Cuestión De Honor [ Kooknam ]

Capítulo 25- Presente

Después de que revisarán a la omega y Jungkook pasara un pésimo momento a causa del doctor y sus comentarios innecesarios subió a su alcoba a ver a Namjoon, pues ya habían pasado dos horas y su lobo estaba muy inquieto pidiéndole que fueran a buscarlo, pero para su sorpresa este no estaba, lo único que quedaba de él era su aroma, su delicioso olor que se había impregnado en todo el cuarto.

Resignado se acostó en la cama donde puro aspirar mejor ese aroma que tanto lo calmaba, Nam era su esperanza, era lo único bueno que tenían en su vida, antes de él ni siquiera tenía un rumbo fijo y ahora sabía que sin el omega no podría vivir, lo habia experimentado largos 7 meses y no quería pasar por lo mismo de nuevo.

Estaba tan concentrado en eso que no vio un pequeño sobre que estaba justo en su almohada, hasta que al tomarla esta cayó y lo que leyó le destrozó el corazón, el alma y la vida.

Rápidamente pidió a todos sus soldados que lo buscarán, estaba desperado gritando y tirando todo lo que estuviera a su paso, destrozo la mitad de los muebles, cuadros y jarrones que había en el palacio, sólo se tranquilizó cuando su hermano Jin llegó, pues Hoseok lo había ido a buscar al ver el estado del rey.

Pero el efecto duro poco pues al no resistir más se transformó en lobo para ir a buscarlo pero por alguna extraña razón este no sentía a Namjoon, no había olor ni conexión, el omega había roto el lazo y eso solo lo destrozó más, corrió hasta que sus garras sangraron, pasaron 30 días para que lo volvieran a ver y al llegar les dio la noticia que no había rastro del omega, pues al parecer se lo había tragado la tierra.

El Alfa jamás se dio vencido pues año con año enviaba hombres a todas partes para que lo encontrarán, jamás se rendiría, no cuando estaba en juego aquel gran amor que tenía por Namjoon.

Ese mismo día se entero que su cachorro había nacido exactamente la misma noche que Namjoon se fue, pues el estado de la omega no era el mejor por lo que su labor de parto se adelantó, dándole la dicha al alfa de ser padre, desde ese momento su vida ya no era suya sino de ese pequeño ser, esa pequeña cosita que se ganó su corazón, su adorada y amada Jisoo.

La pequeña cachorra iba de un lugar para otro saltando alegremente pues hoy era su cumpleaños número 10, estaba feliz pues su papi siempre le hacía grandes fiestas, invitaba a todos sus primos y amigos, caprichosamente todo el jardín estaba decorado en color rosa, pues era el color favorito de la pequeña omega.

Jisoo era una niña que tenía todo lo que quisiera pero aún así era bondadosa, ayudaba a las personas y siempre tenia una sonrisa que ofrecer con aquellos adorable oyuelos que al alfa le hacían recordar a su omega.

-Papi, papi ¿dónde estás? -corría la pequeña entrando al despacho y lo encontró como todos los años desde que ella tiene memoria triste, leyendo aquel papel que cuidaba tanto y no dejaba que nadie viera. - Te encontré papi.

-Mi querida princesa te ves hermosa, cualquiera que te vea sentirá envidia de tu belleza pequeña cachorra - la pequeña se restregaba en el cuello de su padre tratando de adquir el olor de este, pues esa acción siempre lo calmaba.

-¿Sabes si mamá vendrá a mi fiesta papi? - preguntaba con un notable puchero.

-No contestó la invitación princesa, pero aún así esperemos llegue, sino sabes que yo estaré ahí contigo. - la pequeña se prendió como koala a su padre y juntos partieron al jardín donde se llevaría a cabo la fiesta de la pequeña Jeon.

Jungkook esperaba que por esta vez Irene asistiera al cumpleaños de su hija, pues desde que esta comenzó a soltar su olor a la edad de 3 años era obvio que sería una omega, razón por la cual Irene la rechazó, eso y además de que vio que aún y con la niña Jungkook jamás se casaría con ella, por lo que no vio necesario seguir con ellos y se fue a otra casa a vivir, claro viviendo a base de  lujos gracias a la considerable pensión que le daba el alfa, por cuidar a la pequeña, pues Jisoo iba y venía de una casa a otra, siendo su favorita el palacio, ya que ahí veía a su papi.