malas intenciones le hubiera mentido y se lo hubiera llevado.

juan no podía contra esos pensamientos.

-¿conocen un buen abogado?- preguntó finalmente el mexicano.

-juan..

-alguno que de verdad haga su trabajo bien- ignoró a su esposo sin siquiera verle a la cara.

robleis suspiro y volteó a ver a su amigo pelinegro por si debía seguir hablando, claramente conocía a un buen abogado que le había ayudado a él y a rodrigo contraer matrimonio cuando ninguna iglesia quería hacerlo.

spreen negó con la cabeza, pero carrera frunció el ceño algo molesto.

-sí- habló el más bajito -es amigo mío y de rob, se llama roberto, es muy bueno en su trabajo y creo que les puede ayudar, el junto a su esposo también lucharon por adoptar un bebé y ahora tienen tres hijos.

-carre no hagas esto- spreen se levantó del sillón volteando a su pareja -y tú juan, sabes lo que hemos pasado y sabemos que si nos niegan de nuevo en el orfanato no podremos salir de esta. olvídate de esto, llevaremos a ollie con las autoridades mañana y esperemos que se hagan cargo de él, no podemos hacer más. lo siento-

juan frunció más el ceño apretando sus puños por el tono tan duro y frío en el que spreen le había hablado, igual se levantó del sillón y tomó a carre de la muñeca para llevárselo a la planta de arriba donde tenía una pequeña oficina.

spreen suspiró cerrando los ojos.

-no seas así- hablo tomi -juan siempre quiso un hijo, déjalo ser-

-¿qué ocurrirá cuando nos nieguen el serlo?, ¿crees que solamente lo digo por juan?. lo amo, y haría cualquier cosa para verlo feliz, pero también yo quedaría destrozado. no creo aguantar una vez más esto, estoy harto y molesto porque la gente simplemente piensa que por ser un hombre con postura dura no tengo sentimientos.-

el pelinegro salió de la casa dejando sólo así al más pálido. robleis sacó su celular y marcó a un viejo amigo quien contesto segundos después.

-rubius, ¿recuerdas el favor que me debes?

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rubius, es reconocido por ser uno de los jueces más jóvenes de su época, todos los abogados tenían un tipo de miedo hacía el noruego por ser cruel y seco en los juicioso, no mostraba remordimiento o culpa al ver a alguien ser culpado y mandado a la cárcel. prácticamente en eso se basaba su trabajo.

robertocein es un abogado justo, todos los casos los tomaba parejo a excepción de aquellos que eran para personas de su desagrado. no defendía a políticos corruptos, sacerdotes inculpados por algún crimen, violadores o asesinos, nunca quería meterse en problemas.

es por eso que agarró fama con la gente puesto que de todos los casos que había hecho, todos los había ganado.

según tomás, si tenía a esos dos grandes amigos de su lado no podrían perder al tener la adopción y así podría olvidarse del estresante problema que sus dos amigos tenían.

porque aunque no quiera, y no era bueno para su salud, robleis cargaba con los problemas de sus amigos.

-esto no es comprado- habló el argentino por milésima vez tratando de hacer entender a rubius -mis amigos quieren adoptar a un bebé que encontraron abandonado en un callejón, tú les ayudarás, y tú- apuntó a roberto -me debes un favor así que ahora quiero que me ayudes también en esto-

-creía que alguna vez me llamarías diciendo que te sacara de la cárcel tomás, pero esto es nuevo, ¿tú ayudando a alguien?- rubius río -aún así acepto, mientras tengan un testigo y bastantes pruebas del maltrato, por mi no hay problema-

ahora volteó hacia roberto quien asintió rendido.

-bien, me encargaré de tener todo eso-

robleis sonrió para después de un rato despedirse de los dos contrarios y acordando una cita para ver los avances que tenían.

caminó hasta su auto y mientras conducía marcó al número de su esposo. sabía que se merecía algo por la grande acción buena que estaba haciendo sin recibir nada a cambio.

-¿rob?

-amor, recuerdame con quién te casaste.

una risilla se escuchó -con tomás arbillaga, el hombre más amable de todo el mundo que se merece tener el puesto como dios en el paraíso- carrera volvió a reír al recordar que aquello lo había dicho en su boda -¿qué has hecho ahora tomi?

-que no he hecho más bien dicho, debes complacer a tu dios por la gran obra caritativa que hizo el día de hoy-

y vaya que sí.

está bien, bebé ollie ★ spruanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora