está bien, bebé ollie ★ spruan

nueve

juan esperaba a fuera de la sala del tribunal, ahora la conferencia se estaba dando a acabo para saber si por fin ollie sería legalmente su hijo.

aún no se confiaba, aunque rubén antes de empezar dijera que eso ya estaba decido y que los del orfanato también aceptarían después de ver como el infante vivía con ellos.

sentía miedo de que algo fallara ahí adentro y le enojaba saber que si algo de verdad ocurría, él no estaría para saberlo, pues iván nunca le diría.

por otro lado trataba de calmarse mientras veía en su celular las imágenes que carre le mandaba de ollie jugando junto a axozer y pelusa en el patio trasero de su casa. por lo menos eso le daba una pequeña paz después de tantas cosas.

finalmente, después de media hora más, las enormes puertas se abrieron y de entre toda la gente presente empezó a buscar a spreen y a roberto. auron y robleis ya habían llegado a un lado de él y sus caras solo expresaban sorpresa, no más, ni felicidad ni tristeza o enojo, solo sorpresa.

-spreen- habló el castaño cuando llegó a un lado de su esposo quien lloraba y era consolado por rubius y rob -¿qué ocurrió?- no contestó -¿alguien me puede decir qué ocurrió?-

-juanito..- auron puso una de sus manos en su espalda y después de pensar en lo peor vió como su amigo le sonreía -felicidades, ollie es legalmente su hijo-

juan cerró los ojos sintiendo el aire faltarle. ahora entendía el porqué su esposo estaba llorando, no era tristeza, era felicidad.

y él estaba igual, nunca se había sentido así de bien, a excepción de la vez que iván le dijo el primer te amo en su viaje en las tierras de dedsafio, cuando le propuso matrimonio o el día de su boda donde se unió de por vida al alto. eran momentos, días y recuerdos que siempre atesoraba en su pequeño pero hondo corazón.

finalmente unos fuertes brazos lo sacaron de sus pensamientos. si esposo lo abrazaba y apretaba como si tratara de hacer que sean uno solo, pero era algo que no quería porque así los dos no podrían disfrutar de ollie como se debía.

-por fin- escuchó que le susurró antes de que se unieran en un beso.

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la puerta de la casa se abrió y la pareja de esposos entró siendo seguido de los demás. inmediatamente ollie dejó de prestar atención a carrera que segundos antes les leía un cuento a axo y a él.

al principio no sabía muy bien que era un "cuento", pero cuando su tío rodri empezó a leer de las páginas con dibujos entendió y supo que de ahora en adelante eso sería su cosa favorita. bueno a demás de la comida que hacia juan o los dulces que spreen le llevaba todos los dias. aunque bueno, su cosa favorita era pasarse los fines de semana junto a los dos mayores, viendo películas de caricaturas y comiendo comida chatarra, además de que pelusa siempre estaba en sus pies o a un lado suyo tratando de conseguir caricias de su parte.

finalmente cuando estuvo frente a la pareja ollie fue cargado de inmediato por spreen y en seguida juan los abrazó a los dos mientras llenaban de besos al menor, a su nuevo hijo.

-por dios- susurró carre abrazando a tomi.

-no llores maricon- tomás rió, pero aún así dejó caricias en los cabellos de su esposo.

-papi, ¿por qué los tíos están llorando?- axozer preguntó mientras abrazaba una pierna de su papá.

-porque tienen un hijo, mi amor, por eso lloran- contestó mientras cargaba al menor y lo abrazaba. no era momento pero auron se preguntó qué sería de él sin su pequeño axo, sin sus abrazos mañaneros, los desayunos un poco raros o los baños de burbujas llenos de risas. sara ya lo había dejado y no podía imaginarse que su hijo algún día lo haría.

volviendo a la pequeña familia de tres, dejaron su momento ya familiar y empezaron a agradecer a todos los presentes. y, obviamente por parte de carre, organizaron una pequeña fiesta para darle la bienvenida al nuevo integrante, al tercer miembro de la familia buhajeruk.

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-¿estoy escuchando bien?- juan escuchó del otro lado de la línea, mantenía su celular pegado a su oreja con el tono bajo.

-sí..papá, no te pongas loco, ollie pasó algo muy fuerte así que no quiero que empieces.

-me ofendes hijo mío, pero está bien, iremos a la fiesta- el mayor soltó un pequeño grito de emoción -ya quiero conocerlo, apuesto que es muy tierno-

-lo es, te dejo, es tarde y mañana tengo cosas que hacer.

-bien, cuídate juan. me saludas a spreen y dile al pequeño ollie que el abuelo le llevará muchos regalos.

juan rió antes de responderle un "está bien pa" y después colgar. apagó el celular y lo dejó en la mesita a un lado de su cama para acomodarse en esta.

-¿todo bien?- preguntó el alto mientras dejaba un libro igual en la mesita que tenía a un lado suyo.

-sí, papá te manda saludos y dijo que asistirán a la fiesta- susurró tratando de no despertar a ollie quien dormía en medio de los dos y se pegaba a spreen.

-perfecto- contestó, apagó la luz de su lámpara y juntó una de sus manos con las de juan.

los dos besaron finamente al menor quien solo se removió y aflojó su agarre en el pelinegro.

-¿te lo hubieras imaginado?- juan preguntó -que ahora tuviéramos un hijo-

-la verdad no, pero ahora me alegro de tenerlo.

-pues yo me alegro de que seas un chismoso, gracias a ti conocimos a ollie y lo ayudamos. aún mi corazón duele cuando lo recuerdo abandonado en ese feo callejón.

-ya no pienses en eso- spreen se pegó un poquito más hasta besar rápidamente al mayor -lo importante es que está aquí con nosotros y que lo vamos a proteger de todo y todos. ¿de acuerdo?

el mayor asintió y así empezaron a cerrar los ojos, con un bebé en medio de ellos y tratando de no hacer mucho movimiento para no despertarlo.